Con Vicky empezó todo
La Selección española debuta hoy en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda con el cartel de favorita al título ocho años después de que también se estrenara ante Costa Rica en Canadá. La primera vez que nos hicieron soñar. “Llegábamos sin experiencia en nada. Ni en grandes torneos ni en grandes partidos. Y la preparación no fue la idónea”, señalaba Paredes en su entrevista en AS. Aquella Copa del Mundo acabó tan rápido para La Roja como se ha desarrollado después el fútbol femenino español impulsado por el talento de aquellas jóvenes jugadoras y la rebelión que encabezaron las más experimentadas: Ainhoa Tirapu, Natalia Pablos, Vero Boquete...
La Selección ya no prepara los torneos enfrentándose a su propia unidad B o al Rayo. España tiene una Liga Profesional, al campeón de la Champions, a la doble Balón de Oro y a otras tantas futbolistas que están entre las mejores del mundo. La Roja piensa en grande y la dejan hacerlo. Y decirlo. En ocho años han cambiado muchas cosas. Las licencias femeninas de fútbol se han doblado, pasando de las 40.524 de 2015 a las 87.827 de 2022. Las niñas lucen camisetas de Alexia, Aitana u Olga por nuestras calles. Sueñan con ser futbolistas, con jugar en estadios llenos y ser campeonas del mundo. Todo se aceleró desde aquel primer gol que nos hizo gritar en un Mundial: el 9 de junio de 2015: Vicky, contigo empezó todo.