Aznar: “Las jugadoras del Real Madrid no pidieron mi destitución”

Con él empezó todo. David Aznar (Talavera de la Reina, 1980) fue el artífice del ascenso del Tacon a Primera y su permanencia en la élite antes de pasar a ser oficialmente el primer entrenador de la historia del Real Madrid femenino. Su etapa como técnico blanco acabó a finales de noviembre de 2021 después de un mal inicio de temporada del que el equipo blanco no terminaba de recuperarse. “Las jugadoras no pidieron mi destitución, me reuní con el vestuario, me dijeron que no era verdad y las creo”, afirma en su visita a AS antes del Clásico de mañana en el Johan (18:15 horas). Aznar, que continúa formándose mientras da clases en la Universidad Francisco de Vitoria, espera poder ponerse pronto al frente de un nuevo proyecto que le convenza.

—¿Cómo le va lejos de los banquillos?

—De una forma u otra sigo vinculado al fútbol. Tuve una pequeña experiencia en Canadá, donde fui a mejorar mi inglés de septiembre a diciembre de 2022, y a mi vuelta me reincorporé a las clases en la universidad, en la que llevo cinco años como profesor.

—¿Sigue ligado a la categoría?

—Sí, sin duda. Me encanta ver partidos, estar pendiente de cómo evolucionan los equipos, cómo se desarrolla la Liga... También me preocupan mucho otros países, que se presentan como opciones de futuro para poder ir a entrenar. Eso sí, todo fútbol femenino. Para mis amigos todavía soy un bicho raro.

—¿Algún proyecto entre manos?

—De momento estoy esperando alguna oportunidad para volver a los banquillos; ya con ganas de entrenar otra vez y pisar el césped con algo que me ilusione y con el que volver a sentirme entrenador.

—¿Ha tenido alguna oportunidad de volver a Primera?

—Sí, alguna. Estoy superagradecido de que clubes de Primera se acuerden de mí, pero seguramente los momentos no han sido los mejores para poder volver y ahora me toca esperar a este final de temporada y ver qué pasa cuando acaben las ligas. Esperemos estar en las opciones si hay cambios y tener esa suerte de volver a un banquillo.

—Su nombre estará siempre en la historia del Real Madrid, ¿nota que lleva esa etiqueta?

—Es algo que vivo con mucha ilusión. Ese momento fue muy especial para mí y me siento muy orgulloso de haber sido el primer entrenador del Real Madrid femenino. El día que hicimos la foto oficial con el presidente lo guardaré siempre como un momento único y muy especial. Lo tengo muy presente.

—¿Cómo ve a su exequipo esta temporada?

—Lo veo fuerte. Se posicionaron muy rápido en las plazas de Champions, cosa que no había sido fácil en las temporadas anteriores, y han estado intentando pelear por acercarse a ese Barcelona tan dominador. Creo que es un proyecto que crece año tras año con la incorporación de buenas jugadoras, de talento, y cada vez son un equipo más sólido, competitivo y mejor

—¿Ve cerca esa primera victoria ante en un Clásico?

—Siempre hay esperanza de que pueda estar cerca. Para mí el partido más igualado, en cuanto al juego, fue el de ida de Champions el año pasado. Los primeros 45 minutos el Real Madrid fue dominador del partido, algo que creo que sorprendió al Barcelona, y luego esta temporada hemos tenido esa oportunidad en la Supercopa. Pero sabemos lo difícil que es, que es un equipo dominador en nuestra Liga y en Europa.

—Se le escapa la primera persona del plural...

—Sí, todavía lo llevo dentro, sobre todo porque tengo muchas jugadoras a las que guardo especial cariño. Ese vestuario para mí es muy especial. Es el vestuario en el que yo he crecido en el fútbol femenino, no he pisado otro club que no haya sido el Tacon o el Real Madrid y he recibido a muchas jugadoras que están ahí, muy jóvenes, y me gustaría que tuvieran alguna alegría a nivel deportivo.

—De aquel Tacon solo queda Lorena y casi que con los dos pies fuera...

—Es una situación difícil seguramente tanto para la jugadora como para el club, le queda este año de contrato y no parece lógicamente que vaya a continuar, aunque no lo sepamos 100%. Al final es la última jugadora que nos queda de ese Tacon y es una pena que no pueda quedarse. Pero le tengo muchísimo cariño y me gustaría que le fuera bien y tuviera oportunidades de seguir jugando.

—¿Piensa que se ha querido borrar ese rastro del club anterior?

—No, y es un error compararlo. El Tacon murió en el momento en que el Real Madrid absorbió el club. Cuando un club de barrio se transforma en uno como el Real Madrid pues las exigencias y las responsabilidades dan un giro de 360 grados. No creo que haya habido un exterminio del Tacon, sino que un proyecto como el Real Madrid exige otro tipo de rendimiento. Es evidente que jugadoras con menos de 30 partidos es difícil que se queden en un club así. Se ha ido firmando talento joven y futbolistas que ya vienen de vuelta, por así decirlo, y esa mezcla le ha hecho posicionarse tan rápido en Champions. Las jugadoras del Tacon tuvieron que salir porque era imposible que futbolistas que estaban debutando en Primera pudieran estar peleando el año siguiente por entrar en Europa. Eso solamente pasa en los sueños. Ojalá alguna pueda volver en el futuro y entonces sí estar preparada para vestir la camiseta del Real Madrid.

—Cuando fichó por el Tacon, ¿sabía que el Real Madrid lo podía absorber?

—No, lo cojo cuando no hay nada absolutamente con el Real Madrid. Durante el año sí suena un poco esa posibilidad de que se interesen por nosotros o el Madrid CFF. Lógicamente lo primero que había que hacer era subir al equipo, que no era nada fácil. Pero también es verdad que el día que ascendimos a mí nadie me comunica nada hasta cuatro semanas después. Se fueron dando los acontecimientos y las situaciones para que al final ambas partes se pusieran de acuerdo.

—¿En qué nota esa absorción después?

—Son cambios muy grandes. El primer año costó instalarnos un poco allí. De hecho, creo que llamarnos Tacon nos vino a ambas partes muy bien para conocernos mutualmente. Aunque todo el mundo nos miraba como Real Madrid no teníamos esa presión de vestir como tal y eso nos ayudó. Es cierto que estábamos un poco itinerantes, no teníamos un espacio propio, un gimnasio... El proceso fue poco a poco. Para colmo fue el año del COVID y tuvimos que parar a mitad de temporada y fue difícil y extraño, pero necesario para arrancar desde la tranquilidad la campaña siguiente.

—Les toca debutar en el Johan, ¿cuánto dolió ese 9-1?

—A nivel personal nos dolió a todos muchísimo, independientemente de que lleves la camiseta del Tacon o la del Real Madrid. Perder 9-1 no le gusta a nadie. Fue un golpe de realidad, de ver dónde estábamos. Es cierto que se vendió como el primer Clásico de esta Liga cuando ese día debutaban diez jugadoras del Tacon en Primera división. Nos recibieron lógicamente con esas ganas de ganarnos, vimos ese Johan Cruyff que era la primera vez que se abría y la primera vez que se llenó, con 6.000 personas, y nosotras veníamos de jugar en Segunda con 100 personas. Fue un partido arrollador en el que encajamos los mismos goles que en la temporada anterior. Esa noche fue muy dura para todos. A partir de ahí nos pusimos manos a la obra para pelear por ser un equipo competitivo y luego medirnos a los grandes de la Liga.

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—Y el estreno del Real Madrid, también ante el Barça...

—Me lo tomaba un poco a risa ya... También fue un primer partido muy condicionado del lugar que veníamos, el proceso COVID, entrenábamos, pero no habíamos podido competir por todo ese proceso. Llegamos a ese primer partido casi sin jugar en pretemporada. Nos pilló muy pronto y no estuvimos a la altura. Esa misma temporada, en el Johan, perdimos por 4-1 pero con una imagen completamente diferente. Ahí sí que nos dimos cuenta de que haciendo las cosas bien podríamos tener los objetivos más cerca.

—Y se clasifican para la Champions en una campaña histórica...

—Estuvimos por encima de las expectativas. Nadie esperaba que pudiéramos quedar segundas. Hubo jugadoras que dieron un rendimiento espectacular, que quizá antes no habían dado ese rendimiento: Misa (Deportivo), Cardona (Real Sociedad), Olga Carmona (Sevilla), etc, dan un salto muy importante, se suma la experiencia de Kaci, Kenti, Babs, Asllani, Sofía… y las cosas funcionan.

—¿Qué se torció después, en la temporada de su destitución?

—Pues que el fútbol no son matemáticas. Que mejoras la plantilla, pero venimos de una temporada muy larga, la que más, y tenemos previa de Champions a mitad de agosto. Las jugadoras tienen que tener un mes de vacaciones y hay muy poco margen para pretemporada. Centramos mucho el objetivo en ese partido del City y nos toca arrancar con los cinco mejores equipos después del Barça, partidos cada tres días, y nos cuesta ser competitivos en ambas competiciones, esa es la realidad. Tuvimos muchas lesiones y las cosas no funcionan como teníamos en la cabeza. Nos costó mucho salir de la dinámica negativa y más con la presión de ser el Real Madrid. Hubo un momento en el que sí conseguimos tener una inercia ganadora, pero en ese momento el club decide cambiar de entrenador.

—El Confidencial publicó que las jugadoras mandaron una carta a la dirección pidiendo su destitución, ¿le consta?

—Eso no es cierto. Lo digo rotundamente. Me reuní con las capitanas al día siguiente y me dijeron que no era verdad. Me reuní con el vestuario y me dijo que no era verdad. Recibí muchísimos mensajes de apoyo de dentro del vestuario y yo las creo a ellas. Si ellas me dicen que eso no es verdad, las creo. Algo muy importante es que justo a partir de esa noticia empezamos a ganar partidos. Cuando las jugadoras quieren echar un entrenador, no ganan partidos. En vez de debilitarnos, nos dio fuerzas.

—¿Es fundamental un vestuario unido para el éxito?

—Si el clima no es bueno, hay mucho desgaste y eso afecta al rendimiento. Sí que es cierto que no es necesario ser amigos o amigas, sino que tiene que haber respeto y compromiso con lo que se hace. Nosotras estábamos en un clima ideal para conseguir resultados.

—Le sustituyó Toril al frente, ¿le conoce?

—No conozco cómo trabaja, pero lo que está claro es que los números que ha tenido la temporada pasada y esta son muy buenos. El año pasado consiguió algo que parecía imposible que era clasificar al equipo para la Champions y tiene mucho mérito. Ahora lo ha vuelto a meter en esa fase de grupos. Para un proyecto tan nuevo estar dos años seguidos en fase de grupos es algo muy importante, a otros les está siendo más difícil. Ese es el sello que da Toril a este equipo, cada vez es más dominador. El equipo es muy sólido a nivel defensivo, es muy difícil hacerlas gol y el talento arriba con las nuevas incorporaciones que ha tenido el equipo es evidente, aunque todavía le falte ese saltito para ponerse al nivel del Barça.

—¿Y cómo ve al Barça?

—No se relaja, cada verano se sigue reforzando y algo muy positivo que tiene es que sus jugadoras no se han cansado de ganar y eso es lo más peligroso. Salen siempre al máximo y son un rodillo en la Liga española y a nivel europeo también son de las favoritas.

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—El fichaje de Linda Caicedo ha supuesto un boom, ¿le augura futuro de estrella del Real Madrid?

—La etiqueta de estrella del Real Madrid tiene una connotación muy grande. Tiene un talento espectacular, pero tiene 18 años. Hay que darle su espacio y el tiempo necesario para adaptarse para poder ver de ella lo que ya hemos visto con Colombia. Si es capaz de traer ese talento aquí será una de las futbolistas referentes de nuestra Liga. Sin prisa. Vestir la camiseta del Real Madrid tiene un peso mayor que la de otros equipos.

—¿Ve al Real Madrid favorito para la Copa?

—Si tiras de clasificación, de los cuatro que están en Final Four, el Real Madrid es el mejor posicionado. Creo que lógicamente hay muchísimas expectativas en que pueda ganar ese título. Pero sería un error restar méritos a los equipos que ya están ahí, porque dos ya la han ganado (Atlético y Athletic) y otro porque el Alhama tiene la ilusión de un equipo que acaba de llegar. Estoy deseando ver esa Final Four.

—¿Cómo ve el panorama de la Selección cara al Mundial?

—Hay que valorar mucho el recorrido y crecimiento, tan rápido, que se ha tenido, y eso es gracias al trabajo tanto de jugadoras como staff en estos años desde las categorías inferiores hasta la absoluta: España va a jugar su tercer Mundial y ya se nos considera una de las favoritas. Habrá que ver qué pasa en los próximos meses pero pase lo que pase yo soy español y apoyaré a España en el Mundial.