1.531 kilómetros para ver a Olaya ser campeona
La familia de la jugadora del Real Madrid viajó de Avilés a Lovaina para acompañar a la futbolista en la gran final de la Eurocopa
La familia es la brújula que guía nuestro viaje, la inspiración para caminar hasta lo alto de la montaña y el mayor consuelo cuando algo sale mal. Y en Lovaina no faltaron. Las gradas del Den Dreef animaron sin cesar durante los 120 minutos a La Rojita. Una de esas familias fue la Enrique Rodríguez.
Olaya tuvo el afecto y apoyo de lo suyos en Bélgica. Y eso que su padre y su tío, que viajaron en coche, tuvieron que recorrer 1.531 kilómetros desde su Avilés (Asturias) natal hasta la ciudad belga. Emi, su padre, llegó el lunes a Lovaina: “Le entrenaba de pequeña, cuando jugaba con niños, y se le veía que tenía algo especial. Era mejor que todos los niños”, nos reveló el orgulloso progenitor. No obstante, Emi era entrenador y desde siempre vio un gran potencial en su hija. “Merece la pena el viaje”, sentenció. No era el único, su madre, Alicia, y su hermana, Nerea, también fuero para apoyar a Olaya en la gran final: “Nosotras hemos venido en avión, mucho más corto”, reconocieron. Nerea tiene claro que su hermana apunta alto: “Tiene una gran confianza en sí misma”. De momento, puede presumir de ser campeona continental Sub-19 y campeona del mundo Sub-17. Allí no estuvieron: “Siempre que podemos viajamos, menos a India...”.
Olaya vive un sueño. El año pasado, la asturiana recibió una oferta del Real Madrid y se mudó a la capital. “Es muy duro, pero mientras ella sea feliz”, dijo Alicia. “Es la alegría de la casa y se nota que no está, aunque nos vamos acostumbrando”, reveló Nerea. Porque la familia siempre está cerca.