Ni rastro de João Félix

Roberto Martínez ha caído de pie en Portugal. El técnico de Balaguer está causando sensación y en estos primeros partidos al mando de la selección ha demostrado que su equipo ya tiene las ideas bastante claras. Sus números hablan por sí solos. Cinco partidos, cinco victorias. Quince goles a favor, cero en contra. Sin fallo.

Si bien es cierto que hay que tener cautela con estos resultados porque varios de los rivales (Liechtenstein, Luxemburgo, Bosnia, Islandia y Eslovaquia) no son de lo más fuerte del continente, no es normal que un entrenador nuevo sea capaz de conseguir tanto en tan poco tiempo. Se nota que los jugadores creen en él y que, al menos de momento, confían plenamente en su seleccionador.

En los dos primeros parones de selecciones, Roberto Martínez apostó por el 3-4-3. Sin embargo, el pasado viernes jugó por primera vez con cuatro atrás y el equipo funcionó igual de bien. Diogo Costa, Rúben Dias, Bruno Fernandes, Bernardo Silva y Cristiano han sido sus fijos en estos partidos. Una columna vertebral sobre la que construir un equipo aspirante a todo en la próxima Eurocopa de 2024. Hoy no estará Cristiano ante Luxemburgo por sanción y su sustituto será Gonçalo Ramos. João Félix, por lo tanto, se mantendrá en el banquillo después de no haber jugado ni siquiera un minuto en el duelo anterior en Eslovaquia.

Portugal tiene una plantilla en la que combina veteranía, jugadores contrastados que ahora están en el mejor momento de su carrera y jóvenes promesas llamadas a ser las estrellas de los próximos años. En el primer grupo están nombres como Cristiano (lejos de retirarse de la selección, lleva cinco goles en esta etapa con Roberto Martínez), Danilo o Pepe (ausente en esta convocatoria por lesión). En el segundo, Rúben Dias, Guerreiro, Cancelo, Bernardo Silva, Bruno Fernandes, Jota... jugadores clave en los mejores equipos del mundo. Y en el tercero, jugadores como António Silva, Diogo Costa, Leão, Vitinha o Gonçalo Ramos, quienes, a pesar de su juventud, ya están destacando a nivel de clubes.

Todavía es pronto para juzgar a un equipo que apenas lleva cinco partidos competitivos, pero desde luego que las primeras impresiones son realmente buenas. Los portugueses tienen motivos para creer que su selección es una gran aspirante a la próxima Eurocopa y hoy Luxemburgo parece el rival ideal para seguir reforzando esa idea.