Laporte, Le Normand y otros 163 futbolistas de la Eurocopa que pudieron jugar con otra selección
165 de los 624 jugadores presentes en la Eurocopa de Alemania tienen más de una nacionalidad y tuvieron que decidir con qué selección absoluta jugar. Aquí todos los casos.
Le Normand o Laporte podrían estar en Alemania defendiendo los intereses de Francia, pero están a las órdenes de Luis De la Fuente. Jamal Musiala fue compañero de Jude Bellingham y otros internacionales ingleses en las inferiores de Inglaterra, si bien, ahora es uno de los referentes de Alemania. La lista de futbolistas que están compitiendo en la Eurocopa que tienen más de una nacionalidad y por lo tanto tuvieron la posibilidad de representar a otra selección (no solo europeas) es larguísima. En total, 165 de los 624 jugadores presentes en las diferentes sedes de Alemania tienen esa condición.
Algunos incluso cuentan por tres las selecciones con las que en algún momento de su carrera pudieron decantarse, como es el caso de Camavinga (Francia, Angola o República del Congo), Lamile Yamal (España, Marruecos o Guinea Ecuatorial) o El Shaarawy (Italia, Egipto y Venezuela). Precisamente en el combinado italiano encontramos uno de los jugadores que se han nacionalizado recientemente expresamente para poder disputar este torneo: el italo-argentino Mateo Retegui. La única selección que no tiene a ningún futbolista con doble nacionalidad es la República Checa, mientras que la que se lleva la palma es Albania: 23 de 26.
Francia: Camavinga y otros 17 compañeros se decantaron por el gallo
Hasta 18 internacionales por Francia tienen doble nacionalidad. Algunos como Camavinga incluso podría haber decidido competir con tres selecciones diferentes (Angola, donde nació; República del Congo, de donde son sus padres; y Francia, nacionalidad que adquirió en 2019). El resto de futbolistas de Deschamps, salvo Brice Samba, que nació en la República del Congo, y Marcus Thuram, que lo hizo en Parma porque es donde jugaba su padre, tienen doble nacionalidad por los orígenes familiares, aunque todos ellos nacieron en Francia: Areola (Filipinas), Saliba (Camerún), Upamecano (Guinea-Bissau), Koundé (Benín), Konaté (Malí), Theo Hernández (España), Mendy (Senegal), Tchouameni (Camerún), Kanté (Malí), Zaire-Emery (Martinica), Fofana (Malí), Coman (Guadalupe), Barcola (Togo), Mbappé (Camerún) y Muani (República del Congo).
Inglaterra: Declan Rice se olvidó de Irlanda
Nueve futbolistas ingleses tienen doble nacionalidad. Todos ellos por parentesco familiar, menos Marc Guedi. El central del Crystal Palace es el único que nació fuera de Inglaterra. En concreto en Abidjar (Costa de Marfil). El resto vinieron al mundo en el país donde se inventó al fútbol: Ngoyo (que tiene también nacionalidad de la República del Congo), Joe Gomez (Gambia), Kobbie Maingo (Ghana), Eberechi Ete (Nigeria), Bukayo Saka (Nigeria), Ivan Toney (Jamaica), Jude Bellingham (Irlanda) y Declan Rice (Irlanda). Este último es el caso más llamativo del combinado inglés, dado que Rice pasó por las inferiores de Irlanda y llegó a jugar incluso tres amistosos con la absoluta, aunque en 2019 renunció y se ‘alistó’ con Inglaterra de cara a la Eurocopa de 2020. La Federación de Irlanda también tentó de joven a Bellingham, que tiene dicha nacionalidad con su abuela materna, aunque nunca llegó a vestirse de verde.
Portugal: aquella llamada de Scolari a Pepe
Roberto Martínez dirige a seis futbolistas que en su día tomaron la decisión de jugar para Portugal y no para otras selecciones en las que también podrían haberlo hecho. Dos de ellos nacieron en Portugal, aunque tienen doble nacionalidad: Nelson Semedo (Cabo Verde) y Leao (Angola). Diogo Costa nació en Suiza, aunque cuando tenía 7 años sus padres, portugueses, regresaron a su país; Danilo Pereira vivió en Guinea Bissau hasta los 6 años, emigrando su familia después a Funchal; Matheus Nunes, aunque nació en Rio de Janeiro, tenía ascendencia portuguesa, país al que se trasladó con 12 años; y, por último, el caso de nacionalización más vinculado al fútbol, el de Pepe, que vino al mundo en Maceio (Brasil), recaló en Portugal como fichaje del Marítimo y logró en 2007 la nacionalización tras convencerle Luis Felipe Scolari para que lo hiciera y poder citarle.
España: Le Normand, Laporte, Williams y Yamal
La Roja tiene cuatro futbolistas que eligieron España cuando tenían la opción por país de nacimiento y origen de sus padres de jugar con otros selecciones, inclusive en el caso de Le Normand y Laporte esta misma Eurocopa con Francia. Los dos centrales hispano-franceses, con trayectoria en las inferiores de Francia, se nacionalizaron españoles precisamente para poder competir con el equipo español. Laporte lo hizo en 2021, mientras que Le Normand consiguió el pasaporte en 2023. Los otros dos internacionales por España que pudieron elegir otra selección son Nico Williams (su hermano Iñaki sin ir más lejos se decantó por representar a Ghana, país de origen de su progenitores), mientras que Lamile Yamal tiene nacionalidad española, marroquí y guineana, banderas que lució en sus botas en su debut en la Eurocopa contra Croacia.
Alemania: Musiala ‘desertó' de Inglaterra
La anfitriona tiene en sus filas a siete jugadores que descartaron jugar con otras selecciones. Todos ellos nacidos en Alemania. El caso más llamativo es el de Jamal Musiala, que tras compartir vestuario con Bellingham, entre otros, en las inferiores de Inglaterra, decidió finalmente jugar “donde me siento más cómodo”. El último en decantarse por Alemania fue Deniz Undau, que hasta 2023 podría haber debutado también con Turquía (país de sus padres), un caso similar al de Emre Can. Leroy Sané, por su parte, estuvo cerca de jugar con Senegal (inclusive podría haberlo hecho con Francia), mientras que los otros tres jugadores con doble nacionalidad son Rudiger (Sierra Leona), Henrichs (Ghana) y Jonathan Tah (Costa de Marfil).
Países Bajos: La selección que ‘perdió' Surinam
Hasta 14 de los 26 internacionales de Ronald Koeman podrían no haber participado en esta Eurocopa de haberse decantado por representar al país de sus respectivas familias, siete de ellos con orígenes en Surinam, antigua colonia neerlandesa: Van Dijk, Ian Maarsen, Gravenberch, Wijnaldum, Xavi Simons, Bergwijn y Malen. Los otros internacionales con doble nacionalidad, aunque siempre vinculados a las inferiores de los Países Bajos por ser su lugar de nacimiento, son Aké (Costa de Marfil), Geertruida (Curazao), Frimpong (Ghana), Dumfries (Aruba), Gakpo (Togo), Zirneeg (Nigeria) y Depay (Ghana).
Italia: Las tentaciones de El Shaarawy
Mateo Retegui nació en San Fernando (Argentina) y no vivió de continuo en Italia hasta hace un año, cuando le fichó el Genoa. Pero el delantero tenía la nacionalidad italiana por sus abuelos y meses antes de recalar en la Serie A, Roberto Mancini le llamó a filas para la azzurra. Jorginho, brasileño de nacimiento, también tramitó la nacionalidad italiana por ‘herencia’, en su caso sus bisabuelos, aunque a diferencia de Retegui, el centrocampista se instaló en Italia con 15 años. El Shaarawy es otro de los internacionales italianos que podría haber jugado con otra selección. De hecho, a él le tentaron Egipto y Venezuela, nacionalidades que también tiene por sus progenitores. Bryan Cristante (Canadá) y Folorunsho (Nigeria) tampoco dudaron de jugar con Italia.
Bélgica: Roberto Martínez convenció a Onana
Doce futbolistas belgas tienen otra nacionalidad. Marruecos intentó sin éxito que Lois Openda jugara con ellos; Carrasco tuvo claro desde categorías inferiores que él jugaría con Bélgica a pesar de poder hacerlo también con España e inclusive con Portugal; mientras que Roberto Martínez fue quien convenció a Amadou Onana para que se alistara con Bélgica y no con Senegal, su país de origen. El resto de futbolistas nacidos en Bélgica pero con doble nacionalidad por parentesco familiar son Kaminski (Polonia), Witsel (Martinica), Tielemans (República del Congo), Orel Mangala (República del Congo), Jan Vranchx (República del Congo), Jeremy Doku (Ghana), Bakayoko (Costa de Marfil), Lukebakio (República del Congeo) y Lukaku (República del Congo).
Dinamarca: todos nacidos en el país
Dinamarca es una de las pocas selecciones en la que todos sus internacionales nacieron en el país. Ello no quita que alguno de ellos, por orígenes familiares, compartan a su vez la nacionalidad. Son los casos de Vestergaard (Alemania), Bah (Gambia), Hojbjerg (Francia), Delaney (Estados Unidos) y Poulsen (Tanzania).
Ucrania: nacidos en tierra enemiga
Ucrania tampoco cuenta con ningún futbolista que se haya nacionalizado expresamente para poder representar a la selección. De hecho solo tiene tres jugadores que por cuestiones familiares en sus primeros años de vida no nacieron en Ucrania y lo hicieron en ciudades de Rusia, como son Stepanenko, Sydorchuk y Yarmolenko, aunque todos ellos hijos de ucranianos y sobre decir que desde hace años no quieren saber nada de Rusia.
Croacia: una generación marcada por la guerra
La guerra de independencia de Croacia de la vieja Yugoslavia (década de 1990) marcó los primeros años de vida de los internacionales de Zaltko Dalic. Varios nacieron lejos del territorio familiar, de ahí su doble nacionalidad, aunque con el tiempo se decantaron por defender los colores del país de sus padres. Son los casos de Stanisic (Alemania), Sutalu (Bosnia), Porgracic (Alemania), Kovavic (Austria), Susic (Austria), Mario Pasalic (Alemania) y Marco Pasalic (Alemania). Borna Sosa también tiene pasaporte alemán.
Turquía: la llamada de la absoluta
En la convocatoria de Turquía para la Eurocopa hay varios futbolistas que en categorías inferiores defendieron la camiseta de los países en los que nacieron, aunque cuando recibieron la llamada de la absoluta se decantaron por Turquía, país de origen de sus padres. Son los casos de Cenk Tosun, Salih Ozcan y Haan Ayham, que llegaron a jugar con la Sub-21 de Alemania; y Kadioglu y Kokçu (con los Países Bajos hasta la Sub-21). Por su parte, Çalhanogliu, Yildiz y Müldün, si bien nacieron los dos primeros en Alemania y el último en Austria, se decantaron desde inferiores por la selección del país de sus padres.
Los hemanos Vanja y Sergej Miljnkovic-Savic, hijos de Nikola Milinkovic, podrían haber jugado esta Eurocopa con España. A fin de cuentas uno nació en Ourense y otro en Lleida, que es donde jugaba su padre en los años en los que vinieron al mundo y de ahí su doble nacionalidad. Lazar Samardzic nació en Berlín y jugó con Alemania en categorías inferiores, aunque en 2023 se decidió por la absoluta de Serbia. Su caso es similar al de Milos Veljkovic, aunque el central nació en Suiza, país con el que jugó hasta la Sub-16. Babic nació en Bosnia, pero juega con Serbia.
Suiza: una selección con varios casos peculiares
La selección de Suiza tiene historias curiosas relacionadas con la doble nacionalidad de alguno de sus internacionales. Por ejemplo, uno de sus futbolistas de referencia, Shaquiri, nació en la antigua Yugoslavia, aunque su familia emigró cuando él tenía un año y pese a tener también la nacionalidad de Kosovo, siempre se decantó por jugar con Suiza. Embolo sí tuvo la duda personal de jugar con Suiza o Camerún, país en el que nació y en el que vivió hasta los 5 años, cuando su madre emigró a Francia y de ahí a Suiza. Pero la Federación de Suiza aceleró los trámites para su nacionalización en 2015 y con ella debutó. Andoumi, por su parte, llegó a jugar en las inferiores de Turquía, aunque en 2023 se estrenó con la absoluta de Suiza, donde nació. Muogo, natural de Camerón, defiende la camiseta suiza desde categoría Sub-15. El caso de Kwadwo Duah también es pecular, porque pese a poder estar en el radar de tres selecciones (Inglaterra, donde nació; Ghana, por familia; y Suiza, tras obtener el pasaporte por residencia) la llamada de la absoluta de suiza no le llegó hasta el pasado mes de abril, con 27 años cumplidos. Los otros futbolistas suizos con doble nacionalidad por orígenes familiares son: Obafemi (Nigeria), Leonidas (Grecia), Ricardo Rodríguez (Chile), Zakaria (República del Congo), Jashari (Macedonia), Okafur (Nigeria), Vargas (República Dominicana) y Ndoye (Senegal).
Austria: Mwene meditó jugar con Kenia
El combinado austriaco tiene dos futbolistas con doble nacionalidad: Marko Arnautovic (Serbia) y Phillipp Mwene (Kenia). Éste último sí expresó en su juventud el deseo de jugar con Kenia, país de origen de sus padres, aunque finalmente debutó con la absoluta de Austria en 2021.
Polonia: Tres jugadores que no tuvieron ninguna duda
Taras Romanczuk nació en tierras de Ucrania, aunque hoy su única nacionalidad es la polaca. Piort Zielinski logró por tiempo de residencia la nacionalidad italiana, aunque en su mente siempre ha estado defender los colores polacos (internacional desde categoría Sub-15) y cerca de 100 partidos con la absoluta. Nicola Zalewski, por su parte, es italiano de nacimiento, y ha pasado toda su vida en la Roma. Zalewski nació en Tivoli porque sus padres emigraron hasta allí para evitar su padre tener que cumplir el servicio militar, aunque en los planes deportivos de Zalewski nunca pasó jugar con Italia. Es internacional polaco desde categoría Sub-16.
Escocia: Tierney, nacido en la Isla de Man
Los clanes familiares tiran mucho en Escocia y por ello hasta cinco jugadores nacidos en Inglaterra se decantaron finalmente por jugar para el país de sus padres y madres. Son los casos de Agniis Gunn, Liam Cooper, McTominay, Che Adams y Tommy Conway. Luego está el caso curioso de Kieran Tierney, que nació en Douglas, capital de la Isla de Man, entre Irlanda e Inglaterra, aunque la selección de este territorio no está afiliada a la FIFA.
República Checa: De cuna y de ancestros
Es la única sin futbolistas con más de una nacionalidad en su convocatoria. Todos son checos y también sus ancestros.
Hungría: Nego, el campeón que lo fue con Francia
La historia más curiosa entre los internacionales húngaros es la de Loic Nego. Nacido en París, fue campeón de Europa Sub-19 con Francia, país al que representó también en categoría Sub-20. Pero en 2015 se quedó sin equipo, recaló en un club húngaro y Francia se olvidó de él. En 2019 logró la nacionalidad húngara y debutó con su absoluta. Willi Orbán, ciudadano alemán, donde ha pasado toda su carrera deportiva e incluso fue dos veces internacional Sub-21, decidió finalmente debutar con la absoluta del país de sus padres y hoy es el capitán de Hungría. Callum Styles nació, creció, vive y juega en Inglaterra, si bien, como tiene nacionalidad húngara por sus abuelos, debutó con la selección en 2022. Marton Dardas, hijo del entrenador y ex futbolista húngaro Pal Dardai, nació en Alemania, si bien defiende los colores del país de su padre. Milos Kerkez también tiene doble nacionalidad (Serbia).
Georgia: El francés que marcó el primer gol del país en una Eurocopa
Georgiy Tsitaishivili nació en Ucrania, porque allí jugaba su padre. Inclusive llegó a proclamarse campeón del mundo Sub’20 en 2019 con el combinado ucraniano. Pero en 2021 debutó con la absoluta de Georgia. Georges Mikautadze, autor del primer gol en una Eurocopa de Georgia, nació en Francia, aunque desde 2022 es internacional georgiano.
Eslovaquia: Un argentino en sus filas
Vernon de Marco es argentino de nacimiento. De Córdoba concretamente. Su familia emigró a Mallorca cuando él tenía 10 años. De hecho, comenzó en España a jugar a fútbol, en el CD Constancia y llegó a estar a prueba en el Levante. Pero le salió una oferta para jugar en la liga eslovaca, donde logró la nacionalidad y le llamó la selección.
Eslovenia: Lovric, un austriaco ‘infiltrado’
Josip Ilicic nació en Croacia, aunque siempre ha jugado con Eslovenia. Sandi Lovric, por su parte, natural de Austria, llegó a jugar con las inferiores de su país de origen (hasta la Sub-21), si bien, en 2020 debutó con la absoluta de Eslovenia.
Albania: Ciudadanos del mundo
Lo de Albania es un caso más que peculiar. 23 de sus 26 internacionales tiene doble nacionalidad y 16 de ellos ni tan siquiera nacieron en el país, aunque los genes e historias familiares le llevaron a todos ellos a representar a Albania. Acabamos antes diciendo quiénes solo tienen una nacionalidad y es la albanesa: Kastrah, Hysaj y Muci.
Rumanía: Apellidándose Hagi no podía jugar con otra selección
Cuatro futbolistas rumanos tienen doble nacionalidad, aunque ninguno de ellos pensó jugar con otra selección que no fuera Rumanía. Son los casos de Bogdan Racovitjan, que nació en Francia, de madre francesa y padre rumano; Adrian Rus (Hungría), Ratiu (España), Mogos (Italia) y Ianis Hagi, que nació en Turquía cuando jugaba allí su padre. Pero claro, siendo hijo de Giga Hagi… ¿con qué selección iba a jugar?
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