EURO 2024 | FRANCIA
De olvidado en París a líder con Francia
Mike Maignan, que no pudo imponerse en París como canterano, se ha erigido en la Eurocopa como una de las piezas clave de la selección francesa.
Hace no mucho tiempo, contrastando con el período actual, el Paris Saint-Germain era un equipo que utilizaba a la cantera como moneda de cambio en traspasos o para hacer caja para cuadrar su Fair-Play Financiero. Los canteranos que llegaban al primer equipo eran una excepción, un milagro, como Rabiot o Kimpembe, y otros, como Nkunku, Coman, Diaby o incluso Maignan, eran invitados a hacer las maletas con prontitud por no tener sitio en la capital francesa.
El portero no tuvo ni siquiera una oportunidad para demostrar su valía en el PSG. Era una época en la que el glamour y las grandes inversiones acaparaban la actualidad y Maignan, por tanto, se vio obligado a marcharse. Debutó oficialmente con el club capitalino en julio de 2013, sustituyendo a Douchez, pero pronto supo que la cantera, en aquel entonces, no era la prioridad de la dirección deportiva, tampoco de Qatar.
En 2015, el Lille fichó a Mike Maignan, que se convirtió, poco a poco, en uno de los porteros más prometedores del fútbol francés. Su cénit llegó en la temporada 2020-2021, en la que el conjunto norteño, contra todo pronóstico, se proclamó campeón de la Ligue 1, arrebatándole el título precisamente al PSG. Una temporada de ensueño, con un porcentaje altísimo desde el punto de penalti, encajando tan solo 23 goles, fueron suficientes para que los grandes clubes de Europa monitorizaran al nacido en la Guyana Francesa.
Caprichoso es el destino y el Milan, que había perdido a Donnarumma, fichado por el PSG, el club formador de Maignan, decidió incorporarle por 15 millones de euros. Una decisión acertadísima en el histórico club italiano, con el que cosecho el título en 2022, siendo decisivo por sus innumerables paradas. Didier Deschamps, no ajeno a sus evoluciones comenzó a convocarle con regularidad. Había debutado en 2020, pero por una plaga de lesiones. Ya era el segundo de Lloris, cuya retirada estaba al caer.
Después del Mundial de Qatar, el ex del Tottenham anunció su retirada internacional, dejando un vacío casi irreparable por cualquier otro portero. Maignan, sin embargo, no se arrugó y, como en el Lille, cogió al toro por los cuernos. Se impuso en la titularidad desde el primer día y sus paradas y reflejos aseguraron durante muchos años la portería en la selección francesa.
Mike Maignan está demostrando en la Eurocopa que Didier Deschamps no se equivocó al darle las riendas de la titularidad con Francia. Guardián de la portería, un seguro de vida bajo palos, el canterano del PSG allanó la victoria de la tricolor en su debut, realizando una parada extraordinaria a Baumgartner, en el primer tiempo, que podría haber cambiado indudablemente el devenir del encuentro. Saliba le definió en rueda de prensa como “un líder natural”, un cancerbero que no para de ordenar al equipo.
Ante Países Bajos también fue decisivo. Cuatro paradas, dos de ellas a bocajarro, incluida una a Frimpong espectacular en los primeros compases del partido, le erigieron como un guardameta más que fiable. Y, en el último partido de la fase de grupos, frente a Polonia, Maignan le detuvo un penalti a Lewandowski, su especialidad, ya que ostenta el ratio más alto de éxito de parada desde los once metros de la historia de la Ligue 1, pero el árbitro lo mandó repetir y a la segunda no pudo blocarlo. Francia se aferra a Mbappé, también a Maignan, para llegar lejos en la Eurocopa.
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