Valverde no es de este mundo

No hay estudios fehacientes que lo confirmen, pero es lícito sospechar que visto lo que han aportado a la historia del fútbol, en la genética uruguaya hay algo especial. Competitivina, por así denominarla, de existir tal sustancia. Y Fede Valverde reventaría los registros. Metido en conserva desde su exhibición ante el City, que jugó infiltrado, al derbi llegó casi en parihuelas y con el muslo vendado y volvió a ser diferencial como lateral derecho. Neutralizó a Samu Lino, aportó a la construcción y proyectó la internada de Rodrygo en el 1-0. Competitividad pura y dura. Hasta tocado, titánico.

Decía Ancelotti que tiene “a los tres mejores laterales derechos del mundo”. Sonaba a boutade del italiano. Con Carvajal se daba por supuesto, pero fuera el leganense de circulación por su lesión, es lícito pensar que Valverde puede ser el dos más en forma del planeta... sin serlo realmente. Una nueva especie, un lateralcampista que es una herramienta táctica muy difícil de contrarrestar. Tanto fue así que aún esa posición un tanto híbrida el charrúa fue el segundo madridista que intervino en más acciones en el derbi, 90 en total. También el segundo que dio más pases (73). Otra ración de excelencia en un día especial para él, en su partido 300 como madridista. Fede es el futbolista número 46 que alcanza esa cifra tan redonda en la historia del club. Un partido después de que lo consiguiera Vinicius, en su caso en Heliópolis, otro pilar del presente y el futuro blanco alcanza la misma cantidad. “No me quedan palabras para él. Ha hecho un esfuerzo tremendo, fantástico. El cambio es solamente cansancio. Está contento de haber vuelto”, dijo Ancelotti sobre el uruguayo a final del partido.

Conceptos de defensa nato

“Valverde ha sido el mejor”, se quitaba el sombrero Santi Cañizares en el postpartido en Movistar+. “Ha defendido mejor que los propios defensas del Madrid, con más conceptos incluso que ellos, que no se dónde los habrá sacado...”. Inteligencia para absorber rápidamente cómo ‘atacar’ las acciones en defensa. Quedó más que patente en dos acciones de valor gol que le desbarató al Atleti. La primera, en el minuto 26 cuando se adelantó cuerpeando a Lino casi sobre la línea de gol en un centro de Giuliano que superó a Courtois. También en el 58′, al lanzarse bravo al suelo como un central para cortar un balón muy comprometido que podía dejar, de nuevo, a Lino en posición privilegiada. El que Carletto insinuara que Fede podría jugar “incluso de central, sin problema” ya no parece tan marciano. Es más, sólo parece cuestión de tiempo verle algún minuto ahí. Fueron esas dos jugadas salvadoras momentos puntuales en los que abandonó su autopista, el flanco derecho, donde fue omnipresente como muestra su campo de calor durante esta primera ración de euroderbis.

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Esfuerzos de futbolista avispado y sobre todo nada rácano en el gasto energético en esta Champions donde El Halcón está siendo, pese a los problemas físicos, la locomotora madridista: el que más ha corrido (98,4 kilómetros) y el tercero con más velocidad punta (35,2 Km/h) tras Vinicius y Mbappé. En el derbi la competitivina le hizo soportar casi los 90 minutos, hasta el 81 cuando fue sustituido por Lucas. Para entonces, su impagable labor ya estaba hecha. Ahora, este domingo contra el Rayo, el descanso del guerrero... Le espera el Metropolitano.

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