Un trago para resetear
El Atleti inicia la Copa en el día de Reyes con una petición en la carta: olvidar Girona y la Liga. Simeone rotará. El Lugo, rival de Primera Federación, busca dar la sorpresa aunque su paso en liga sea inestable.
EI Atleti alza la Copa en el día de Reyes para, simplemente, olvidar. Dar un trago largo y dejar atrás Montilivi, la Liga, los tres goles de Álvaro Morata para no lograr ningún punto en Girona y la distancia de una cabeza que se aleja, a diez puntos. Una Copa que es un reseteo y un reto. El segundo camino más corto hacia un título, tras la Supercopa de España que la semana que viene se juega en Riad, Arabia. Lo malo para el Atleti es que las dos se juegan lejos del Metropolitano. Y cuando el Atleti se aleja dos pasos de casa es como si a Sansón le raparan el pelo a cero, un desastre.
Encadena cuatro derrotas en Liga fuera de casa por primera vez en la historia del Cholo en el banquillo rojiblanco, una historia, por cierto, cuando amanezca el domingo día 7 de enero que cumplirá 12 años. Ayer viajó a Lugo para el primer trago de esta Copa en un duelo inédito, que nunca antes ha sucedido. Un Lugo, rival de Primera Federación, que ha visto los vídeos del Atleti frente a la Cultural en la Copa (2020) o Cornellà (2021) para tratar de indigestarle esta Copa también al Cholo. Aunque su paso en la liga sea tambaleante.
Porque son octavos en su grupo. Porque se fue Munitis. Porque llegó Paulo Alves y en el primer partido, ante el Celta Fortuna, esta misma semana, cayó. Pero hay Copas que se alzan con esperanza de derribar gigantes, la historia de David frente a Goliat, esa Cultural o ese Cornellà frente al Atleti. El Anxo Carro se llenará. Desde el 26 de diciembre, el día que salieron las entradas a la venta, las colas rodeaban al estadio del Lugo, con capacidad para 7.133 espectadores.
El paso de los rojiblancos esta Navidad por Lugo será para las arcas del club como si hubiera tocado, de verdad, El Gordo. “260.000, 270.000 euros”, valoraban hace unos días desde su directiva, presidida por Tino Saqués, un hombre que mirará desde el palco con el corazón dividido. Porque, a pesar de la distancia con Madrid, 498 kilómetros, que este sea un enfrentamiento que nunca se ha dado, el Atleti se sentirá casi como en casa. Dos peñas rojiblancas (Lucense y Lucus Augusti) habitan en esta ciudad, más la Noroeste que se desplazará desde A Coruña.
Rotaciones
Simeone hará rotaciones, pero quizá no tantas como imaginaría para un partido de primera ronda de Copa del Rey. Con un once de titulares que ya no lo son (Saúl, Correa), que quieren serlo (Memphis) o que directamente no cuentan (Galán). También titulares como Witsel, Oblak y un Nahuel suplente de inicio en Montilivi. Enfrente, en el Lugo la estrella es Jozabed, un jugador que conoce la elite, ex del Rayo, Fulham o Celta, en un equipo que encaja poco pero tampoco marca demasiado (su pichichi es Willy Ledesma, con seis tantos), resultados cortos, partidos largos. Eso último es algo que quiere evitar el Atlético. Para hacer de esta Copa ese trago que ahora más necesita. Amable y con eso que tanto necesita: volver a ganar fuera de casa.
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