Oriol Riera: “Ahora hay dudas, pero en unos años se hablará de Messi como el mejor de todos los tiempos”
Debutó en el Barça junto al astro argentino. Ahora entrena al Tudelano. “Me apasiona lo que hace Las Palmas”, dice del rival copero de esta noche.
Se retiró muy joven, con 34 años. Nada de lesiones. El COVID y la “valentía” hicieron el resto. “Me ofrecieron ser segundo entrenador del Alcorcón B y no me lo pensé. Como jugador ya había tenido suficiente”, confiesa Oriol Riera, actual entrenador del Tudelano, hoy rival de Las Palmas en Copa del Rey.
“Me apasiona lo que hace. Es un equipo muy superior en todo, así que simplemente tenemos que intentar ser nosotros mismos”, dice antes de este partido del torneo del KO, cuyo formato actual le parece más que justo. Así lo ejemplifica: “Estos equipos de Primera División pueden dejarte una taquilla que te puede subsanar, simplemente, cosas como poder mejorar el campo, pagar las 2-3 últimas nóminas de los jugadores, hacer alguna incorporación en diciembre…”.
Al otro lado del teléfono se descubre a un ex futbolista de modales exquisitos, puntualidad suiza y con memoria precisa. Hace 20 años debutó en el primer del Barça junto a Messi. Antes coincidió en las categorías inferiores de La Masía con García Pimienta, entrenador de Las Palmas, dirigiéndoles en la banda. “Con nosotros subían Cesc o Messi. Veías que era evidente que Messi iba llegar al primer equipo, pues era un futbolista muy diferente. Pero nadie se podía imaginar que conseguiría tantas cosas”.
De cara al partido de hoy lo tiene claro: “En Las Palmas son tan superiores en todo que tenemos que ser nosotros mismos. Lo preparamos como uno más, como siempre”.
Para usted, a nivel personal, también debe ser un gran reto enfrentarse a un equipo de Primera División.
Sabemos que son cuatro categorías de por medio, y la verdad es que el talento, el físico y todo lo demás está muy por encima. Simplemente hay que intentar ser tú mismo, cambiar pocas, ser lo más fieles a nosotros mismos para que nos sirva para la liga, que es lo que realmente nos da de comer. Lo preparamos como un partido más, como siempre.
La ilusión debe ser máxima tanto para su equipo como para Tudela. Viene el octavo clasificado de Primera División.
La verdad es que sí. Nos planteamos este año pasar la primera ronda de la Copa para tener un equipo de Primera División en el Ciudad de Tudela, que es algo que no había pasado. Poder tenerlo, disfrutarlo y además un equipo que juega tan bien al fútbol, para que la gente aquí de Tudela, de lo que es la Navarra baja, es un buen partido para poder disfrutarlo y afrontarlo con la máximo ilusión
Afronta su segunda temporada en el Tudelano. ¿Cómo le va la vida en los banquillos?
Es algo muy diferente, la verdad. Cogimos el club el año pasado, descendido de 1ª RFEF, con muchos impagos, con una deuda de 1,4 millones. Lo cogimos para intentar refundarlo, intentar volver a ser un equipo importante. Poco a poco estamos intentando construir algo importante, con unas bases muy sólidas.
Usted se formó en el Barça pero tuvo que buscarse la vida fuera. ¿Qué idea de juego le intenta inculcar a sus futbolistas?
Son categorías muy complicadas para hacer según qué. Pero por ejemplo, lo que hace Las Palmas a mí es un tipo de fútbol que me apasiona y que me gustaría hacerlo a la perfección, al 100% como hacen ellos. Me gustaría mucho más porque el talento es diferente. Pero buscamos juego combinativo, tener la posesión, intentar que el equipo salga bien con la pelota y esté bien estructurado. Es algo que siempre se me ha inculcado. Como jugador, estando en equipos que esto no lo hacían tanto, cuando nos tocaba contra los que sí lo tenían siempre era muy difícil ganarles. Intento que estén algunos principios de los que aprendí en el Barcelona.
Allí coincidió con García Pimienta, entrenador de Las Palmas.
Sí. En su primer año, que entra como segundo de Alex García, me entrenó a mí en el cadete.
¿Qué recuerdos le quedan de aquella época?
Muchos… Él seguía jugando, era muy joven. Entró con Álex García, que ahora está allí en Las Palmas. Luego tuve a Álex también como seleccionador catalán. Es una pareja que la tengo en el recuerdo y que hemos seguido teniendo relación.
Un sueño común que ahora continúa, separado, fuera del Barça.
La relación ha continuado siendo muy buena porque venimos de lo mismo, la misma época. De intentar hacer bien las cosas, ser buenos compañeros, intentar leer el fútbol de la misma manera. Lo que hacía Pimi en el Barça B era una auténtica locura y a partir de ahí pude seguirle más, a nivel profesional, cuando pasó a Las Palmas. Lo que está consiguiendo allí no es nada fácil. Cuando sales del Barça, donde todo es mucho más cerrado, poner la misma idea en otro club no es fácil. Es muy bonito ver que están ahí y teniendo éxitos.
En aquel cadete se juntó gente muy buena…
Bueno… ¡Mucha! Hay jugadores que han hecho más carrera fuera del Barça. Era una generación donde algunos llegamos a Primera División. Con Álex, incluso, en la selección catalana eran jugadores espectaculares. Gente que en aquel momento no era titular ha llegado a Primera División.
Dígame nombres.
Jordi Gómez, por ejemplo. Con nosotros subían muchas veces Cesc Fábregas o Leo Messi, que eran un año menores. También estaban por ahí Pedrito o Sastre, que ha hecho carrera en Primera. Queda muy lejano pero sí que empezamos a tener buenas generaciones en aquel momento.
Usted debutó con el primer equipo, el mismo día que Messi, en Oporto. Se acaban de cumplir 20 años (16/11/2023). ¿Se imaginaba que Leo llegara a ser al menos la mitad de lo que es?
Siempre digo que todos sabíamos que acabaría en el primer equipo porque era algo muy, muy diferente al resto. Pero que hiciera todo lo que ha hecho, consiguiendo tantas cosas a nivel individual y colectivo, ni yo ni nadie lograba imaginarlo. Ha pasado a la historia, y dentro de un tiempo hablaremos de que es el mejor de la historia. Ahora siempre están esas dudas, pero pasarán los años y cada vez será más firme que será el mejor de todos los tiempos. En aquel momento jugabas y solo veías a un chico muy pequeño, muy diferente, al que costaba mucho sacarle el balón. Resolvía todas las situaciones complicadas y sabías, por supuesto, que acabaría en el primer equipo.
Pimienta asegura que en el Barça se educa en un determinado modelo de juego pero que los jugadores tienen herramientas para buscarse la vida fuera. ¿Tuvo que cambiar muchas cosas cuando salió de allí?
En el Barça te enseñan unos principios básicos, sobre todo con balón, que te pueden servir en cualquier equipo porque hablan de contextos, de perfiles, de espacios… Es algo que puedes incorporar en cualquier equipo. Pero la verdad es que el Barça no te prepara para jugar en cualquier equipo. Futbolistas que salen de allí si van a conceptos como Las Palmas o el Andorra, allí se encontrarán mucho más cómodos. En cambio, si van a equipos como el Getafe u otros con aspectos de juego más cerrados…
Como el Alcorcón, por ejemplo, donde estuvo usted.
Sí. Son conceptos de fútbol donde el jugador necesita una adaptación muy grande porque en el Barça no te enseñan eso. Creo que hay otras canteras que te dan conceptos más básicos generales. El Barça te enseña un tipo de fútbol, sobre todo con balón, muy concreto. Hay otros conceptos sin balón que no te enseñan tanto. Creo que todo forma parte del aprendizaje, y todo lo que te enseñan lo puedes incorporar a cualquier equipo. Pero sí que tienes que nutrirte, sobre todo sin balón.
¿Le costó mucho asumir que ya no podía seguir en el Barcelona?
La verdad es que no. En mi último año allí (2005/06), con lesiones, no acababa de estar cómodo en el Barça B. Tenía muchos problemas para jugar y desarrollarme. Al final tenía decidido que o dejaba el fútbol o me tenía que ir de allí, y creo que por ambas partes fue de mutuo acuerdo. Aún así tenía tres años más de contrato. Decidí irme y el Barça me lo facilitó absolutamente todo para intentar buscarme la vida por otro camino, conociendo otro fútbol, otra manera de jugar. Tuve 3-4 meses de adaptación para conocer otros conceptos en el Grupo Vasco de Segunda B, en la Cultural Leonesa, donde hay mucho fútbol directo, mucha segunda jugada, algo diferente a lo que yo estaba acostumbrado.
Este formato de Copa del Rey se intuye que es de gran ayuda para clubes modestos como el Tudelano.
Está claro que es el que debería ser. La gente que plantea que ya sea a doble partido tan pronto creo que es meterle más a los equipos grandes, algo que no tiene ningún sentido. Hay que sarle algo más de valor y ayuda sobre todo a los equipos de categorías mucho menores, donde los ingresos por parte de televisiones, sponsors o el estado son absolutamente nulos. Si consigues pasar rondas, estos equipos de Primera División pueden dejarte una taquilla que te puede subsanar, simplemente, cosas como poder mejorar el campo, pagar las 2-3 últimas nóminas de los jugadores, alguna incorporación en diciembre… Son ayudas que a nosotros nos vienen muy bien porque vamos absolutamente al límite, viviendo al día. Al final te deja taquilla, ingresos, reconocimiento de las instituciones… Desde ahí se mejora todo.
Usted tiene 37 años. Lleva al menos dos entrenando. ¿Por qué se retiró tan pronto? (Con el Fuenlabrada, año 2020).
Sí… Me retiro con con 34 y la pandemia de por medio. Fue un año donde se paró el fútbol y reflexioné muchísimo. Me saqué el título de entrenador, el primero, con 20 años. Tenía muy claro lo que quería hacer y el proyecto que quería. Se me ofrece la posibilidad de ser segundo en el Alcorcón B y no me lo pienso para empezar así por otro camino, un plan B como entrenador, que es algo que me apasionaba. En los últimos años ya empezaba a ver el fútbol completamente diferente, a preguntar mucho, a escuchar a mucha gente. Soy de las personas que creen que hay que ser valiente, y en aquel momento mi cabeza decía que como jugador ya tenía suficiente y que necesitaba otros retos en mi vida.
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