Final antes de la final
El Barcelona se apunta esta noche a la resistencia y el Real Madrid al ataque para poder alcanzar la final de Copa. De Jong, última baja confirmada del equipo de Xavi.
Al Madrid de los milagros le falta aún el doble mortal: hacerlos sin el respaldo del Bernabéu, cómplice necesario en casi todas sus hazañas. De suceder, vista también la ruta de la Champions, será este año, empezando por hoy, donde debe remontar ante el Barça un 0-1 adverso para meterse en la final de Copa, el título que tiene más a mano de los que restan por disputarse. Para el Barça, eliminar al Madrid, con la Liga en el bolsillo, es caza mayor (sigue el partido en directo en As.com). Ambos buscan mantener viva la esperanza de un triplete, aunque al Madrid le quedará aún la bala de la Champions, que es de oro. Será el quinto Clásico del curso y ya se ha visto de todo. Los dos primeros resultaron muy desiguales, con reparto de victorias. Los dos últimos, igualados, con triunfos al esprint del equipo de Xavi.
Es difícil calibrar si es el Clásico más relevante del curso, pero probablemente sea el que más alargue su resaca. Especialmente en el Madrid, con Ancelotti en el aire y seis futbolistas (Benzema, Modric, Kroos, Nacho, Asensio y Ceballos, porque Mariano está sentenciado) con la renovación pendiente. Todo en una atmósfera asfixiante a cuenta del caso Negreira, en el que el Madrid ya ha anunciado que se personará, del descontento blanco con el VAR tras el duelo del 16 de marzo (aquel gol anulado a Asensio afinando o desafinando con las líneas) y de las acusaciones que pesan sobre Gavi y Vinicius, con encendidas defensas de sus respectivos técnicos. Sobre ambos sobran datos y caben interpretaciones. El blaugrana es el jugador que más faltas comete en la Liga (60), pero también es cierto que el top 10 está repleto de futbolistas creativos (Trejo, el propio Vinicius, Lamela, Yeremy Pino, Lucas Boyé…). Y el madridista es el que más infracciones sufre, pero parece mal encajador: ocho amarillas, gran parte de ellas por protestar. Ambos quedan bajo la lupa en un partido que se presume diferente al último de Liga.
La ida
El Barça llega tan en precario como en el choque de ida. En el Bernabéu faltaron Christensen, Pedri y Dembélé, que siguen de baja, más Lewandowski. Ahora recupera al polaco, pero pierde a De Jong, tan valioso como él. Así que no se descarta un equipo de resistencia o de cerrojazo, según desde el lado que se mire, como entonces. Ahí quedaron los datos. El equipo de Xavi se maneja en la Liga con un 62% de posesión y aquel día se quedó en el 35%. También cayó su promedio de tiros (de 13 a 4) y de pases (de 641 a 407). Su gran mérito, que le sirvió para ganar el partido con un autogol de Militao, fue conseguir que ninguno de los 12 disparos del Madrid fuese a puerta. En Elche Xavi reservó lo que pudo (Balde, Busquets, Kessié, todos titulares esta noche) y hoy pondrá lo que le queda, con Raphinha, que faltó en el Martínez Valero por sanción.
También repetirá con Araújo como lateral. Seis veces ha jugado ante el Madrid. Ganó las cuatro en que ocupó la banda, perdió las dos en que fue central. Hasta ahora ha sido implacable con Vinicius en un enfrentamiento limpio y hasta educado. Ni un mal gesto del madridista ni una mala palabra del uruguayo: “Vinicius es el número uno en el cara a cara; un jugador desequilibrante”.
Modric, Valverde y nueve más
Ancelotti también reservó a sus jugadores más castigados por el Virus FIFA. Como el Barça, miró por detrás del encuentro ante el Valladolid y no dio un minuto a Carvajal, Modric y Valverde. Los tres estarán hoy (con alguna opción para Lucas Vázquez) y también, probablemente, Nacho, sancionado el domingo, para intentar frenar a Raphinha. A diferencia del Barça, el Madrid nada en la abundancia de efectivos. Rüdiger se ha recuperado, esta vez está Alaba y la necesidad apunta a un once más ofensivo de lo habitual. El resultado de la ida lo exige. No se descarta la suplencia de Kroos y Tchouameni para un centro del campo de mucha carga energética con Camavinga y Valverde, Modric por delante y el frente de ataque más amplio posible: Rodrygo, Benzema y Vinicius. El gol está de su parte. Cuatro jugadores blancos (Benzema, Vinicius, Valverde y Rodrygo) suman ya más de diez goles. En el Barça, solo Lewandowski. Y dos de sus cinco mejores anotadores, Pedri y Dembélé, están fuera.
Abundando en el tema, Benzema ha marcado 16 goles después del Mundial y Lewandowski, que empezó lanzado, solo siete. El factor descanso, o la falta de él, en dos futbolistas veteranos parece decisivo en el cambio de tendencia. De hecho, la media anotadora del francés en la Liga es superior ya a la del polaco, aunque viene de un doblete en Elche.
De parte del Barça están una defensa infranqueable y el factor anímico. Le ha ganado los tres clásico más recientes al Madrid, cuyas únicas dos derrotas en los últimos dos meses han sido frente a los azulgranas. También pesará el estadio, pero el Madrid ha sabido abstraerse en los últimos tiempos. De hecho, en los siete años precedentes ha ganado (tres victorias) más que ha perdido (dos derrotas). Mérito de Zidane, que invirtió esa tendencia. Esa buena racha mejora incluso en la Copa. En las siete visitas que ha hecho el Madrid en la competición desde 1959 solo perdió una vez y obtuvo dos resultados que le clasificarían (1-3) y otro que le llevaría a la prórroga (1-2). Nunca ha sido su competición favorita, pero las preferencias cambian si la necesidad aprieta.