El Tenerife elimina a un gran Depor de forma cruel

Deportivo y Tenerife disputaron una igualada eliminatoria de Copa, de esas en las que la diferencia de categorías se diluyen en el césped. De esas emocionantes que dan valor a una Copa que muchos desprecian. El pez pequeño, el Depor en este caso, dio la cara y fue mejor durante la gran parte de un partido que terminó de forma cruel. El Tenerife demostró la pegada del pez grande, aprovechando casi todas las ocasiones que tuvo. Primero, igualando en el tiempo reglamentario el gol de Mella para ir a la prórroga con el tanto de Nacho. Álvaro adelantó a los chicharreros en el tiempo extra, pero los de Idiakez se revolvieron para igual con un golazo del juvenil Kevin Sánchez. El Depor se quedó con uno menos a diez minutos del final y cuando se olía la épica de los penaltis, un error forzado de Mackay dejó el balón muerto para que Sergio González acabase con el gafe del Tenerife en Riazor que duraba desde 1990. Alegría visitante y duro final para un Deportivo eliminado, pero que se lleva muchas cosas en la mochila para creer y crecer.

Como era de esperar Idiakez y Garitano presentaron muchas novedades en sus onces con una mezcla de juventud, oportunidades y descanso para muchas de las piezas intocables en la liga y los dos ex, José Ángel y Álex Corredera, como titulares. Precisamente el primero en aparecer fue un canterano. Un David Mella que tardó diez minutos en merendarse su banda, desbordar a la defensa visitante y poner el 1-0 después de que su primer remate tocase el palo para delirio de Riazor. Un tesoro blanquiazul de 18 años que recordó al Tenerife que tocaba despertarse. Lo que pasa es que los isleños no se dieron por aludidos porque fueron incapaces de poner a prueba a Mackay en todo el primer tiempo. No solo eso, un Depor sin complejos le ganó todas las batallas defensivas sin acularse en ningún momento y fue también mejor con balón, aunque sin llegar a disfrutar de ninguna ocasión clara. Gran imagen local, limitado y desaparecido Tenerife.

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El descanso fue aprovechado por Garitano para apretar las clavijas a los suyos, porque salieron los mismos del primer tiempo pero con una actitud distinta conscientes de que por el mismo camino el único destino era despeñarse. Sin embargo, el primero en aparecer fue de nuevo Mella, que tuvo el segundo ante un Tomeu Nadal que logró evitar el cataclismo. De la sentencia se pasó al empate en la primera llegada del Tenerife. En un buen centro raso de Jesús que Nacho, ganando el espacio en el corazón del área, remató casi a placer. Jugada de lateral a lateral en el primer error local para devolver la igualdad al marcador.

El empate dio confianza a los chicharreros, que poco a poco, paso a paso, comenzaron a inclinar el campo a su favor. La respuesta de Idiakez, después de lo remado, fue de tirar de Lucas Pérez y Yeremay en un claro mensaje de ir a por la eliminatoria. Nuevo equilibrio en el partido sin que nadie lograse dominar, sin que nadie lograse amenazar de forma seria y continuada ninguna de las dos porterías. Tampoco el arreón final de los visitantes fue capaz se inclinar la balanza para llegar a lo que ninguno de los dos entrenadores quería: la prórroga con su correspondiente carga de minutos.

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Si los de Idiakez no tuvieron complejos durante los 90 minutos, tampoco en la prórroga, en la que siguieron firmes con sus ideas y ambición. Tanto, que el juvenil Kevin, un debutante, tuvo el segundo en el minuto 98, pero su remate terminó en córner. No ocurrió lo mismo con el centro-chut de Álvaro en el 101′, un disparo que transitó desde el lateral hacia la portería sin que nadie tocase, pero que sorprendió a Mackay tras el bote. Mucho premio para unos, mucho castigo para otros.

A pesar del varapalo, los coruñeses no se rindieron y en una mañana de cantera apareció Kevin Sánchez nada más comenzar el segundo tiempo de la prórroga. El internacional español, de solo 18 años, cabeceó en el segundo palo un centro pasado para darle la parábola perfecta y batir a un sorprendido Tomeu Nadal. Enorme golazo, enorme alegría. Subidón en Riazor con el empate que bajó los decibelios cuando solo tres minutos José Ángel, que estaba realizando un gran partido ante sus ex, vio la segunda amarilla para afrontar los últimos minutos con uno menos. Todo acabó en el 121′ cuando Mackay falló al no poder atajar un remate de cabeza para que Sergio Gonzalez marcase casi sobre la línea de gol cuando se olían los penaltis.

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