El Metropolitano contra un huracán
El Atlético lleva más de un año sin perder en su estadio. El Madrid suma 12 victorias en sus últimos trece partidos . Witsel apunta a titular. Rodrygo, tocado.
La final de la Supercopa demostró que un año es un siglo en el fútbol. El reto del Atlético es que también lo sea una semana, la que ha transcurrido de Riad al Metropolitano. Y es que la gran diferencia que presenta este segundo capítulo de la trilogía de derbis es el escenario, la guarida de un Atlético casi imbatible ahí. De hecho, hace más de un año que no cae en su estadio. El último en ganarle fue el Barça, en enero del año pasado, con un gol de Dembélé. De eso hace ya veintitrés encuentros y por medio ha transcurrido una racha de veinte victorias consecutivas de la que el Madrid fue víctima principal. Estadio al margen, tres días más de descanso están también de su parte (sigue el partido de hoy en directo en As.com).
Una semana da para cambiar poca cosa. Permite invertir el ánimo, descansar las piernas, golpearse el pecho frente al vídeo y recuperar futbolistas. De estos, Barrios está listo, aunque una indisposición le impidió de nuevo entrenarse lunes y martes, pero es alternativa durante el encuentro. Memphis también llegó a tiempo. Faltó en Riad por una contractura muscular y ha acelerado en la última semana para estar hoy. Un caso curioso el del holandés, que ha jugado poco por sus frecuentes lesiones musculares, pero mantiene un buen promedio anotador: cuatro goles en solo 412 minutos. Esos registros están por encima de los de Correa, que con el doble de oportunidades solo lleva un tanto más. Con él y con Barrios, el plan B del Atlético sale fortalecido. Porque lo cierto es que Simeone tocará poco su once, ya no tanto por falta de profundidad de plantilla sino porque el equipo compitió bien en Riad mientras le aguantó el físico. Durante la semana probó el mismo equipo con pequeños cambios. Los más probables son la entrada de Nahuel Molina por Llorente y de Witsel por Savic. El belga ha jugado 26 de los 27 partidos oficiales de la temporada y solo en tres de ellos lo ha hecho en su verdadero puesto, pivote. Central a la fuerza, ha sido un buen parche en una zona muy castigada por las lesiones.
El mejor Morata
En el Madrid, Ancelotti acabó con la incógnita principal: hoy jugará Lunin y ante el Almería, Kepa. El partido a partido a su manera, porque nada quedó claro del domingo en adelante. En cualquier caso, las sensaciones y los registros de Lunin son excelentes: solo siete goles encajados en once partidos y cinco porterías a cero.
Por delante del ucraniano es posible que Ancelotti calque el once de la final de la Supercopa, con alguna opción para Modric y quién sabe si para Camavinga. Atrás repetirá el cuarteto de defensas pesimistas de cabecera.
En los dos derbis disputados hasta ahora se han visto ya doce goles, seis por cabeza, lo que habla estupendamente de los ataques de uno y otro. Griezmann y Morata empatan a 17 tantos, una cifra especialmente llamativa en el delantero centro. Solo en su primer año en la Juventus (20 tantos) y en su último en el Madrid (19) ofreció mejores cifras, pero aún restan cinco meses de competición.
Lo mismo vale para el Madrid, que dispone del jugador más determinante de la temporada: Bellingham. El 69,2% de sus goles en la Liga pueden considerarse claves, entendiendo como tales aquellos que sirvieron para igualar un partido o para adelantar a su equipo. El Madrid ha ganado el 90% de los partidos de la competición doméstica en que jugó él. Y un aviso para el Atlético: de sus trece goles en la Liga, nueve los hizo fuera.
Un ataque brutal
También Rodrygo y Vinicius llegan en máximos. El primero, tacita a tacita, lleva ya once goles. Ayer se entrenó en solitario, afectado aún por la paliza de Riad, y aunque Ancelotti confirmó que llega a tiempo, no es descartable que comience en el banquillo y Brahim ocupe su plaza. Rodrygo fue imparable entre noviembre y diciembre y en enero ya suma dos goles y una asistencia. VInicius, por su parte, firmó tres tantos ante el Barça en su tercer partido tras la lesión. No estuvo en el derbi liguero y el Madrid lo notó. Enganchado a ese tridente ofensivo, el equipo blanco suma doce victorias y un empate en los últimos trece partidos. En lo que va de temporada solo perdió el partido del Metropolitano y presenta unos promedios impresionantes: 2,42 goles anotados y 0,82 encajados por partido.
La historia dice que el pleito será largo. Desde la llegada de Simeone, Madrid y Atlético han disputado siete finales o eliminatorias a un partido y todas acabaron en la prórroga. En dos ocasiones fueron necesarios los penaltis, tandas ganadas por el Madrid. En ese vida o muerte, el equipo blanco vence por 5-2. El último precedente es de hace solo una semana, pero en aquella ocasión hubo mayoría madridista en la grada. Simeone lo señaló con cierta ironía. Hoy, en cambio, el Atlético ha preparado una coreografía excepcional. El público es su gran baza. La del Madrid, su capacidad ignífuga: solo ha perdido dos veces en siete visitas a ese estadio.
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