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Copa del Rey Juvenil (Octavos) | Betis 6 - Real Madrid 1

Bochorno, set y partido

Baño histórico al Madrid en los octavos de la Copa Juvenil. Un sonrojante 6-1 manda a los de Arbeloa a casa. Grave error del portero merengue con 2-0.

Bochorno, set y partido
Real Betis

La lluvia en Sevilla fue una pesadilla. La de goles; uno tras otro, hasta seis. El Betis endosó un set histórico al Madrid, en la Copa Juvenil, para mandarlo a la lona. Quedó tan tocado, que el árbitro no tuvo ni que hacer la cuenta atrás. Estaba KO. Inerte desde bastante antes del pitido final. Porque hay mil maneras de morir, pero la de este miércoles será recordada como una de las peores. Sin apenas dar la cara. Sin orientación ni respuesta. Sin ‘ADN Real Madrid’. Sevilla vivió un vendaval de los que hacen sentir impotencia e invitan a apagar el televisor. O a descorchar el champán. Depende de la bufanda. Pero el Betis se dio un homenaje, arrasó con todo y estará en cuartos. Firmó lo que para el Madrid fue un bochorno absoluto. Una herida de las que dejan cicatriz. Jaque mate en Copa.

Era una eliminatoria a partido único. Un cara a cara a vida o muerte. Y tocó en Sevilla, desafío mayúsculo para el Madrid, que debía visitar a una de las canteras más en forma del momento. Este Betis tiene materia, pero sobre todo tiene duende. Chavales que sienten la camiseta y mueren por ella. El compromiso, en un vestuario donde el talento abunda, es un trampolín al cielo. El ingrediente que tiende a desnivelar balanzas. A la receta sólo le falta una cosa, un líder y lo tiene: Pablo García. Aún desconocido para el mundo, pero lo conocerán. Es el máximo goleador histórico de la cantera del Betis; el máximo goleador español juvenil en 2024. Un crack.

Más que un ‘gol psicológico’

Y el verdugo del Real Madrid esta noche. Suyos fueron cuatro de los seis goles. Y en concreto, los dos que abrieron la sangría. Porque el partido iba 0-0 en el 40′ y, aunque el Betis se asomaba más al área rival, el Madrid latía, tenía vida, mordía por momentos. Pero llegó el espadazo, sentido como una katana envenenada. Pablo García marcó en el 44′ y repitió en el 46′. Silbatazo del árbitro y descanso. Aquello del ‘gol psicológico’ se queda corto, en comparación con lo que esto supuso. El Madrid nunca volvió. Game over.

El error del 3-0

Y por si fuera poco, hablando de katanas, se hizo el harakiri. Su portero intentó regatear a Morante (sí, hijo del torero), perdiendo el balón y regalado el 3-0. Ahí, las posibilidades de clasificarse se volvieron aún menores del 2,9% que los mayores tienen de meterse, esta noche, en el Top-8 de la Champions. Y eso que Arbeloa, más que enfadado, inyectó energía a los suyos, que encontraron el 3-1 por medio de Valde. Pero fue un espejismo. Maquillaje en una noche que no maquilla absolutamente nada.

Humillante

El Madrid fue perdiendo la fe con el paso de los minutos y cuando lo hace, deja de ser el Madrid. Así de sencillo. Y deja de ser un equipo. Así de simple. Se volvió un títere en los minutos finales, quedando a merced del Betis, que redondeó la noche hasta llevarla a una humillación de época. Pablo García encontró el hat-trick en el 86′, pero le supo a poco. Así que hizo el póker en el 90′. El marcador reflejaba un 5-1 y la afición vivía una fiesta en la grada. Había quienes se frotaban los ojos. Y tal vez por hacerlo, se perdieron el sexto, obra de Richarte. Una maravilla, una pesadilla.

El Betis, a cuartos

Se clasifica el Betis, que estará en cuartos de Copa. Y de qué manera. Tras protagonizar un set histórico. Una goleada de las que se hablará durante mucho tiempo. Los de Arbeloa se van por la puerta de atrás y con las orejas gachas. Adiós a la Copa. Era una eliminatoria a partido único y terminó en KO. De haber sido boxeo, el árbitro habría tenido que parar el combate antes de tiempo. Fue una lluvia de goles. Un diluvio. Bochorno, set y partido.

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