Valverde, un uruguayo que recuerda a los mitos alemanes
El charrúa logró un golazo que alcanzó los 95,94 km/h, según un estudio realizado por ‘El Chiringuito’
Fede Valverde (25 años) no se lo pensó dos veces: vio venir el balón despejado por Ostigard (23), controló con la derecha y disparó sobre la portería de Meret (26). El trallazo del uruguayo roza levemente en Olivera (25), lo que obliga al meta partenopeo a hacer un extraño, llegando a rozar el balón que, tras tocar en el larguero, golpea en la espalda del portero y entró en la portería del Nápoles. Era el tercer gol del Madrid, un tanto que le servía para llevarse los tres puntos en su visita al sur de Italia y comandar el Grupo C de la Champions. Otro golpe de autoridad tras el dado el pasado sábado ante el Girona, al superar al entonces líder de la Liga en su propio terreno con un resultado contundente (0-3).
Los datos están ahí: el gol, aunque la UEFA se lo da a Meret en propia meta, es un misil tierra-aire que recorre 26,5 metros en apenas un segundo en llegar a la portería, lo que equivale a que la velocidad que alcanzó fue de 95,94 km/h, según un estudio efectuado por ‘El Chiringuito’. Esa cifra recuerda a las velocidades que alcanzaban los disparos de Roberto Carlos cuando vestía la camiseta del Real Madrid y de la selección brasileña. Aunque el récord está fijado por un excanterano blanco, Javi Galán, que alcanzó los 138 km/h en 2020.
Para Valverde, este tipo de goles no es nuevo. Ya la pasada temporada anotó 12 goles entre todas las competiciones: de esos 12 tantos, cinco (el 41,66%) fueron con disparos desde fuera del área. Lo hizo ante el Mallorca, en el que seguramente fuese su mejor gol de la pasada temporada tras recorrerse cerca de 60 metros, arrancando en su área, antes de soltar un zurdazo que entró como un obús en la meta defendida por Rajkovic. También ante el Barcelona, Elche, Sevilla y Celtic de Glasgow en Champions. En esta campaña, ya marcó ante la Real Sociedad también desde fuera del área, pero con un disparo más ajustado que golpeó en el poste antes de entrar en la meta de Remiro.
Un gol que recuerda históricamente a los que lograban excelsos centrocampistas alemanes de las décadas 80-90, con aquellos misiles tierra-aire, una de cuyas figuras más representativas es Lothar Matthäus, como máximo ejemplo, con el gol que le marcó a Yugoslavia en el Mundial de Italia-90, en la que recorrió el campo antes de batir a Ivkovic con un potente derechazo en San Siro. La pena, como explicó el propio Valverde, es que la UEFA le da el gol al meta italiano: “Miré el marcador y no salía Valverde. Me hizo una broma un rival de que no era gol mío. No pasa nada. Si hubiera valido mi gol hubiera apostado (por la famosa apuesta con Ancelotti de la pasada temporada). Ahora toca seguir trabajando con humildad”. El Halcón está de vuelta, y sus picotazos, también…