Una trituradora de alemanes

‘Pesadilla’ en alemán se escribe ‘alptraum’, pero también ‘Real Madrid’. Como un rey de la pista, los de Ancelotti han ido recibiendo en esta Champions a los equipos procedentes de la Bundesliga, acabando con ellos de manera serial. Sufriendo, porque ha sido otra Champions de sufrimiento, pero venciendo. Union Berlin, Leipzig, Bayern y Dortmund, las cuatro esperanzas nacionales, se toparon con la misma guillotina. Una de oro.

El primero fue el Union Berlin, rival durante la fase de grupos y que, pese a rozar en ambos partidos el empate, acabó sucumbiendo. En la ida se mantenía el 0-0 en un partido que rozaba lo histórico: el Madrid llegó a hacer 31 disparos, por sólo tres de los alemanes (ni uno entre los tres palos). Fue un acoso que encontró su derribo con un gol de Bellingham en el 94′. En la vuelta, ya con el billete en el bolsillo, Ceballos hizo el 2-3 en el 89′. Los de Hierro cayeron eliminados (sin ganar ningún partido). KO.

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Resiliencia y pegada

En octavos llegó el turno del Leipzig, que también tuvo una oportunidad para forzar la prórroga, esta vez en los dominios de Dani Olmo, pero acabó sucumbiendo. De ahí, a las semifinales, turno del Bayern, otro que se asomó al balcón de la gloria, Davies mediante y terminó mordiendo el polvo. Y, por último, el Dortmund en la final. Un capítulo del que hay poco que añadir. Resiliencia y pegada. Gloria. El Real Madrid se ha enfrentado a los cuatro equipos alemanes en esta Champions y ha sido verdugo de todos.

Una Kryptonita que también se explica con la hemeroteca: los blancos han ganado todas las finales que han disputado contra alemanes: tres en la Copa de Europa/Champions (Eintracht de Fránkfurt, en 1960; Bayer Leverkusen, en 2002; y Borussia Dortmund, este 2024), una de la UEFA (Colonia, en 1986) y una en la Supercopa de Europa (Eintracht de Fránkfurt, en 2022). Cinco de cinco. Pleno. Una bestia negra, vestida de blanco.