Una final en octubre… con la economía en juego
El Barça estará fuera de Europa más pronto que nunca si pierde contra el Inter el próximo miércoles. Para las arcas del club sería un desastre. La entidad perdería la oportunidad de ingresar hasta 52,7M€.
Contra su voluntad, pero por culpa de sus errores y algunos ajenos (al penalti a Dembélé en Múnich se sumó el no señalado a Dumfries en Milán), el Barça está entre la espada y la pared otra vez en la Champions. Si el Inter gana en el Camp Nou, y dando por hecho que el Bayern terminará de hacer los deberes al Viktoria Plzen, el Barça estará matemáticamente fuera de Europa. Un empate tampoco será suficiente salvo milagro, porque el Inter saldría del Camp Nou con siete puntos y con ganar a los checos cerrarían su pase y mandarían al Barça a la Europa League un año más. Otra caída a los infiernos que sería dramática. A niveles de prestigio…, y de economía.
De quedar fuera de la Champions antes de tiempo, el Barça perdería la opción de ingresar hasta 52,7 millones de euros según los premios que entrega la UEFA en la competición (9,6 millones por pasar a octavos, 10,6 por estar en cuartos, 12,5 por llegar a semifinales, 15,5 por ser finalista y 4,5 al campeón). Para un equipo que ha hecho una espectacular inversión (45 millones por Lewandowski, 50 más variables por Koundé y 58 millones por Raphinha), más las renovaciones de Dembélé, Araújo, Gavi o las incorporaciones de Kessié y Christensen, sería un golpe durísimo. Eso, por no hablar de la nueva pérdida de prestigio deportivo para un club que cayó a la Europa League la temporada pasada con otro desastre a nivel de imagen en la eliminatoria contra el Eintracht.
Más allá de la increíble parálisis de Van Boekel en el VAR, omitiendo un penalti clamoroso de Dumfries, el Barça se ha metido en dirección prohibida en su grupo de la Champions y la va costar voltear la situación porque, además, su defensa está tiritando. A las bajas de Bellerín, Araújo y Koundé se unió este miércoles la de Christensen. No será la mejor manera de preparar un partido durísimo en el que el Inter repetirá el plan de este miércoles y aguantará agazapado su oportunidad.
Para el Barça, lo peor es que ganar al Inter no será suficiente. Está obligado a tumbar al Bayern el 26 de octubre porque, con los alemanes clasificados como primeros, cabría la opción de que para el Inter fuese más fácil sacar algo de Múnich. El escenario, pues, es peliagudo para un equipo que se ha quedado margen de error y que tendrá que encontrar también la complicidad de una afición entre decepcionada por la mala imagen de Milán e indignada por el arbitraje, a cuatro manos, de Vincic y Van Boekel.
Una situación límite en octubre es lo último que deseaba Xavi en la Champions. Y menos con todos los refuerzos que le han traído. Pero ahora no hay marcha atrás. El Barça está obligado a darle la vuelta a la situación demostrando una personalidad en Europa de la que ha carecido en los últimos años y, sorprendentemente, también en el inicio de este curso pese a tener futbolistas de jerarquía como Lewandowski, que se ha estrellado en los dos partidos grandes europeos hasta el momento.