FRANCIA
Un PSG maldito
Los parisinos acabaron segundos de grupo por una situación inédita y añadieron un capítulo más de infortunio a su trayectoria en la Champions.
Ni el enemigo más acérrimo del PSG podría haber firmado un desenlace como el de este miércoles en la fase de grupos de la Champions League. El conjunto parisino partía con todo a su favor para acabar como primero de grupo, pero la goleada del Benfica ante el Maccabi por 1-6, provocó que los de Galtier, que vencieron 1-2 a la Juventus, acabaran como segundos de grupo por segundo año consecutivo en la máxima competición continental.
El desenlace de grupo se decidió de una forma inédita. El PSG y el Benfica terminaron con los mismos puntos, los mismos goles a favor y los mismos goles en contra. El sexto criterio de desempate, el de más goles anotados fuera de casa, fue el que decantó la balanza a favor de los lisboetas. Un infortunio que se ha convertido en una maldición para un equipo que, año tras año, está obligado a ganar la Champions y que podría, el lunes, en el sorteo en Nyon de los octavos, enfrentarse a un rival de la envergadura del Bayern, Manchester City o el Real Madrid, actual campeón de la competición. Una mala suerte que se remonta a prácticamente una década.
La mala suerte comienza con Blanc
La mala suerte del PSG en Europa desde que fue adquirido, en 2011, por QSI, comenzó con Laurent Blanc. En los tres años del ‘President’ al frente de la entidad capitalina, el club alcanzó los cuartos de final en tres ocasiones. La primera vez, en 2014, fue un jarro de agua fría la eliminación contra el Chelsea por cómo se produjo el desenlace. En el partido de ida, el PSG había pasado muy por encima de los londinenses, pero el 3-1 en el Parque de los Príncipes abría la eliminatoria en el partido de vuelta.
En Stamford Bridge, Blanc renunció a su estilo ofensivo de juego y encerró a su equipo en un bloque bajo para intentar aguantar el resultado. Un gol fatídico de Demba Ba a falta de tres minutos para el final provocaba la eliminación prematura del PSG en la máxima competición continental. Al año siguiente, contra el Barcelona en la misma instancia, el PSG salió vapuleado. En el partido de ida, disputado en el Parque de los Príncipes, los de Luis Enrique masacraron a su rival con un extraordinario Luis Suárez, que firmó la sentencia de David Luiz. El 0-3 fue muy duro, ya que en la ida Blanc no pudo contar con Ibrahimovic, Verratti o Aurier. En la vuelta, con un Iniesta desatado, fue un trámite y el global terminó 5-0 a favor de los blaugranas.
Sin duda, el peor episodio del PSG llegó en 2016, el año en el que parecía que tenía todo a favor para ganar la Champions League. En cuartos, el Manchester City fue su rival. Un equipo con buenas individualidades, pero que ni por asomo es la máquina de orfebrería que se ha convertido con Guardiola. En la ida, los mismos errores de siempre. Un PSG muy superior, pero que no remata el partido y acaba empatando a dos. En la vuelta, un cúmulo de desgracias. El trivote mágico del mediocampo, formado por Verratti, Motta y Matuidi, no estuvo disponible para dicho encuentro y Blanc, irracionalmente, improvisó con un sistema de tres centrales jamás utilizado a lo largo de la temporada que acabó sucumbiendo por 1-0 ante el City. Fin de la era Blanc con un mal sabor de boca.
‘La remontada’ con Emery
La etapa de Unai Emery en París va a quedar marcada en la historia por la Remontada del Barcelona en 2017. El PSG realizó en la ida uno de los mejores partidos de su historia, goleando por 4-0 a un equipo que parecía claudicado ante la superioridad flagrante de los parisinos. Sin embargo, en la vuelta, cuando todo parecía visto para sentencia, los de Luis Enrique golearon por 6-1, marcando el último gol, de Sergi Roberto, en el 94, añadiendo un capítulo negro más a la historia del PSG en la Copa de Europa.
En su segundo año, Emery volvió a ‘liarla’, pero esta vez en la fase de grupos. Un empate a dos contra el Ludogorets en el Parque de los Príncipes en la última jornada de la fase de grupos, provocó su enfrentamiento con el Real Madrid en los octavos de Champions. En el Bernabéu, con 1-1 en el marcador, Emery acabó con Dani Alves y Meunier en la banda derecha, no sacó a Di María y el Real Madrid acabó ganando el encuentro con dos jugadas por dicho sector. En la vuelta, sin Neymar, lesionado, el conjunto blanco ganó 1-2 y acabó por destruir la etapa de Emery en el PSG.
Mismos fantasmas con Tuchel
Para sustituir a Emery, Thomas Tuchel fue el elegido para coger las riendas del PSG. El alemán será recordado, para bien, como el primer entrenador de la historia que lleva a los parisinos a una final de la Champions. Fue en 2020, en pleno auge del coronavirus, en una final a 8 en Lisboa en la que alcanzó la final después de eliminar a la Atalanta en cuartos y al Leipzig en semifinales. Sin embargo, el Bayern acabó con su sueño y con un gol de Coman, que salió precisamente de la cantera del PSG.
Un año antes, en 2019, el Manchester United lograba una verdadera hazaña en el Parque de los Príncipes. Después de un 0-2 en Old Trafford, el PSG solo tenía que aguantar el resultado ante un rival mermado por las bajas. Sin Neymar, otra vez, lesionado, el partido fue una sucesión de catástrofes. Buffon, al que había fichado el club para ganar la Champions, erró en un gol y le dio alas a los de Solskjær, que remontaron (1-3) con un gol de Rashford en el descuento fruto de la intervención del VAR.
La debacle del Bernabéu con Pochettino
Si los fantasmas del pasado parecían prácticamente olvidados, el PSG volvió a superarse en la Champions League. Con Pochettino y con un mega-proyecto forjado a través de los fichajes de Messi, Donnarumma o Sergio Ramos, la máxima competición continental le tenía reservado un final todavía más cruel que el del Manchester United en el Parque de los Príncipes. Tras acabar segundo de grupo, por detrás de un City muy superior, el PSG quedó encuadrado con el Real Madrid en los octavos de la Champions en 2022.
El partido de ida fue un monólogo parisino. Messi falló un penalti, pero Mbappé, en el descuento, hacía el 1-0 para el PSG que le daba ligera ventaja en el encuentro de vuelta en el Bernabéu. En Madrid, todo fue un caos. Pese al 0-1 del internacional francés y pese a estar durante 60 minutos jugando a merced, una sucesión de acontecimientos inevitables agudizaban la maldición del club en Europa. Benzema marcaba tras un error de Donnarumma y a partir de entonces, todo explotó. El 2-1 lo marcaba el francés, pero para colmo, el 3-1, también firmado por Benzema, se producía en el saque de centro del segundo gol madridista. El PSG naufragó, los aficionados estallaron y la mala suerte, o maldición, volvía a ser cruel con un una de las mejores plantillas del mundo que no sabe, todavía, lo que es ganar la Champions League.