CHAMPIONS (C) | REAL MADRID - S. BRAGA
Un ‘obrero del gol’ asedia al Madrid
El congoleño Simon Banza superó una rotura de cruzado y una cesión en Luxemburgo y ahora es el pichichi de Portugal con el Braga. Hoy jugará en el Bernabéu.
La carrera de Simon Banza (27 años, Creil) ha tenido que ir siempre por el camino más largo. Su prometedor futuro como delantero del Lens se fue al garete por una rotura de cruzado a los 22 años, tuvo que reconfigurarse en la poco atractiva liga luxemburguesa y hacer carrera en Portugal desde una cesión en el Famalicão, en una ciudad de 133.000 habitantes con uno de los equipos más modestos de la élite del país vecino. Todo un periplo hasta convertirse, hoy, en el pichichi actual de la Primeira Liga portuguesa. La semana pasada logró uno de los hat-tricks más rápidos de la historia del país vecino en el 6-1 al Portimonense: minuto 83, pam, de penalti... cuatro minutos después, control orientado con la izquierda y segundo pam... y exactamente 192 segundos más tarde, tercer pam con un derechazo desde el corazón del área. Tres tantos en un pestañeo antes de visitar hoy Chamartín.
En Portugal se le ha llegado a definir como un “obrero del gol” y el símil parece acertado. Los 17 tantos que hizo en el Famalicão en la campaña 2021-22 pese a que le costó hacerse al cambio (no logró comunicarse en portugués hasta los seis meses de estancia) tampoco es que le generaran un torrente de ofertas. De España le quiso el Real Zaragoza, pero su agente se negó a jugar en la Segunda española. Ni siquiera el Famalicão se la jugó pagando los cinco millones de la cláusula de compra. Al final, el avezado presidente del Braga, Antonio Salvador, hizo uno de los negocios del año. Compró por apenas 3M€ al congoleño... que en su último partido con el Famalicão le había hecho un doblete justamente al Braga.
En Braga, Banza ha tenido que seguir sudándolo. Con los arsenalistas participa directamente en uno de cada dos tantos del equipo. En 64 encuentros con ellos, 24 dianas y 13 asistencias. Ni siquiera esos números le han acercado al primer plano del fútbol de selecciones. También ahí tuvo que recorrer el camino más largo. Su debut con la República Democrática del Congo, a la que anteriormente había rechazado porque aún soñaba con jugar con Francia, fue el mes pasado, en un 1-1 contra Nueva Zelanda. Lo jugó en La Condomina y entró por un ex del Villarreal, Cedric Bakambu.
Su precio: 40 millones de euros
El crecimiento de Banza lo pone de relieve dónde estaba hace justo cinco años. Ni siquiera se fue cedido a un equipo potente de Luxemburgo. Apareció en el Union Titus Petànge, que terminó aquella liga luxemburguesa noveno y juega en un estadio de 2.400 espectadores. El congoleño hizo su trabajo (18 goles en 25 encuentros) para volver al Lens y en plena pretemporada se rompió el cruzado. Ocho meses de baja y vuelta a empezar. Una senda tortuosa para Banza pero le ha merecido la pena. Marcha pichichi del país vecino con 10 goles en otros tantos encuentros, su nombre empieza a lucir en Europa (su cláusula con el Braga no es descabellada: 40 millones de euros) y hoy juega en el Bernabéu. Nada mal para un currante del gol.
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