Un Atleti con deberes en la Champions
El equipo del Cholo sigue sin ganar a domicilio en Europa, lo que complica las fases de grupos. Sin triunfos en fase clasificatoria desde 2021 en Oporto.
No termina el Atlético de dar el golpazo en la mesa que espante todas las sombras en Champions. No es capaz desde hace tres temporadas. Las fases de grupos atragantadas y a trompicones contra rivales, a priori, asequibles o, escrito de otra manera: en grupos sin cocos. Si en la 2021-22 logró el pase en la última jornada en O Dragao, en la 2022-23, al mismo escenario llegaba sin ella pero no le dio ni para alcanzar la Europa League. Los cocos debajo de su cama ahora se llaman Brujas. Y salen siempre como los hombres lobo con la luna llena: fuera de casa. Su último triunfo como visitante se produjo en los octavos de final de la aquella Champions 2021-22, ganando en Old Trafford gracias al gol de Renan Lodi y certificando el avance a cuartos el 15 de marzo de 2022.
Lazio, Feyenoord y Celtic. El sorteo determinó que esos serían los rivales para el Atlético en la fase de grupos de la Champions 2023-24. Nombres para la redención. Pero en el primer partido en Roma asomó el portero de la Lazio con nombre de personaje de novela de Chejov, Ivan Provedel, para arrebatarle de la mano los tres puntos que agarraba cuando volaba el último córner del partido. Iba de amarillo y, como era portero, nadie le frenó. Para qué. Saltó solo y cabeceó esa pelota que regresó al área, como el delantero que hasta hacía un par de años había sido, al corazón de las tinieblas rojiblancas. Esta Champions ya suma en tres jornadas los mismos puntos que logró la pasada en la que se quedó fuera hasta de la Europa League. Que muestra mejor color, pulso y paso. Pero sigue con el mismo debe: ganar fuera. Sigue sin hacerlo.
No ocurrió ni en Roma ni tampoco en Glasgow, ante el Celtic. Como la temporada pasada tampoco ocurriría ni Bélgica, ante el Brujas, ni en Leverkusen, ante el Bayer, ni en Oporto. Contando el partido de cuartos contra el Manchester City, son seis partidos sin ganar fuera de casa que arrastra como el fantasma de Canterville sus cadenas. Buscando ver el almendro florecer en marzo, de los octavos a los cuartos. “Me gustó la segunda parte”, decía ayer Simeone desde la carpa levantada en los exteriores de Celtic Park para acoger las ruedas de prensa posteriores al partido. “Es el camino para volver a competir en Europa dando la cara”. Como solían en sus primeros años. “No es tiempo ahora de pensar en lo que ocurrió en la última temporada”, explicaba Marcos Llorente casi a la vez desde la zona mixta.
Todo puede pasar aún esta temporada en la Liga de Campeones. La tostada caer del lado de Murphy, el de la mermelada, preada, o no, salvable. Pero volverá a no ser una Champions tranquila. El grupo apretado. El Feyenoord en cabeza, con su goleador Santi Giménez de vuelta tras la sanción. Seis puntos, cinco, cuatro. Tres equipos ahí, en el ecuador. Al Atlético le quedan dos partidos en casa y solo uno fuera, pero quizá el más complicado, en Rotterdam, por equipo y cierta parte de su hinchada, la radical. Y necesita asegurar en casa lo que fuera se le pueda escapar. Para que los lobos no se vuelvan a soltar como el año pasado.
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