CHAMPIONS
UEFA no quiere otro París
Todas las entradas para la final de la Champions en Estambul son electrónicas, se aconseja llegar con nueve horas de margen y habrá buses lanzadera.
La UEFA no quiere que se repitan los problemas en el acceso de los aficionados que obligaron a retrasar la final de la última Champions en Paris entre el Madrid y Liverpool y ha tomado una serie de medidas para evitar que ocurran entre City e Inter en Estambul.
Para facilitar la movilidad, se implementará un programa de transporte gratuito que incluye autobuses lanzadera, el metro y el tranvía en Estambul. También habrá conexiones hacia el aeropuerto y el centro de la ciudad mediante autocares. La UEFA recomendó evitar los taxis y llegar con suficiente tiempo de antelación al estadio, situado cerca de Basaksehir, al oeste de la ciudad y a más de media hora en coche desde el centro. Según la prensa inglesa, a los hinchas les han dicho que conviene estar nueve horas antes en los aledaños del campo.
Las normas del estadio de Atatürk son especialmente particulares. No se podrá acceder con monedas y todas las que sean confiscadas se donarán a fundaciones de apoyo a Turquía y Siria como consecuencia del terremoto que afectó a ambos países hace unos meses.
Además, por primera vez en la final de la Champions todas las entradas serán electrónicas y vía móvil. No habrá entradas en papel para evitar falsificaciones. La UEFA anunció que habrá bancos de carga en las puertas para que todos aquellos con entrada y sin batería puedan cargar sus dispositivos en caso de necesidad.
Otra cosa en la que incide la UEFA es no acudir al estadio si no se dispone de entrada. Esto desbordó los aledaños de Saint Denis el pasado curso y puede ser problemático. “Se desaconseja encarecidamente viajar al estadio sin una entrada para el partido. Los no poseedores de entradas accederán al área ni a ninguna de las instalaciones que rodean el estadio y no habrá ningún lugar para ver el partido”, recuerda el organismo.
Todo para evitar conflictos como el de París que tantos quebraderos de cabeza causaron a los aficionados del Liverpool y del Madrid, y después a la UEFA para hacer frente a las múltiples reclamaciones que llevaron también a los clubes a emitir comunicados quejándose públicamente por lo sucedido.