Tensión pre-Barça en el Inter

A ocho puntos del Nápoles después de su derrota contra la Roma, la atmósfera en el Inter no es la mejor a dos días de recibir al Barça en el Giuseppe Meazza. La última chispa saltó este sábado en la rueda de prensa posterior al partido. Simone Inzaghi quiso reivindicarse con unas palabras (se ha demostrado que, donde yo voy, los ingresos suben, baja la deuda y llegan los títulos”) que no han sentado bien en la planta noble del Inter. Según la Gazzetta dello Sport, al presidente, Steven Zhang, le ha parecido que Inzaghi se excedía en sus competencias hablando de economía aunque no lo hiciera directamente del Inter que, cabe recordar, está en una situación delicada a nivel monetario y con nuevos rumores sobre una venta.

Inzaghi está tocado y, según la Gazzetta dello Sport, su puesto está “bajo observación” aunque la propiedad no está pensando en un sustituto. Al menos, hasta después del Mundial. Es el plazo que, teóricamente, tiene el técnico para enderezar el rumbo. El Inter juega dos partidos clave contra el Barça en una semana y, en medio, también tiene una cita importante en la Serie A ante el Sassuolo, donde ya espera contar con Lukaku, baja para este martes.

La peor noticia para el Inter es que Lautaro Martínez tampoco está al cien por cien. Sufrió un golpe en el muslo del que será examinado este domingo. En principio, no se perderá el partido, pero podría no jugarlo al cien por cien. Un problema más para un equipo que no tiene a Brozovic y con jugadores muy discutidos como Skriniar, que tiene la cabeza en otro sitio desde que no se terminó de cerrar su traspaso al PSG; y el portero Handanovic, a quien la afición ha bajado el pulgar. Onana, ex de la cantera del Barça que pasó por el Ajax, espera su oportunidad y, aunque no es el deseo de Inzaghi porque Handanovic es una vaca sagrada, pronto podría haber cambios.