Roque Santa Cruz: “No descarto que el Bayern elimine al Madrid”

Lleva cuatro décadas marcando goles. Roque Santa Cruz (Asunción, Paraguay, 1981) es uno de esos casos atípicos de futbolistas de acero que resisten al paso del tiempo. Máximo goleador histórico de Paraguay, debutó en su querido Olimpia con 15 años, en la selección absoluta y en el Bayern Múnich con 17 y con 19 conquistó la Champions con el equipo bávaro, donde permaneció durante ocho temporadas y se convirtió en ídolo, con su propia canción dedicada. Lució también los escudos del Manchester City, el Blackburn Rovers y el Betis y vivió días de gloria en Málaga, formando parte de un equipazo que alcanzó los cuartos de la Champions en 2013 con figuras como Joaquín, Isco, Saviola, Julio Baptista y Demichelis. Actualmente, con 42 años a sus espaldas, sigue marcando algún que otro gol en el Libertad paraguayo, que acaba de caer derrotado frente a River Plate por 1-2 en la fase de grupos de la Copa Libertadores. Desde su país atiende a AS uno de los goleadores más importantes del Bayern del siglo XXI.

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Entrevista

―Tiene buen motor…

―Me siento bendecido por poder seguir jugando a estas alturas de mi vida, sobre todo teniendo en cuenta los contratiempos físicos que he sufrido, principalmente en la rodilla. Para mí es una sorpresa cómo ha reaccionado mi cuerpo, pero estoy disfrutando más que antes incluso.

―¿Este es el final del trayecto o piensa seguir?

―Aunque aún me siento bien, creo que este será el epílogo del libro. En Paraguay somos bicampeones y ahora queremos lograr el tercer título consecutivo. Eso me motiva mucho, pero también sé que en algún momento hay que parar y que le debo a mi familia tiempo que debemos recuperar.

―Acaba de enfrentarse a River Plate, entrenado por su gran amigo Demichelis. ¿No siente envidia de usted?

―Seguro que le gustaría seguir jugando, pero él está en otra faceta también apasionante. A mí me incentiva y me alienta para que siga hasta que el cuerpo aguante, porque la etapa del fútbol que más se disfruta es cuando estás sobre el césped. Me alegro de su crecimiento como técnico y estoy orgulloso de que suene ya como un proyecto de entrenador para un equipo grande de Europa en el futuro.

―El gol de la victoria de River lo marcó Mastantuono, un chico 26 años más joven que usted. ¿Qué le parece?

―Ya sabíamos lo peligroso que es porque aquí se sigue mucho todo el fútbol sudamericano. Se han puesto unas expectativas muy altas sobre sus espaldas y está respondiendo bien, a pesar de su juventud, porque tiene talento y personalidad. Para algunos chicos es un lastre tanta presión, pero él lo está llevando con mucha calma. Viéndolo jugar no me extraña que varios equipos importantes de Europa estén interesados en él.

―Usted llegó a Alemania con 17 años. Y poco después fue campeón de Europa contra el Valencia…

―No fue sencilla la adaptación, pero me trataron bien desde el principio y me lo pusieron fácil. Aquel partido fue la final de los penaltis porque el encuentro acabó con empate a uno, ambos goles desde los once metros y desde ahí también se decidió el título que todos los jugadores queremos tener. Conseguir una Champions significa ser parte de la historia del fútbol.

―En el Bayern ganó once títulos y coincidió con grandes jugadores. ¿De cuál guarda especial recuerdo por su calidad?

―Difícil pregunta, porque fueron muchas temporadas y muchas figuras. Si debo quedarme con uno voy a decir Zé Roberto. En los entrenamientos llamaba mucho la atención porque era distinto a los demás por su habilidad y desborde. De un perfil diferente también destaco a Effenberg, con menos calidad, pero con una determinación y un espíritu competitivo enormes.

―También jugó dos temporadas en el City (2009-2011) con jugadores como Tévez, Kompany, Zabaleta, Robinho… ¿Era muy diferente al de ahora?

―Era un gran equipo, pero el de ahora es el mejor del mundo a nivel futbolístico. Está varios pasos por delante del nuestro. Da gusto verlo. Juegan un fútbol espectacular.

―¿Le sorprendió la eliminación contra el Madrid?

―Viendo el partido de Inglaterra sí, pero el Madrid es un grupo con mucha jerarquía en todos los aspectos y realizó un trabajo espectacular. Es increíble cómo supo resistir. Tiene un aura especial en la Champions, eso no lo puede dudar nadie. El City se impuso en el juego, pero el Madrid aguantó con una madurez de equipo muy grande y volvió a demostrar que jamás se rinde.

―Ahora le toca su Bayern. ¿Cómo lo ve?

―Muy igualado. Es un Clásico de Europa. Son dos equipos con instinto de campeón y cualquier cosa es posible.

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―¿Ve la balanza un poco inclinada de algún lado?

―Tal vez un poco más del lado del Madrid por jugar el segundo partido en su casa, pero el Bayern va a luchar a muerte porque es la oportunidad que tiene de redimirse por el flojo papel en la Bundesliga. El Madrid no debe fiarse. Es un conjunto que sabe jugar estos duelos con tanta presión, que no se intimida ante nada, y no descarto en absoluto que elimine al Madrid. Veo una eliminatoria muy abierta y peleada.

―El segundo partido es el Bernabéu. ¿Eso genera psicosis en los rivales?

―Todos han visto las proezas de los blancos en su estadio y eso puede amilanar a algunos adversarios, pero espero que no al Bayern. El Madrid tiene una fortaleza mental abrumadora y el público empuja muchísimo en su estadio cuando las cosas se ponen cuesta arriba. Eso da un plus a sus jugadores. Desde luego, es un factor a su favor y será muy complicado para el Bayern.

―Será esencial llevar un buen resultado del Allianz…

―Por supuesto, pero la sensación desde fuera es que en ese campo cualquier cosa es posible. La atmósfera será tremenda, pero todo está sustentado por un grupo futbolístico impresionante con mucho rango para jugar este tipo de partidos.

―Usted también lo sufrió in situ…

―Sí, en cuartos de final de la Champions de 2002 ganamos 2-1 en Alemania. En el Bernabéu íbamos 0-0 hasta el minuto 70, pero llegaron los goles de Helguera y Guti en medio de un ambiente espectacular del público y fuimos eliminados. Yo lo sufrí. Aquel año el Madrid ganó de nuevo el título. El prestigio que se ha ganado el Real Madrid durante su historia no es gratuito ni regalado.

―¿Qué le parece Kane como 9 del Bayern?

―Me gusta mucho. El problema es que cuando el colectivo no gana títulos el rendimiento individual pasa a un segundo plano, pero sus números son buenísimos. Tengo la sensación de que puede ser uno de los jugadores que desequilibre la eliminatoria en favor del Bayern. Es uno de los grandes referentes mundiales como delantero.

―¿Del Madrid quién le gusta más?

―Diría que casi toda la plantilla, pero me quedaré con tres. Kroos, Valverde y Bellingham me encantan. Vinicius y Rodrygo también son fantásticos, pero me gustan los jugadores que trabajan para los demás, aunque a veces no se lleven la gloria del gol. Estos tres que he nombrado tienen calidad, recorrido, inteligencia y ofrecen sacrificio para el grupo.

―Usted sabe mucho de delanteros. ¿Mbappé puede ser un gran 9?

―Mbappé destacará donde le pongan. Tiene unas cualidades deslumbrantes y es listo. Será una estrella independientemente de la posición en la que le sitúen. Tiene velocidad y una definición maravillosa con ambas piernas. Acoplado en un equipo en el que ya de por sí todos van volando puede ser impresionante.

―Santa Cruz coincidió en el gran Málaga que llegó a cuartos de la Champions en 2013 con Isco. ¿Qué le ha parecido su resurgimiento?

―Aquel fue un equipo magnífico, con Baptista, Joaquín, Demichelis, Toulalan y, por supuesto, Isco. Sigo mucho al Betis, porque jugué allí, por Pellegrini y por Isco. Siempre ha tenido una calidad enorme. Era un deleite ver lo que hacía en los entrenamientos. Es de esos jugadores por los que un espectador paga su dinero con gusto sólo para verlo jugar. Me alegro muchísimo de su nivel actual.

―¿Cuál es su pronóstico para ganar esta Champions?

―Ojalá la gane el Bayern, pero después de lo que ha superado en Mánchester el Madrid es favorito.