Champions (grupo F) | Real Madrid-RB Leipzig
‘Red Bull’ Leipzig, un club diferente
La entidad, fundada en 2009, alcanzó la Bundesliga tras cuatro ascensos en siete años y genera recelos entre los hinchas alemanes.
No hay que dejarse engañar por las apariencias. El RB Leipzig no se llama Red Bull Leipzig, sino RasenBallsport Leipzig. Es solo una de las curiosidades de un club singular que, cuando España ganó 4-0 a Ucrania en su primer partido del Mundial de Alemania 2006 en el Zentralstadion de Leipzig, simplemente no existía aún.
Aquel Mundial fue un oasis del fútbol en Leipzig. Su club más competitivo por entonces, el FC Sachsen Leipzig, militaba en la cuarta división del fútbol alemán. Hubo que esperar casi tres años para la fundación del RB Leipzig, el club que ha devuelto a la ciudad sajona a la primera línea. He aquí la historia de un club singular, fundado desde casi la nada en este siglo XXI y que en diez años de vida llegó a la Champions desde la quinta división.
El 19 de mayo de 2009 nacía de la mano de Red Bull (que cuatro años antes había comprado el Salzburgo austriaco) una entidad que desafía los cánones del fútbol alemán. La presencia de la marca de bebidas energéticas es evidente en el escudo del club y en el estadio, rebautizado en 2010 como Red Bull Arena. El nombre de la entidad, sin embargo, solo lo sugiere. Esas siglas RB no corresponden a Red Bull. La normativa alemana impide poner nombres publicitarios a los clubes (el Bayer Leverkusen, con 118 años de historia, es una de las excepciones) e hicieron una pirueta para dar sentido a las iniciales. El nombre elegido: RasenBallsport, algo así como “deporte de pelota y césped” en alemán. También eludieron otra regla que escuece entre los hinchas de otros equipos: no cumplen con la norma de que el 51% de la propiedad debe pertenecer a sus aficionados. Dos cuestiones espinosas que temporada tras temporada le llevan a rivalizar con el Bayern por el título ‘honorífico’ de club más odiado de la Bundesliga.
Su crecimiento hasta la élite
Cuatro ascensos en solo siete temporadas le catapultaron a la Bundesliga. Había tomado un atajo para iniciar su andadura. Comenzó a competir en la Oberliga (quinta categoría) al comprar la plaza del SSV Markranstädt. En 2016 se convirtió en el cuarto club del territorio que fue la antigua Alemania Oriental (aunque la entidad no se fundó hasta 20 años después de la caída del Muro de Berlín) en competir en la Bundesliga reunificada. Rompió una década de sequía sin clubes del antiguo Este en la máxima división, que ahora vive un momento de orgullo ossi con el liderato del Unión Berlín, un club que representa una filosofía radicalmente opuesta a la del Leipzig.
Enseguida se ganó fama de equipo hecho a golpe de talonario. En sus dos temporadas en segunda división invirtió 50 millones de euros en fichajes, más que los ocho siguientes clubes juntos. Para su desembarco en la Bundesliga se gastó 96M€, solo por detrás del Dortmund ese año. Desde que subió, es el tercer club que más ha gastado, solo por detrás de los amarillos y el todopoderoso Bayern.
Esta es su quinta participación seguida en Champions (en 2020 llegaron a semifinales). Ya presumen de un título, la Copa alemana que ganaron en mayo al Friburgo, y la ambición no se detiene. Después de nueve campeonatos del mundo de Fórmula 1 y convertirse en un exitoso patrocinador y organizador de otros muchos deportes, Red Bull reclama su sitio también en la élite del fútbol.