Champions (Fase Liga) | Liverpool - Real Madrid
“Que tiemble el Milan”
La prudencia de los jugadores no se extiende entre la afición, que se ve favorita para esta Champions: “Volveremos a reinar”. Ansían empatar el palmarés rossonero.
El problema de la euforia es cuando se descontrola. Pero a la vez, es lo bonito de ella. Sucede estos días en Liverpool, ciudad antónima de la prudencia. Y eso que esa es precisamente la decisión que se ha adoptado en el vestuario: calma, nada de campanas al vuelo. “Queda un mundo”, decía Robertson ayer en rueda de prensa. Con un tono tan solemne, que hasta cortaba el rollo, se podría decir. Ajeno a lo que hay en las calles. Esa “personalidad” que confiesa tener que contagiar a los más jóvenes, también la destila él. Pero el movimiento es imparable.
El Liverpool arrasa en Premier, donde ya saca 8 puntos al Manchester City. Y esto es sólo el aperitivo, así que imaginen el plato principal. En esta nueva Champions, con sus críticas y pullas, pero dorada por naturaleza, es el líder. El único equipo que ha ganado los cuatro partidos que se han disputado. Y no por fortuna. Todo lo contrario. Prueba de ello es que no encaja un solo gol desde el minuto 3 de la primera jornada, cuando tuvo que visitar la dureza de San Siro y, como el Gladiador sobrenatural, ganó 1-3 sin despeinarse.
Abran paso al Bayern
Como para no dar rienda suelta a la euforia. Este Liverpool en lo que a su masa social se refiere, se siente favorito para la Champions. “El Madrid es el Madrid, pero todos sabemos que este no es su año”, responden al micrófono de AS. “Y el Bayern es un durísimo, la verdad que asusta, pero que venga”, añaden.
Esta es la temperatura que marca el termómetro. A orillas del Mersey sienten que este, por fin, puede ser el año de la gloria: están a una sola Champions (6) de dar caza al Milan (7) e igualarle como el segundo club con más Orejonas del mundo. Ambicionar con el Madrid es una utopía para cualquier mortal. Pero esta es una de las mayores espinas que esta ciudad tiene clavadas. Saberse tan cerca y sentir que por más que lo anhela, no llega. Pero que este año puede ser. “¡Que tiemblen!”, gritan a los pies de Anfield, minutos antes de que comience esa rueda de prensa en la que Robertson fue un adalid de la calma y la mesura. Lo dicho, dos mundos.
Algo imparable
Es la consecuencia de un equipo que ilusiona y convence. Esa máquina casi perfecta que ha confeccionado Arne Slot a través de su fútbol “loco y sexy”. Dominar si es posible pero, si no, ser un guepardo al contragolpe. Es muy difícil hincarle el diente y el dato de goles encajados en Champions lo resume. Su gente sueña. Pero sueña en grande. El sentimiento en Liverpool es que esta edición no son solo candidatos, sino favoritos para ganar el trofeo. Que tiene que ser. La ilusión está desbordada. Hoy, espectáculo.