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PSG-BARCELONA

PSG-Barça, la guerra fría

A lo largo de los años, los parisinos se han negado a venderle a los azulgrana a Thiago Silva, Marquinhos, Rabiot o el mismo Neymar. El caso más emblemático, Verratti. La ruptura del Barça con Qatar Airways, clave. La marcha de Messi y la Superliga, últimos focos de tensión. De fondo, Lamine Yamal.

Barcelona's Lamine Yamal celebrates after scoring his side's opening goal during a Spanish La Liga soccer match between Barcelona and Mallorca at the Olimpic Lluis Companys stadium in Barcelona, Spain, Friday, March 8, 2024. (AP Photo/Joan Monfort)
PUBLICADA 09/03/24 NA MA13 1COL
Associated Press/LaPresseDiarioAS

En el verano de 2017, Marco Verratti estaba convencido de que jugaría en el Barça. Tanto que se dejó fotografiar en Formentera por Mundo Deportivo. Una portada pactada que era el guiño definitivo al club azulgrana. El centrocampista era uno de los sueños de Luis Enrique para reforzar un centro del campo que empezaba a perder piernas. La estrategia siguió los pasos marcados. El agente de Verratti, Donato di Campli, utilizó a Il Corriere dello Sport para lanzar el ataque definitivo: “Marco es un prisionero del emir de Qatar; para ellos no vender a Verratti por cien millones se ha convertido en una cuestión de orgullo. Al Khelaifi me dijo que si lo vende no se lo perdonarán en Doha, que se juega el puesto”. Aquel sustantivo, “prisionero”, sentó a cuerno quemado en París y Doha. Y el asunto acabó con Verratti renovado con el PSG. Eso sí, a cambio de romper su relación con Di Campli y firmar a Mino Raiola como representante. Enfurecido, el PSG no perdonó los movimientos del Barça con Verratti y terminó de hundirle con el fichaje de Neymar por 222 millones de euros.

El de Verratti no fue el primer ni último caso de calabazas parisinas a los azulgrana, que antes lo intentaron con Thiago Silva o con Marquinhos, otro que aprovechó una portada del medio catalán en 2014 (“es un placer que el Barça piense en mí”) para intentar moverse sin éxito. Después de Verratti, el Barça se interesó por Rabiot y, finalmente, en 2019, echó el resto para que Neymar regresase. Tres emisarios del club azulgrana liderados por Eric Abidal (también iban Pep Segura y Javier Bordas) viajó a Francia para negociar con la directiva del PSG. Como tantas otras veces, sin embargo, el asunto acabó con ‘Ney’ renovando con el Paris Saint Germain.

Las relaciones entre ambos clubes nunca fueron excelentes y empezaron a agriarse de verdad cuando, en 2016, el emirato supo que el Barça se desvincularía de Qatar Airways como patrocinador principal del club azulgrana para abrazarse a Rakuten en 2017. A Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, el matrimonio con el emirato les había supuesto un fuerte desgaste a nivel social. Las condiciones de trabajo inhumanas, el trato a la mujer..., cuestiones que se debatieron en el entorno de Can Barça y que invitaron a poner punto y final a la relación. Qatar se lo tomó como una cuestión de honor y, desde entonces hasta hoy, las relaciones han sido inexistentes con un par de episodios de tensión, ambos en el Camp Nou. A Nasser Al-Khelaifi le dolió la derrota por 6-1 (“nos hicieron dos penaltis que no se pitaron”). En la eliminatoria del año 2021, y pese al 1-4 en el Camp Nou, Al-Khelaifi montó en cólera por el penalti señalado a favor del Barça por un derribo de Kurzawa a Frenkie de Jong. Señaló al presidente de la gestora, Carles Tusquets, y también le mandó algún recado a Giorgio Marchetti, secretario general de la UEFA, que estaba en la ‘llotja’ del Camp Nou. Laporta tomó nota para la vuelta, cuando ya era presidente electo

Messi posa por primera vez con la camiseta del PSG.
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Messi posa por primera vez con la camiseta del PSG.psg.fr

Lo que no esperaba el presidente del Barça es que el PSG pudiese hacer incluso más dañó a los azulgrana. “Le he dicho a Laporta que ahora todos tenemos derecho a hablar con Messi”, dijo de manera intrigante Al-Khelaifi en una entrevista a L’Equipe en junio de 2021. Las declaraciones pasaron algo por alto porque todos daban a Messi por renovado, pero tenían toda la intención del mundo. Un par de meses después, el argentino dejaba el club azulgrana y volaba a París para firmar por el PSG.

El último episodio tiene que ver con la Superliga, proyecto que el Barça defiende con fervor como socio del Real Madrid. Al-Khelaifi, como presidente de la ECA, la combate. No sólo eso. Mientras Laporta ataca sin piedad del PSG por estar dopado financieramente como club estado, Al-Kkelaifi responde señalando las palancas (“inyectar capital de forma mágica no es un camino sostenible”). El próximo episodio podría ser Lamine Yamal… El entorno del jugador ya ha dejado caer que el PSG ha hecho una oferta por 200 millones de euros. Laporta ya sabe que se juega el cargo con el futuro del incipiente crack.

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