Presión por todo lo alto
El Barça debuta ante el estruendoso ambiente de St. James’ Park y un Newcastle lleno de gigantes.
Sin Lamine Yamal, pero con el subidón de la goleada ante el Valencia del domingo, el Barcelona afronta el debut en esta edición de la Champions a máxima presión. Para empezar, el partido que sobre el papel es el más complicado de los desplazamientos que el sorteo ha deparado al conjunto blaugrana en la fase Liga. Un duelo al más puro estilo Premier contra el Newcastle (21.00 horas por Movistar Liga de Campeones) en Saint James’ Park. También conocido como Saint James’ Pub. Hasta 174 bares tiene el recinto a menos de una milla de sus muros, récord de largo en el Reino Unido. El ambiente en las gradas, por tanto, pueden imaginarse que se da por supuesto (sigue el partido en directo en As.com).
El Barça sabe que esta noche va a tener un ambiente de Premier de los de antes. El PSG, que acabó ganando la última edición de la Champions ya lo sufrió hace dos años cuando cayó por 4-1 ante el jolgorio de la ‘Toon Army’, nombre que asumen los seguidores del Newcastle. Si creen que Anfield aprieta y que The Kop es el no va más, la grada de Gallowgate End no les va a la zaga. Gente que celebra un saque de banda a favor como un gol. De eso estamos hablando. Y Flick lo sabe. Reconoció haber preguntado a los jugadores de su equipo que han vivido el ambiente en el estadio de las urracas si era para tanto la leyenda. Se ve que Rashford, Christensen, Ferran y Raphinha confirmaron las sensaciones.
Resumiendo, tenemos una grada inasequible al desaliento y también a un equipo formado por atletas que podrían pasar por la plantilla de un equipo de rugby. De los once titulares que podría presentar hoy sobre el césped Eddie Howe, nueve superan el 1,80 de altura. Son un equipo físico y tan intenso como su grada. Ante esta situación, Flick tiene dos opciones: o reforzar físicamente al equipo (con Araújo y Christensen, por ejemplo) o reforzar su apuesta por el fútbol rápido y de toque.
El duelo entre estos dos equipos escenifica por otra parte el momento económico que separa la Premier de LaLiga. El Newcastle se ha gastado este verano 255 millones en fichajes por los 25 del Barça. Su centro del campo lo componen Tonali (60 millones) Bruno Guimaraes (42) y Joelinton (42,5); por Woltemade, su nueva estrella en ataque han pagado 85 y dos de los que no podrán jugar al ser baja, Wissa y Ramsey, han costado respectivamente 57,7 y 45 millones.
Y aún así, el Barça afronta el duelo con la intención de seguir manteniendo el prestigió que la campaña pasada recupero en Europa, donde sólo cayó en semifinales ante el Inter en condiciones más que discutibles.
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Flick, sin Lamine ya ha demostrado que la clave del equipo está en el trabajo colectivo y en eso el Barça escenificó ante el Valencia que puede volver a hacerlo. La presión está servida y el Barça tiene ante sí otro reto de alta presión. En el campo y en la grada.
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