Nkunku se vistió de Benzema
El francés pasó su prueba de fuego ante el Real Madrid. Su confianza, disparada, anotó un golazo y hasta dio pases sin mirar. ¿Su precio? Más de 80 millones.
Christopher Nkunku tenía ante sí la reválida. Por generación, más bien la selectividad. Tras salir del Paris Saint-Germain, donde no se quería ‘ahogar’ detrás de un ataque de clase mundial que limitaba sus minutos, este decidió pasar por el RB Leipzig en un particular Bachillerato tardío camino a la élite.
Con 24 años y después de sacar su primer año con sobresaliente de media final (35 goles y 16 asistencias en 52 partidos por el 5-13 de su primera temporada o el 7-9 de la anterior), Christopher Nkunku vive un cuarto año en Leipzig que va a suponer su graduación y vuelta a un gigante del fútbol mundial, si nada se tuerce. Pero, para sacar el título en forma de gran contrato necesita pasar cada examen y ayer, superó con nota una de las citas más complicadas de la temporada ante el campeón de Europa, el Real Madrid.
Si bien Nkunku se enfrentó a un Madrid con rotaciones, su partido no aparecía precisamente como fácil. Alaba esperó desde el banquillo, pero el francés tuvo el talento y el coraje para imponerse a Militao o Rüdiger, que no se pueden considerar de ‘equipo B’. Jugaron en la zaga junto a Lucas Vázquez y Nacho y con un medio por delante ‘semititular’ con Tchouameni y Kroos, fijos para Ancelotti, y Camavinga, revulsivo habitual para el italiano.
El francés supo aprovechar su oportunidad. Marco Rose le generó un ecosistema perfecto. Forsberg y Szoboszlai aparecían como lanzadores a los costados y André Silva le libraba de tener que fajarse con los centrales blancos. Así, la zona entre la defensa y el primer medio, Tchouameni, quedaba libre para sus diabluras. Rose, además, no quiso atar su talento y le permitió aparecer por donde gustara e intercambiar posiciones con Forsberg y Szoboszalai, también peligrosos por el carril central.
Nkunku, como se puede observar en los gráficos más adelante, se dejó caer a los costados y fue generando peligro tanto en las fases de mayor dominio con balón del RB Leipzig como cuando tuvo que replegarse en campo propio en la segunda mitad cuando el Madrid se ‘despertó’. Paso de aparecer como uno de los armadores del último pase (fue el que más pases dio en el último tercio), a ser el referente arriba para lanzar veloces contraataques en la segunda mitad. Le buscaron en varios pases al hueco, pero fue cazado en fuera de juego o detenido por los defensores blancos cuando buscaba hacer el segundo. Antes, picó a los blancos.
Porque Nkunku sumó ante el Real Madrid su segundo gol en la Champions y el número 12 de su temporada en total. Este puso final a los cinco minutos que condenaron el partido para el Real Madrid. Después de que Gvardiol adelantara a los suyos en un saque de esquina, Nkunku aprovecharía el rechace tras un nuevo córner. El balón llegó rebotado tras un intento de volver a meter el balón al área en un error de Tchouameni. Su compatriota se equivocó y él no dudo a la hora de ser letal ante Courtois. Se acomodó el balón con la diestra y golpeó con potencia con la zurda. Este subió, golpeó el larguero y fue a morir a la red de Courtois para poner el 2-0 en el minuto 18. Antes avisó generando una ocasión clara a la que le faltó un centro más preciso y fallando la primera de la noche para él. Este alcanzó un pase al hueco, supero a Courtois que salió a buscar el balón suelto, pero no pudo definir con precisión al estar demasiado esquinado.
Durante el partido, su confianza, que llegaba alta, fue aumentando. El francés ofreció un partido completo como un atacante completo en el papel de ‘nueve y medio’: con más colmillo que un mediapunta y con más movilidad y habilidad que un nueve puro. Salvando los escalones que les separan, fue lo más parecido a Benzema en ausencia de Benzema. Además, ofreció algún que otro ‘highlight’ como una salida notable tras un control entre dos jugadores del Real Madrid, un pase con ‘saltito’ dentro del área y hasta uno sin mirar ‘a lo Laudrup’.
Sus datos, además, respaldan las buenas sensaciones. Más allá del gol, fue el que más remató de su equipo (3), el que más ocasiones creó (3), el atacante que más intervino (59 veces), firmó un notable porcentaje de pases acertados (90%) y fue el que más y mejor pasó en el último tercio del campo (17 pases, 82,4% de acierto). Desequilibró con regates (dos completados), ganó sus duelos (solo 1) y además, solo cayó en una ocasión en fuera de juego.
El conjunto de números llevó a Nkunku a rozar el sobresaliente. Según el sistema de BeSoccer Pro, el francés firmó una actuación merecedora de un 8,2, la mejor de todos los que estaban sobre el césped. Para UEFA, el MVP fue Simakan, generador del tercer tanto y que completó una enorme actuación en defensa.
Este firmó su segunda mejor actuación en esta Champions (gol y 8,6 previo ante el Celtic) en uno de los encuentros más importantes para los toros rojos, que se distanciaron a tres puntos del Shakhtar, su próximo rival contra el que se juegan su presencia en octavos de final.
Christopher Nkunku demostró en el gran escenario que su valor (80 millones de euros para Transfermarkt) está justificado. El precio de su salida, cercana pero aún por definir (el Chelsea es el gran favorito) podría ser aún más elevado. El francés aparece en las grandes citas y empieza a brillar más fuerte en la galaxia a la que se ha ganado acceso.