Nico: inicio gris oscuro
El gallego, víctima de la doctrina Conceição, lleva tres partidos sin jugar. Es una práctica habitual del técnico portugués, que no suele dar la titularidad a nuevos fichajes.
La cuenta de resultados de Nico como jugador del Oporto todavía no sale. Fichado a bombo y platillo por los dragões por 8,5 millones de euros, si bien el Barça se guardó una opción de compra de 30 millones (y ganará un 40% de una futura venta), el gallego apenas ha sumado 251′ en Liga y 17 en Champions. Ahora, lleva tres partidos sin jugar. El último de ellos, el que quiere jugar cualquier futbolista del Oporto: contra el Benfica.
“Nico es víctima del método Conceição”, cuentan a AS fuentes autorizadas muy conocedoras del día a día del Oporto. A sus 48 años, el fantástico ex jugador de, entre otros equipos, Parma, Lazio o Inter, acumula ya 334 partidos como entrenador en el FC Porto en una carrera dilatada de primer entrenador que empezó en el sur de Portugal, en el modesto Olhanense y que fue creciendo: Académica de Coimbra (su ciudad natal), Sporting de Braga, Vitória de Guimaraes y Nantes antes de acabar en Do Dragao. Conceição no es partidario de hacer jugar a sus fichajes hasta que están adaptados perfectamente a sus métodos, en un proceso parecido al que siguen algunos jugadores como Simeone. “Sólo Marchesín y Mateus Uribe, que venían muy hechos del América de México jugaron con carácter inmediato”, cuentan las mismas fuentes. “El parón tampoco ha ayudado a Nico”. El gallego fue convocado por Santi Denia para la Sub-21, pero Nico no tuvo minutos y fue adelantado por Pablo Barrios, Javi Guerra, Turrientes o Gabri Veiga.
Es una temporada clave para Nico, cuya progresión corre el riesgo de estancarse. Para empezar, debe terminar de definir su posición. En los dos partidos en los que ha sido titular en el Oporto, ha actuado de doble pivote. Su puesto en el Barça ha sido uno de los caballos de batalla que provocaron su venta. Después de la pasada temporada, cuando Xavi y el futbolista llegaron al ‘acuerdo’ de que lo mejor era una cesión que le asegurase minutos en el Valencia, este verano tocaba tomar una decisión definitiva con el jugador. El adiós de Busquets parecía una buena oportunidad para Nico, a quien podían abrírsele las puertas para jugar de ‘5′ en el Barça. Sin embargo, Xavi no le veía las cualidades exigidas para un mediocentro posicional y, pese a que el Barça no podía fichar a Zubimendi, prefirió la experiencia de Oriol Romeu a los 21 años al margen de crecimiento de Nico. Para el chaval, con media vida en La Masia, fue un jarro de fría. Su reacción fue pedir la salida. Mendes se movió y Nico terminó en el Oporto. En Portugal, eso sí, estará menos protegido que en la Ciudad Condal, donde se le trataba como se debe a un chico de la casa.
Subido al primer equipo por Koeman prácticamente al mismo tiempo que Gavi, los dos parecieron anunciar, junto a Pedri, un nuevo tiempo en el centro del campo del Barça, Sin embargo, y mientras el andaluz sí se asentó y resistió las exigencias que tiene un club tan grande como el Barça, Nico empezó a dejar de jugar con la llegada de Xavi y vio truncado su sueño de triunfar en el club del que se había hecho también aficionado para siempre cuando, con apenas siete años, celebró el gol de Iniesta en Stamford Bridge. Xavi anunció que será Bojan el responsable de seguir su evolución en el Oporto para luego decidir si, en algún momento, el club se decide por activar la opción de compra de 30 millones. Pero, a día de hoy, parece que Nico se marchó para no volver. Ahora, trata de sobrevivir a la ‘doctrina Conceição’.