Nadie se acuerda de Dembélé
Mientras Ferran ha marcado ya cinco goles esta temporada, Raphinha ha marcado dos y ha dado dos asistencias; y Lamine ha firmado 2+1, el francés está en blanco.
Nadie se acuerda de Ousmane Dembélé en Barcelona. Así de rápido va el fútbol, sobre todo si los números desnudan aplastantemente al francés. Al menos, hasta este momento. Mientras Dembélé tiene a cero su casillero de goles y asistencias en el PSG y la selección francesa, sus ‘recambios’ en el Barça hacen números a la misma velocidad que el equipo. Ferran Torres ha empezado iluminado la temporada: cinco goles entre el Barça y la Selección, interpretando a la perfección su papel de revulsivo. Raphinha, que el año pasado peleó por un puesto frente al Mosquito, le ha marcado un gol al Betis en Liga, fabricó el 3-0 y el 5-0 contra el Amberes; y con Brasil marcó y asistió contra Bolivia. Y Lamine Yamal, debutante más joven de la historia de la Champions en el Barça, ha maravillado ya con dos asistencias y un gol con la Selección de Luis de la Fuente. El adiós de Dembélé no ha hecho más que abrirle un sitio que no esperaba.
El final de Dembélé resultó decepcionante. Para la historia quedará aquel ‘off the record’ montado por el Barça en su hotel de concentración en Las Vegas, tratando de explicar aquel adiós súbito del francés, intuido por AS con aquella información publicada justo en el desplazamiento del equipo azulgrana de Los Ángeles a Dallas. El club azulgrana trató de parar el golpe, pero Dembélé se iba. Se lo dijo a Xavi en Texas y, después de aguantar en la disciplina de la expedición azulgrana hasta que la misma regresó a la Ciudad Condal, acabó volando a París para jugar a las órdenes de Luis Enrique.
Uno de los más decepcionados por el adiós de Dembélé fue Xavi. El técnico no sólo le hizo jugar a su mejor nivel desde que estaba en Barcelona. También le protegió y hasta se enfrentó a Mateu Alemany, que quería apartarle ‘sine die’ de la primera plantilla si no renovaba. Consciente de que le hacía falta para entrar en Champions, Xavi salvó al jugador, que pareció ensimismado con la doctrina del nuevo técnico y decidió renovar. Un año después, sin embargo, se fue sin previo aviso. Eso decepcionó a Xavi, que creyó en la lealtad del futbolista y se encontró un futbolista maleable, condicionado por los intereses de su entorno. De momento, a Dembélé no terminan de salirle las cosas. El asunto puede cambiar porque tiene a uno de los mejores entrenadores del mundo en el PSG. Lo que sí queda claro es que el Barça no le echa de menos. Nueve goles y cinco asistencias contra cero es lo que ofrecen Ferran, Raphinha y Lamine.