Musiala: “Me hubiera gustado ganar el Golden Boy, pero Gavi lo merecía”
Presente y futuro del Bayern cuando se vayan clásicos como Müller o Neuer, Jamal Musiala atiende a AS solo días después de que Gavi le haya ‘birlado’ el Trofeo Kopa y el Golden Boy.
Jamal Musiala (26-2-2003, Stuttgart) atiende a AS en la previa del Barça-Bayern que puede significar el adiós de los azulgrana a la Champions y la confirmación de la primera plaza de grupo para los alemanes. Candidato al Golden Boy con Gavi, el alemán hace gala de una exquisita deportividad.
Va a cumplir un año de carné. ¿Es tan buen piloto como futbolista?
No se me da mal el coche, pero lo mío es el fútbol.
Suma ocho goles y ocho asistencias en este inicio de temporada. ¿Está viviendo un sueño?
Para ser sincero, no me paro a pensarlo. Me levanto todos los días con el objetivo de seguir creciendo como futbolista.
Versátil ya es un rato. Salvo de portero, jugó de todo en el Bayern.
Mis entrenadores en las inferiores solían cambiarme mucho de posición, de ahí que aprendiera a ser un jugador flexible. Me siento cómodo en cualquier posición de ataque, pero disfruto al máximo cuando parto de mediapunta y tengo la posibilidad de moverme entre líneas.
¿Triste por no haber ganado el Trofeo Kopa y el Golden Boy?
A todos los nominados les hubiera gustado ganar, pero Gavi lo merecía. Es un grandísimo jugador que también viene de firmar una gran temporada.
Ahora se verá las caras con él y un Barça al que puede mandar a la Europa League.
No cambiará la manera con la que plantearemos el choque en el Camp Nou. Siguen siendo un grandísimo equipo que nos lo pondrá dificilísimo, pero nuestro único objetivo es seguir con la misma energía en Champions, ampliar el récord de triunfos en fase de grupos y certificar la primera plaza del grupo. No jugaremos con el freno de mano echado.
¿Se ha acostumbrado a ver a Lewandowski con la blaugrana?
Sigue siendo un poco raro, pero nos iremos acostumbrando. Siempre será algo bonito cuando se crucen nuestros caminos. Al final, es un gran futbolista y mejor persona. Sin embargo, esa nostalgia desaparecerá cuando pisemos el terreno de juego el miércoles.
¿Siguió mucho al Barça de pequeño?
Solía ver muchos partidos del gran Barça de Messi, Xavi e Iniesta, era una delicia cómo jugaban al fútbol. Te divertías viéndoles. Me fije mucho en su juego, sin duda. El Barça es un club con una filosofía muy marcada que siempre optó por el talento y la técnica de sus jugadores. Es de halagar y bonito para los espectadores como yo fui uno en su momento.
¿Y el Madrid?
También, es un club mítico. Me chiflaban los Clásicos entre el Madrid de Cristiano y el Barça de Messi.
¿Y cuál de los dos quería que ganara?
A pesar de todo mi aprecio hacia Cristiano, soy del Team Messi (risas).
Nació en Alemania, pero fue a Inglaterra con siete añitos. ¿Qué le dieron esos dos países?
Aprender un idioma nueva, conocer otra cultura. En el fútbol, traté de mezclar todo lo que aprendí en Inglaterra con el gen ganador que te inculcan en Alemania desde pequeño. Me hizo mejor futbolista.
Southgate volvió a lamentar recientemente no poder tenerle...
No fue una decisión fácil. Le di muchas vueltas a la cabeza, consulté a mi familia y mis amigos y pensé en que sería lo mejor para mí. Jugué en las inferiores de Inglaterra, pero no me dejé influir por nadie. Hoy puedo decir que tomé la decisión correcta.
Su amigo Jude Bellingham haría todo lo posible para convencerle…
No, fue consciente de que tenía que decidir yo y se alegró por mí.
Triunfar en un club como el Bayern siendo canterano no es fácil.
Cada uno elige su camino. Algunos optan por una cesión, pero, en mi caso, fue clave poder entrenar con jugadores de talla mundial. Para un joven nunca es fácil cuando juegas poco, pero ayuda a que no agaches la cabeza.
¿Algún consejo que daría a un chaval de 12 años que sueña con ser el próximo Musiala?
Que nunca pierdan el amor por una pelota. El fútbol y la presión van de la mano, pero jamás te puede llevar a perder la ilusión por jugar. Después está el trabajo, el sacrificio y todo lo demás. Sin embargo, la clave es tratar siempre de seguir divirtiéndose jugando. Es la base de todo. Junto a la familia. Más allá del fútbol, para un adolescente es fundamental sentir el respaldo de su familia. Luego están los trayectos al entrenamiento, los gastos, los consejos cuando haces algo mal. Siempre están ahí y eso es de gran importancia para gente joven en general.
Permítame decirle que hicieron gran trabajo con usted.
Se lo haré saber. Nunca es fácil no despegar cuando hay tanto jaleo a tu alrededor, pero quiero seguir siendo el Jamal de siempre. Ya vendrán momentos más difíciles; de ahí que simplemente esté agradecido por los buenos que estoy viviendo. Recuerdo cuando era pequeño y me imaginaba de qué manera lidiarían todos mis ídolos con todo tipo de situaciones, mejores o peores. Justo de esta manera quiero ser yo ahora y no cambiar por nada del mundo.
Hábleme de ídolos.
He de repetir a Messi. Ha marcado tantos goles, ha ganado tantos títulos..., y nunca cambió. Siguió fiel a sus principios, a su manera de ser. Lo mismo quiero para mí.
Tiene contrato hasta 2026. ¿Se imagina toda su carrera jugando en un club como, por ejemplo, su compañero de equipo Thomas Müller?
Nunca digas nunca.
Precisamente Müller llegó a decir lo siguiente sobre su generación: “Tienen que entender que se trata de jugar bien al fútbol, no de salir bien en los vídeos”. ¿Qué opina?
Tiene razón. Nuestra generación creció con las redes sociales y puede que más de uno trate de forzar algún regate para que se haga viral. La esencia del fútbol es la que es, se trata de ganar o perder y no debemos olvidarnos de lo básico. Con eso no quiero decir que los jugadores de nuestra generación tengan que limitarse a la hora de hacer regates, simplemente han de saber en qué momento de un partido pueden ser eficaces y ayudar a tu equipo a ganar. De eso se trata. A veces, un simple pase puede servir más que una acción que vaya a volar en redes al día siguiente.
¿La edad está sobrevalorada en esto del fútbol?
La experiencia hace mucho, pero a veces también hace falta ese desparpajo juvenil para poder ganar un partido.
Parece que tanto Nagelsmann como los jugadores han salido reforzados de la reciente crisis en la Bundesliga.
Tratamos de recuperar los elementos básicos del fútbol, ser más físicos y no huir de duelos que puedan hacernos daño. Nos dimos cuenta de que no bastaba con nuestra calidad para ganar partidos, sino que necesitábamos estar metidos al cien por cien en los partidos desde el primer instante. Si, además, aprovechamos nuestras oportunidades, tenemos las de ganar.
En la Champions, de momento, todo va de dulce. ¿Es realista poner la orejona como meta esta temporada?
Están ahí el Madrid, el City, el PSG... Pero somos el Bayern, queremos llegar hasta el final en todas las competiciones y tenemos la calidad suficiente en nuestras filas para lograrlo, sobre todo teniendo en cuenta de que hemos aprendido de lo que nos ocurrió en cuartos de final la temporada pasada ante el Villarreal.