Madrid-City: colisión en los despachos

En cuatro de las últimos cinco Champions, Real Madrid-Manchester City en eliminatorias. En semifinales las dos anteriores, con Orejona para el campeón al final de la travesía. Un clásico europeo de nuevo cuño, con otro capítulo este curso. En cuartos en esta ocasión. Arranca el martes. Un duelo que será especial para un jugador en particular: Brahim Díaz. El malagueño ha sido el último jugador en haber cruzado el puente aéreo entre el Etihad Campus y Valdebebas. Pero no la última colisión en los despachos entre el gigante blanco y el azul. Una batalla en los mercados con tintes perennes. Las ascuas las prendió Steve McManaman, Robinho protagonizó el primer incendio y Haaland o Bellingham también fueron, o sigue siendo en el caso del cyborg noruego, motivo de conflicto. Madrid y City, rivalidad dentro y fuera del campo.

De Macca a Brahim

Desde aquella 2003-04, donde McManaman volvía con contrato cumplido a las islas tras haber enmarcado en la Octava una volea para la historia del madridismo, hubo que esperar cuatro años (2008-09) para reencontrarse en los despachos. Robinho se fue a buscar el Balón de Oro a Mánchester. A un City que ponía los cimientos de su proyecto made in Abu Dhabi. El primer crack a base de talonario, 43 millones de euros mediante, que ponía rumbo a los skyblue. El galardón dorado no llegó, pero fue la verdadera semilla de una rivalidad mercantil con decibelios crecientes desde entonces. Aunque el chupinazo a los vuelos en dirección Madrid lo dio Emmanuel Adebayor. Manolito había sido estrella del Arsenal y así aterrizó en Mánchester. Perdió fuelle y en enero de 2011 se convertía en el primer togolés en la historia blanca. Como cedido, el espigado ariete convenció en su rol de revulsivo y firmó seis grandes meses (ocho goles) que, eso sí, no sirvieron para sellar su continuidad.

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Tampoco estiró demasiado su chicle madridista el siguiente caso. Danilo disfrutó de dos temporadas en Chamartín. Engordó, y mucho, su vitrina: dos Champions, una Liga, un Mundial de Clubes y una Supercopa de Europa. Y a pesar de su rol de suplente de Carvajal, estaba cómodo. No obstante, el interés de Guardiola activó los mecanismos. También la presencia del Mundial de Rusia en el horizonte. ¿Resultado? 30 millones a las arcas del Madrid en 2017. Curso y medio antes de un traspaso cuya relevancia se ha disparado esta campaña: Brahim. El malagueño terminaba contrato el 30 de junio de 2019. Era una de las joyas de la cantera citizen y el Madrid no quiso arriesgar la pérdida. En enero, a seis meses de habilitar el fichaje a coste cero, desembolsó 15 millones y cinco en variables. Una cantidad que, tras la Erasmus trianual en Milán, está comenzando a resultado anecdótica. Brahim se enfrentará por primera vez a sus ex este martes. Con rol creciente, erigido en nuevo icono de Marruecos y en futbolista diferencial del Real Madrid (nueve goles y cinco asistencias en 1598 minutos) para este curso. Pero también los venideros.

Puente aéreo Real Madrid-Manchester City

Haaland, Bellingham...

Esas han sido las cinco operaciones cerradas entre ambos, pero no quedan ahí los encontronazos. Como entrante, uno que promete seguir escribiendo capítulos. Erling Haaland sigue pensando en un futuro blanco. Los puentes llevan años tendidos, pero Mbappé los ha derribado. Primero, al salir de Dortmund, cuando el presumible fichaje del francés, unido a la presencia de Benzema, invitaron al noruego a aceptar la propuesta del City. También la presencia de Guardiola resultó crucial. Aún así, esa puerta no está cerrada y, como ya informó AS, todavía se ve en la pelea por jugar en el Real Madrid.

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En el Bernabéu compartiría vestuario con su amigo Bellingham. Porque Jude ya dijo ‘no’ al City en verano y tiene una década trazada y perfilada en Chamartín. Tanto Liverpool como los citizens trataron de torpedear la ‘operación Bellingham’, pero el deseo del de Stourbridge enterró cualquier tipo de conversación o duda. Verbalizando el himno, Real Madrid y nada más. También se encontraría Erling a un Endrick por quien el City, como tantos otros clubes, también suspiró. Fue el Chelsea quien más cerca estuvo de arrebatarle la joya al Madrid, pero los de Guardiola también olfatearon la incorporación del de Taguatinga.

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No hay que mirar demasiado hacia atrás para encontrar otra colisión. Julián Álvarez, cuando despuntaba en River, estaba anotado en rojo en la agenda de la secretaría técnica blanca. Un futbolista joven con muchísimo potencial. Perfil siempre anhelado por la ‘Factoría Calafat’. No obstante, es una operación que nunca llegó a entrar en fase final. El City irrumpió y convenció a la Araña.

Y dos barcelonistas...

Mientras que este listado de ‘y sis’ lo cierra una pareja barcelonista: Gündogan y Ferran Torres. Hasta cuatro veces pudo ser el Tiburón jugador del Madrid. La última, en 2020. El contrato de Ferran con el Valencia entraba en año final y desde el Paseo de la Castellana le pidieron que esperase un año para llegar gratis. El extremo, para evitar un curso hostil en Mestalla, optó por el proyecto citizen, que desembolsó 25 millones por su fichaje. Y de ahí al Barça, como Ilkay Gündogan. El centrocampista alemán, antes de firmar por los skyblue, estuvo cerca de convertirse en madridista. Era el santo y seña del Dortmund y el propio jugador llegó a reconocer públicamente los contactos. Finalmente se uniría al navío azul para alegría de un Guardiola que sufrió, y mucho, su marcha a la Ciudad Condal hace unos meses. Madrid y City, una historia de no tantas y venidas como batallas en el mercado. Una rivalidad convertida en clásico que vivirá en cuartos de Champions un nuevo capítulo. No será el final. Habrá nuevos asaltos. En el campo y en los despachos.