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ATLÉTICO DE MADRID

Los problemas laterales de Simeone

El Atlético pasó apuros por ambas bandas ante el Oporto y el técnico fue cambiando piezas sin encontrar una solución: Nahuel, Carrasco, Llorente, Saúl, Reinildo...

Actualizado a
MADRID, SPAIN - SEPTEMBER 07: Nahuel Molina (L) of Atletico Madrid in action against Mehdi Taremi (R) of Porto during UEFA Champions League Group B 1st match between Atletico Madrid and Porto at Metropolitano Stadium in Madrid, Spain on September 07, 2022. (Photo by Burak Akbulut/Anadolu Agency via Getty Images)
Anadolu AgencyGetty

El triunfo sobre la bocina fue épico y valiosísimo, pero todos en el Atlético son conscientes de que el encuentro contra el Oporto dejó muchas cosas a analizar y a mejorar. “No fue un buen partido”, resumió Simeone. Los futbolistas fueron igualmente autocríticos. El equipo, por ejemplo, pasó muchos apuros en las bandas. El Cholo inició con un plan, lo agitó del todo en el descanso y aún le dio algunas vueltas más. Nada le convenció. Ni en defensa ni en ataque. Y preocupa. A vueltas con los laterales en el primer mes de competición.

Por la derecha, el titular fue Nahuel Molina, que no tiene competencia directa en la plantilla. La izquierda fue para Carrasco, que se ha ido alternando con Saúl. Simeone lo vio tan mal que en el descanso los quitó a los dos. El argentino, que regresaba tras su sanción en Liga, jugó el primer partido en competición europea de su carrera y estuvo muy poco atinado: perdió 13 balones (el tercero que más, pese a jugar solo medio partido) y sufrió mucho ante Galeno y todo el que entró por su lado. Todo ello propició murmullos en la grada cada vez que tocaba la pelota. Carrasco perdió nueve y no generó ninguna sensación de peligro. El técnico los cambió y pasó a Llorente y Saúl, interiores en el primer tiempo, a los laterales.

Saúl y Llorente, parches habituales

La polivalencia de ambos les lleva con mucha frecuencia a la banda, cada uno a la suya, aunque ni les gusta demasiado ni se ven sus mejores virtudes. El Atlético tampoco mejoró mucho con estas variantes e incluso el Oporto se acercó más a la portería de Oblak. Llorente se aferró a su físico para no ser superado en los duelos y mantuvo el tipo. Saúl, por su parte, fue sustituido en el 61′ para otro giro de guion de Simeone: paso a defensa de cuatro, con Reinildo como lateral izquierdo y Lemar por delante. El cambio tampoco funcionó y Simeone, que entendió que su equipo sufría incluso más, corrigió: metió a Hermoso por Morata, sustitución que le valió la primera pitada. El español se ponía de tercer central y el lateral quedaba para el mozambiqueño. Así, hasta cinco rojiblancos ocuparon una u otra banda durante la noche.

Oporto fue un episodio, pero de cara al futuro a Simeone se le abren debates. Por la derecha, la planificación señala que hay plena confianza en Nahuel Molina y, por eso, tras la salida de Wass no llegó otro lateral derecho. El argentino aún debe mejorar, pero tendrá oportunidades. Llorente sabe que tiene que estar en guardia porque es el plan B, no una opción remota. En la izquierda, Carrasco no está cerca de su mejor nivel y Saúl, cuando ha sido el elegido, también ha sufrido y se ha cargado rápido de tarjetas. Reinildo por delante de Hermoso es la prueba más reciente, a la espera de Reguilón. Simeone tiene un problema con los laterales, otra tarea para que el equipo se acerque a su mejor versión.