Los cracks del Atleti, en deuda
Una de las claves del naufragio rojiblanco en Dortmund es que ni siquiera pudo agarrarse a sus cracks. Morata no se repuso al fallo inicial y fue cambiado, Griezmann se quedó cortísimo y Oblak encajó cuatro.
El Atlético se la pegó en Dortmund y apenas pudo rescatar el tramo en el que pasó del 2-0 al 2-2. Si hay que destacar un nombre en ese arreón, probablemente sea el de Correa. El equipo rojiblanco cometió demasiados errores en el Signal Iduna Park, en ataque y en defensa, y ni siquiera pudo agarrarse a sus cracks. Quienes debían ser las mayores certezas no tiraron del carro en los peores momentos. Morata fue el primero en deshincharse, Oblak estuvo lejos de obrar milagros y Griezmann se quedó escasísimo. El equipo necesita mucho de ellos.
Morata jugó solo la primera parte, porque fue uno de los sacrificados por Simeone para buscar la remontada. El delantero tuvo la más clara del Atlético a los 4 minutos. Condujo desde el centro del campo hacia Kobel, ganó en la carrera a los defensas y, en el mano a mano, eligió picar con la izquierda y echó el balón fuera. El fallo le pesó y, más allá de que no tuviera más ocasiones, es que apenas pudo dar salida al equipo, que necesitó que le diera soluciones, como aguantar balones para ganar tiempo y metros. El técnico lo cambió en el descanso por Correa.
Su socio en el ataque, Griezmann, tampoco resolvió muchos más problemas. “Es el jugador mas importante que tenemos”, comentó el Cholo tras el doblete del francés al Girona. Por eso dolió más su actuación gris. Ante el Dortmund, lo primero que hizo fue peinar el balón de cabeza para lanzar a Morata solo ante Kobel. Luego resultó intrascendente, con algunos fallos en el pase de los que no acostumbra. Se notó que echaba de menos a Lino en la izquierda. En el arreón a la vuelta del descanso se le vio activo, conectando bien con Riquelme. En el tramo final, no tenía fuelle para nada. Le sobran kilómetros en las piernas. El balance global es que ni un remate ni un regate en toda la noche. Los cuartos de final se le atragantan a Griezmann, que no ve puerta en esta ronda desde 2017 (Leicester).
Suspenso en un área y en la otra
Y si los delanteros no anduvieron fino, los cuatro goles encajados evidencian que atrás tampoco tuvo el Atleti su mejor actuación. Oblak empezó con dudas en algún balón aéreo y no transmitió la calma de otras veces a sus compañeros. El primer remate a puerta con verdadero peligro lo tapó Azpilicueta y el segundo fue ya el 1-0. No fue San Oblak. En los otros tres lo tuvo más difícil para poder hacer algo. Tras el 4-2 sí tuvo un par de intervenciones de mérito para mantener la emoción hasta el final. No obstante, la estadística señala que, en función de las ocasiones generadas por el Dortmund, el Atlético tenía que haber encajado 1,67 goles menos. Y en total son 11 partidos ya sin dejar la puerta a cero.
El Atlético necesita a los tres para amarrar el último objetivo que queda ya esta temporada: terminar entre los cuatro primeros, incluso el tercer puesto está a tiro. Morata, de hecho, aún tiene el Pichichi al alcance, a tres goles de los 17 que lleva Dovbyk. No solo ellos tres tienen que dar un paso al frente, también otras piezas importantes como De Paul y meritorios como Barrios y Riquelme. El Alavés es el primer envite para solventar la deuda de Dortmund.
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