Locura en Alcalá: Vinatea y Rajado completan la revolución Rubén Gómez

Una remontada de coraje y banquillo. El Atlético hizo bueno el empate en Liverpool volteando un encuentro que se le escapaba de las manos hasta la revolución total de sus suplentes. Con un nombre propio, un Rubén Gómez que a sus 16 años recién cumplidos acaba de firmar su primer contrato profesional y dio otro ritmo al ataque colchonero. Rajado se convirtió en el héroe en el último minuto para dejar los puntos en Madrid en un partido que marchaba 0-1 a falta de siete minutos.

Un encuentro que era en una batalla por cada centímetro de verde. Y al Atlético se le complicaba un mundo salir de la presión alemana, que le ahogaba sobre la meta de Dani Rubio. El objetivo visitante era aislar a Barrios, Gross, Cubo y Sergio Esteban, sin recibir ningún balón en ventaja. Y, tras el gol anulado a Miguel Gil a la salida de un córner, donde el colegiado señaló una falta previa, el Atlético no volvió a incomodar a Siljevic durante media hora.

Mientras, el Eintracht solo necesitó una para mandarla a la cazuela. El disparo de Dills encontraba pierna, pero la carambola caía perfecta para que Staff solo tuviese que colocarla a un lado en el mano a mano con Dani. Sí saldría vencedor el guardameta pocos minutos después en el remate a bocajarro en el área pequeña. Una parada que salvó el 0-2 y sirvió para despertar a los de Donato.

La buscó Cubo justo antes del descanso y encontró el 10 a Sergio Esteban nada más salir de vestuarios, pero el remate del punta se marchó rozando el palo. Entre medias el técnico había movido su equipo con al entrada de Rajado y Saúl para buscar mayor control y desborde. Volvería a probarla Cubo, uno de los grandes talentos de la Academia (del 2008) y que ya luce en Primera RFEF con Torres, pero el gol no llegaba. Donato iba quemando sus naves, ahora con Vinatea en punta. Los nervios aparecían, el partido y Europa se ponían cuesta arriba y en la duda estaba a punto de llegar el segundo del Eintracht. La falta de entendimiento entre Gil y Dani y la parada del meta en el mano a mano.

La locura estaba a punto de desatarse. Entradas por banda, centros laterales, ganar duelos, encontrar a Rajado en al derecha... Pero el sistema del Eintracht no tenía fisuras. Boakye Osei era un valladar y al Atlético no veía la luz. Hasta encontrar la mecha en Rubén Gómez (ya debutó con 15 años el curso pasado en Europa). No le pesa la responsabilidad al joven talento. La pide, encara, busca desde la derecha hacer daño con su zurda. Y así encontró a Sergio Vinatea en el área. El control orientado del punta y el derechazo inapelable.

No había tiempo que perder, el Atlético olía la sangre. Una triple ocasión del propio Rubén Gómez, encontrando siempre a un rival a su paso antes de que el juego se voltease a la izquierda a un Jorge Rajado con un gran impacto en sus 45 minutos sobre el campo. El recorte hacia adentro y la suavidad para ponerla en la base del palo. La locura total. Un triunfo que sabe aún mejor y que disipa las nubes que se formaban sobre Alcalá. La tuvo el Eintracht en la última con el remate de Dills de falta en la frontal, pero volvió a aparecer Dani para negarle el gol. Los puntos eran del Atlético. La revolución Rubén Gómez se había completado.

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