La extraña imagen de Vinicius con Van Dijk que fue el principio del fin del Madrid en Anfield
La ‘defensa’ del brasileño al holandés en un saque de esquina se hizo viral. Detrás de la misma hay una explicación: el equipo blanco se protegió en zona en el balón parado ‘red’ y no funcionó.
Anfield profundizó en las dudas que todavía despierta el Madrid. El mal de altura es una realidad en un equipo que pierde crédito ante los de su supuesto tamaño. Apenas Courtois pudo demorar una derrota que debió llegar antes y que tuvo en el balón parado una de las razones principales de la misma. Xabi Alonso circunscribió el resultado a una cuestión de “detalles”. Acertado o no, en esa línea de pensamiento emerge con fuerza la nula jerarquía del Madrid en la estrategia defensiva. Una imagen de Vinicius con Van Dijk en un saque de esquina, ampliamente viralizada en las redes sociales, representa el desatino blanco.
¿Qué hay detrás de esa escena? Algunos entendían que era Vinicius el que fijaba en la primera marca a Van Dijk. No fue así. El Madrid defendió en zona cada acción de balón parado del Liverpool. El brasileño era el encargado de importunar el primer movimiento de las grandes amenazas aéreas de los de Slot, véase el propio Van Dijk o Konaté. Cuando Wirtz o Szoboszlai ejecutaban, bajo su extraordinario repertorio de golpeos, Vinicius se alejaba de la acción. En ambos saques de esquina que botó el Liverpool nada más iniciarse la segunda parte, con los remates de cabeza claros de Van Dijk y Ekitiké, el brasileño repitió movimiento. Primero con el neerlandés, después con Konaté. Era más una labor de distracción que otra cosa.
En cualquier caso, parece evidente que la defensa en zona de Xabi Alonso no funcionó. El entrenador del Real Madrid colocaba un hombre en el primer palo (Güler), cuatro en la línea del área pequeña (Bellingham, Militao, Huijsen y Carreras), tres por delante (Tchouameni, Valverde y Camavinga), Vinicius como primer obstáculo y Mbappé atento al posible saque en corto (ver imagen superior). Se pretendía detener así las llegadas desde atrás de los Van Dijk, Konaté y compañía, pero de nada sirvió. Aunque hubiera marcadas referencias personales, el Madrid careció de la contundencia necesaria para hacer frente al poderío por alto del Liverpool. Nadie escapó de la quema, más cuestionado que nunca Huijsen, abrumado por sus señales de falta de firmeza.
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Una sombra en Anfield
Ante ese panorama, el gol llegó en el balón parado. Mac Allister hizo sangre en un lanzamiento de falta lateral al que el Madrid no dio la respuesta. En ese sentido, Xabi Alonso verbalizó la debilidad de su equipo en ese registro del juego. “Es la parte en la que más hemos concedido y les hemos dado esas oportunidades. Creo que son evitables por nuestra parte. Nos han hundido demasiado, quería presionarles un poco más adelante. Nos han hundido mucho porque hemos concedido demasiadas faltas”, sostuvo en sala de prensa.
La posesión y las faltas
El Madrid tuvo un dominio de balón inocuo. El 61,2% de posesión queda en nada cuando se ve su pobre bagaje ofensivo. Apenas ocho remates y solo una ocasión clara, en las botas de Bellingham en el primer tiempo. A su fútbol le faltó fundamento ofensivo, verticalidad y profundidad, además de una corrección e intensidad mayor en los movimientos de presión. El Liverpool pudo transitar con cierta comodidad y aculó a un Madrid que padeció momentos de verdadero apuro. Cuando a los blancos les tocó procurar hacerse fuertes en su campo, cometieron faltas evitables. Hasta cinco infracciones protagonizaron en zona de peligro (ver imagen superior) de las once que hicieron en total.
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