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ATLÉTICO DE MADRID

Historia de Atlético: 50 años de la Copa de Europa que arrebató Schwarzenbeck en San Isidro

El 15 de mayo de 1974, el equipo rojiblanco se jugó el título con el Bayern. Luis marcó en la prórroga y el central alemán igualó en el último minuto. Dos días después, en el desempate, los bávaros se llevaron la final.

El 15 de mayo de 1974 se disputó en Heysel la final de la Copa de Europa entre el Bayern Múnich y el Atlético de Madrid. En los últimos instantes Schwarzenbeck marcó el empate a uno.
DIARIO AS

Quince de mayo, San Isidro, patrón de Madrid. Este año al Atleti le toca visita al Getafe, pero hace justo 50 años vivió uno de los partidos más importantes de su historia. Justo hace medio siglo, el equipo rojiblanco jugó ante el Bayern su primera final de la Copa de Europa. Fue en Bruselas y, en realidad, acabó siendo el primer acto, porque el título se resolvió dos días después. Los nombres de Luis Aragonés y Schwarzenbeck se mantienen (y se mantendrán) en la memoria, uno como ídolo legendario y otro como villano despiadado. Aquel alemán dejó al Atleti con la miel en los labios y aguó una noche de San Isidro inolvidable.

El equipo de Juan Carlos Lorenzo se plantó en la final de Heysel tras haber apeado a Galatasaray, Dinamo Bucarest, Estrella Roja y Celtic. Enfrente, un Bayern que era prácticamente la selección alemana, con Beckenbauer, Müller y demás. “Era un equipazo que se llevaba a todos por delante”, recordaba Adelardo a AS al hilo del reportaje sobre ‘La batalla de Glasgow’, que así se recuerda aún la ida de la semifinal. Aquel 0-0, además de magulladuras, dejó sin final a los sancionados Ayala, Panadero y Quique.

El golazo de Luis

Así, Lorenzo formó con Reina; Melo, Heredia, Eusebio, Capón; Adelardo, Luis, Irureta, Salcedo (Alberto, 89′); Ufarte (Becerra, 68′) y Gárate. Las gradas de Heysel, hasta la bandera, 60.000 espectadores. Y al Atleti se le escapó la Copa de Europa entre los dedos, apenas a unos segundos de que fuera suya para siempre. Los rojiblancos fueron mejores durante la final, pero el partido, sin goles, se marchó a la prórroga. Ya en la segunda parte del tiempo extra llegó el 0-1 de Luis. El centrocampista era un mago en los libres directos y, en el 113′, no desaprovechó aquel balón parado desde la frontal para marcar la mejor falta de su vida. Golazo y a aguantar, pero…

Luis Aragonés lanza la falta del 0-1.
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Luis Aragonés lanza la falta del 0-1.DiarioAS

“Nos ha faltado experiencia para perder tiempo”, se lamentaba el técnico rojiblanco después. En el último minuto de la prórroga, el central Schwarzenbeck avanzó sin oposición y, sin pensar a quién pasarle ese último balón, soltó un latigazo desde fuera del área, potente y ajustado, para empatar la final. Increíble y dolorosísimo para los rojiblancos. Con 1-1 se llegó al final, y entonces no había penaltis como ahora. La Copa de Europa debía resolverse con un partido de desempate a los dos días. Por lo visto en el campo, el Atleti se sentía en condiciones de ganar a la segunda, pero el aspecto físico resultó determinante a favor del Bayern, que se impuso con un incontestable 4-0. “Somos el Pupas”, que decía Vicente Calderón.

La fatiga lastró al Atlético

“Yo creo que jugamos mucho mejor que el Bayern en el primer partido. Luego, el día después del 1-1, recuerdo que fuimos a caminar al bosque y vimos allí a los alemanes. Nosotros veníamos muertos y ellos parecían motos”, rememora Heredia. “Yo tenía el gemelo fatal. Todo el día con masajes, pero casi no podía ni andar”, lamenta Adelardo, que ni pudo terminar ese segundo duelo. Además, el desempate afectó al factor ambiental, pues muchísimos aficionados se tuvieron que volver a Madrid. E Irureta se lo perdió por acumulación de tarjetas.

Todo lo que podía salir mal para el Atlético salió peor. El Bayern sí fue superior, sobre todo físicamente, y la segunda mitad se le hizo larguísima a los de Lorenzo, que reclamaron un penalti a la hora de partido sobre Gárate que hubiera podido apretar el encuentro. Dos goles de Müller y dos de Hoeness dieron el premio al Bayern, que luego salió campeón también en el 75 y el 76, y fueron una losa tremenda para los rojiblancos, que en verdad habían perdido con aquel gol de Schwarzenbeck en la noche de San Isidro. Cuarenta años tardó el Atleti en pisar otra final, aunque bastante menos en pegarse una fiesta el día del santo. El 15 de mayo de 1977, los rojiblancos conquistaron en el Bernabéu su octavo título de Liga.

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