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ATLÉTICO DE MADRID

Griezmann y el vacío de Lemar

El francés prueba en el centro del campo para ser la unión creativa entre las líneas. La lesión de su compatriota ha sido importante para Simeone.

Griezmann y Lemar, durante la pretemporada.
PEPE ANDRES

La lesión de Thomas Lemar no ha copado portadas en el Atlético. El francés sufrió una rotura del tendón de Aquiles derecho el pasado 16 de septiembre en una tarde aciaga en Mestalla donde todo salió mal y tendrá que estar de baja varios meses. Desde su llegada al club en el verano de 2018 no ha sido el futbolista más brillante ni más regular. Sin embargo, siempre ha sido importante para el Cholo. El técnico ha confiado en él, le ha dado múltiples oportunidades y, en ocasiones puntuales, sí ha contado con un jugador diferencial.

Es más, en el curso 2020-21, cerrado con el título de Liga, tuvo un papel muy importante para el cambio de sistema y mostró su mejor versión acercándose a la sala de máquinas. En ese medio de tres encontró su lugar, la capacidad para aparecer entre líneas y romperlas con su desborde. Regresando a la actualidad, este curso Lemar había participado en tres partidos antes de caer lesionado de gravedad. Y en los tres fue titular. El curso pasado jugó 32 y en 21 partió en el once. Y el anterior fue titular en 24 de 35. Siempre que ha estado disponible, ha sido más asiduo del once que del banquillo. Y sus cualidades son muy diferentes a las de sus potenciales sustitutos.

Saúl ha ocupado ese perfil izquierdo del centro del campo con más frecuencia. Comenzó el curso aportando mucho en los dos lados del campo, con cinco asistencias y recuperando el protagonismo en el Atlético. Pero, tras completar cinco partidos seguidos entre Lazio y Feyenoord, en los cuatro últimos ha estado más apagado, sustituido antes de la hora de partido cuando fue titular y disputando los últimos 24 minutos en Gran Canaria. El estilo futbolístico de Saúl es muy diferente al de Lemar. Más físico y con menos predilección por el balón. Caso similar al de Llorente. Barrios, De Paul y Koke sí son más felices en el juego de posesión, con mayor despliegue físico, pero menos desborde individual y velocidad al caer a banda.

Así, la pérdida de Lemar sí ha sido importante para Simeone. Le ha dejado sin un medio con unas características con las que contaba y debe suplir. Y ante el Celtic puede recurrir a su mejor futbolista para ocupar esa labor. Antoine Griezmann situado en el centro del campo como ya es habitual con Francia en los esquemas de Deschamps. Escoltado por Koke y Barrios o Llorente, recurrir a su futbolista diferencial con más competencias en la salida de balón y permitiendo alinear a Correa y Morata en la delantera. Un esquema muy ofensivo, donde la ausencia de Memphis deja pocas variantes en el banquillo para la delantera, pero pone toda la carne en el asador de partida. Griezmann es la estrella del equipo, pero nunca escatima esfuerzos ni trabajo en defensa, lo que permite darle competencias en el medio. Sería una prueba en un partido clave, donde se examinaría la capacidad defensiva del medio sin tanto especialista ni un pivote de músculo y físico y también la capacidad creativa y el tridente de la delantera. Griezmann apunta a volver a ser la solución para cualquier problema de Simeone.

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