“El que compare a Lamine con Messi, no le está ayudando”
Dani García presenta para AS a Olympiacos, el equipo al que fue a parar, de la mano de Mendilibar, hace un par de veranos. Habla del Athletic, de Nico, del Barça y de Grecia. También de futuro.
Dani García (24-5-1990, Zumarraga, Gipuzkoa) es la prolongación de José Luis Mendilibar, entrenador del Olympiacos, en el terreno de juego. Hace un par de temporadas cerró una preciosa etapa en el Athletic, donde se le respeta su categoría futbolística y humana, para probar en el pasional fútbol griego. Este martes visita nada menos que al Barça. Y dentro de un mes le espera el Madrid. Atendió vía telefónica a AS.
¿Feliz en Atenas?
Sí. Hemos encontrado una ciudad fantástica para vivir y Olympiacos es el club más grande de Grecia. Decidimos empezar una etapa nueva. Estamos aquí con nuestra hija de un añito. Siempre se echa de menos a la familia, y la distancia claro, que ojalá fuese algo más pequeña.
Pero ahí tiene una cara conocida en el banquillo. ¿Le consultó a Mendilibar antes de ir?
Claro. Cuando decides empezar una nueva etapa siempre preguntas para recabar cuanta más información mejor. Mendi es un amigo, pero cuando estamos en el terreno de profesional soy uno más.
Allí también estuvo Valverde, que es una institución.
Sí, hay mucho respeto por él. Los dos dejaron huella.
¿Qué Olympiacos veremos en Montjuïc, cambiará mucho por medirse al Barça?
Pues un equipo con el sello de Mendi, ya lo conoce todo el mundo que haya seguido su trayectoria. Que no especula y que siempre mira hacia delante.
Hace dos años, el Olympiacos ganó la Youth League. Llama la atención. Es de suponer que hay buenos jóvenes.
Cuando vienes a estos sitios, te das cuenta de que aquí también trabajan sus canteras y tienen futbolistas interesantes. Olympiacos lo está haciendo bien en este sentido. Este verano, el Brighton ha fichado a Kostoulas por 40 millones de euros. Y tenemos un centrocampista, Mouzakitis, que es muy interesante también. Era parte de la columna vertebral del Olympiacos que ganó la Youth League.
Barça, Madrid, ¿le hace ilusión?
Honestamente, le decía a mi mujer cuando salió el sorteo que me da un poco de pereza enfrentarme a Barça y Madrid… Pero aquí en Atenas, lógicamente, es un acontecimiento.
Tal vez le hubiera gustado enfrentarse más al Athletic.
Sobre todo, me hubiera gustado que hubiesen venido aquí para que viesen el ambiente del Karaiskakis. Es, como San Mamés, un estadio que vive de manera especial el fútbol y los partidos. Aquí el fútbol se vive con mucha pasión y hubiese habido hermanamiento de aficiones.
Muchas batallas con el Barça. Una vez le ganaron en la Supercopa en La Cartuja. Provocaron la primera expulsión de Messi después de 753 partidos de azulgrana…
A Messi sólo lo podías parar con faltas…, pero yo no tuve que ver en la roja, ¿eh? (la agresión fue a Villalibre).
¿Qué recuerdos tiene de aquellos partidos?
Siempre te quedas con lo bueno. Había partidos que no olías la pelota, es verdad, pero también ganamos la Supercopa, les eliminamos de la Copa en San Mamés, ganamos 1-0 en Bilbao en Liga con el golazo de Aduriz casi al final….
El Athletic. Grandes recuerdos y una familia. ¿Qué fue de Orsay, el grupo que arrancó con Vesga, De Marcos, Lekue y Villalibre?
Cada vez que pueden, se juntan. Tenemos un local allí en Bilbao. Yo, por la distancia, pues lo tengo más difícil. Pero es un símbolo de la amistad y los sentimientos que habían en ese equipo.
Sabiendo que se marchaba, prefirió que la afición despidiese a Raúl García y Muniain, e irse de manera más anónima.
No lo necesitaba. Yo había tomado una decisión porque no había recibido una llamada del Athletic para renovar y cuando vi que no se producía decidí anticiparme un poco. Y ese día era para la despedida de Raúl y de una auténtica institución como es Iker.
Como athleticzale, ¿qué significa que Nico haya permanecido en el club? Igual podría haberse enfrentado a él este martes pero siguió en San Mamés.
Pues creo que es muy importante con vistas al futuro. Significa que hay un proyecto y manda un mensaje muy potente a la gente más joven. Tal vez desde fuera no se vea tanto, pero el Athletic es una institución muy grande en Bilbao y que siga Nico alimenta el sueño de los chavales que algún día quieren estar en el Athletic.
Decía antes que a Messi sólo lo podías parar con faltas. ¿Ve a Lamine a ese nivel?
Todavía no, y no creo que compararle con Messi le ayude. Acaba de empezar su carrera.
Se habla mucho del Lamine dentro del campo, pero también del que hay fuera. ¿Demasiado ruido?
De todas las cosas que dicen, te tienes que creer la mitad. Él necesita rodearse de gente que le proteja y le dé buenos consejos. Ya es un jugador de talla mundial.
¿Ve el final de su carrera, qué se ve haciendo?
Sigo yendo con la misma ilusión a cada entrenamiento. Con la misma pasión. No veo el final, aunque sí te proyectas. A veces me veo como entrenador y otras se me quitan las ganas. El fútbol me encanta, pero también es un mundo complicado. Me he perdido muchas cosas, momentos con los amigos de la cuadrilla. Piensas que no has podido ir ni a sus bodas en algún caso. Y luego está la familia, que sufre cuando estás fuera. Los ves poco, te vas cinco días concentrado, luego otra vez… De momento, somos felices aquí, pero habrá que plantearse todo cuando llegue el momento.
¿Le gusta el Barça de Flick?
La temporada pasada jugó un fútbol muy atractivo, siempre de ataque. Lo sigo viendo muy potente.
¿Qué Olympiacos le gustaría ver en Barcelona?
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Uno que compita, como el día del Arsenal. Terminamos perdiendo 2-0, pero estuvimos en el partido y plantamos cara. Este es un equipo con el sello Mendilibar y lo vamos a intentar.
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