El otro Pepê del Oporto
El brasileño, de 26 años, fue seguido en su día por el Madrid y por Monchi para el Sevilla cuando jugaba en Gremio, pero terminó en el Oporto, donde no ha terminado de triunfar.
Seguramente, si a alguien le preguntan por un Pepe, jugador del Oporto, se remitirá a esa leyenda que sigue jugando para los dragões con 40 años después de temporadas de gloria en el Real Madrid, donde ganó tres Champions. Escondido detrás del mito, la plantilla del Oporto tiene un segundo Pepê que, en su día, fue uno de los futbolistas de moda en Brasil.
Eduardo Gabriel Aquino Cossa (Foz de Iguazu, 24-2-1997), se formó en un club de su ciudad hasta que aterrizó en el histórico Gremio de Porto Alegre. Desde allí empezaron a llegar noticias a Europa sobre un futbolista que ya había debutado con la Sub-23 de Brasil y al que algunos llegaron a comparar con Neymar… La cosa no daba para tanto, pero estuvo en el radar de Juni Calafat, ‘fichador’ de brasileños para el Real Madrid. También Monchi lo siguió para el Sevilla. Finalmente, ambos clubes desistieron. Y, como tantos otros brasileños, Pepe saltó de Brasil a Portugal. El Oporto pagó unos 15 millones de euros por el traspaso de un jugador que ya ha jugado 105 partidos con los dragões, con los que apenas ha hecho 11 goles. En Brasil, con el Gremio, marcó 32 goles y dio 20 asistencias en 145 partidos.
Tal vez esas pobres cifras tengan que ver con su posición en el camp, que ha ido dando tumbos. De ser la estrella del Gremio como extremo o mediapunta, ha llegado a jugar 20 partidos como lateral derecho en el Oporto. Una posición que, desde luego, no era a la que parecía destinado cuando aterrizó en Do Dragao. Sin embargo, Sergio Conceição lo utiliza también como extremo derecho; y el pasado viernes sorprendió colocándole como mediapunta en el partido contra el Benfica. ‘A Bola’ lo destacó como el mejor del Oporto, por lo que no sería extraño verlo en esa posición este miércoles contra el Barça. El otro Pepê, por cierto, podría seguir los pasos del ‘viejo’ Pepe. Pese a haber nacido en Brasil, y jugar con la olímpica, Paraguay e Italia se han puesto en contacto con él con la esperanza de que sea ‘convocable’ para sus selecciones nacionales. El futbolista, de momento, ha dicho no porque mantiene el sueño de vestir la verdeamarela.