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ATLÉTICO

El mismo drama, año a año

Las lesiones vuelven a apuntar a la zaga de Simeone otra temporada más, a pesar de los fichajes. Ante el Feyenoord, solo Azpilicueta, Witsel y Hermoso.

Antoine Griezmann, Álvaro Morata, Axel Witsel y César Azpilicueta forman la barrera ante un libre directo en la gira del Atlético. El maldito eterno deja vu en la defensa del Atlético.
KIM HONG-JIREUTERS

Después de casi doce años en el banquillo del Atlético, a menudo para saber qué piensa Simeone basta con verle asomar en las ruedas de prensa. El gesto, el caminar, cómo lleva la boca antes de hablar, si tensa o relajada. Cómo se sienta. Como agarra el micrófono en la mesa antes de contestar a las preguntas de los medios. Cuando contesta en monosílabos o apenas un puñado de palabras, malo, algo bulle en su cabeza que frena y preocupa. Ayer fue así. Ayer el técnico argentino resolvió la comparecencia en la previa del Atlético-Feyenoord de la 2ª jornada de Champions con respuestas cortas y secas, casi enfadadas. Apenas un rato antes se había llevado otro golpe inesperado en ese costado de su pizarra que sangra desde hace años: la defensa.

Giménez, su mejor defensor, ese uruguayo que cuando juega se hace muro de George R. R. Martín, su presencia se nota, un tótem en ambas áreas, solidez, entrega y juego aéreo por doquier, hasta el aire parece cuadrarse ante él. Pero ese jugar no es siempre, ese jugar es cuando su cuerpo le deja. Perseguido por unas lesiones que nunca le dejan en paz. Una fisura en la tibia le bajó del avión de la gira en verano y le hizo ser baja en los primeros partidos del curso. Regresó hace cinco, dos titular, antes de volver a parar por un mordisco de los músculos como una señal gigantesca de ‘Stop’. “Edema en el sóleo”, decía el parte médico del club rojiblanco un antes de que Simeone se sentara ante los medios para hablar del Atlético-Feyenoord. Un partido sin Giménez pero tampoco sin Savic, su otro central titular. Una sobrecarga le apeó de la convocatoria ante el Cádiz. Una sobrecarga que sigue el miércoles. Tampoco estará en la 2ª jornada de Champions. Esa línea defensiva se presenta ante el Cholo como en un maldito ‘dèjá vu’ infinito por mucho que este verano lo primero que el club hiciera fuera reforzar esa línea. El mismo drama. Año a año.

Cuatro nuevos: Söyüncü, Azpilicueta, Galán y Mouriño. El último se fue cedido al Zaragoza. Quedaron tres para hacer siete (ellos más Reinildo, Hermoso, Savic, Giménez y un Witsel que es el pulpo del anuncio del juego del Scattergories de mediados los noventa, el octavo pasajero de la defensa rojiblanco, aunque su lugar natural sea la de pivote). Cuatro están lesionados. Lo de Reinildo viene de febrero y es largo, ligamento roto, lo de Söyüncü, del Virus FIFA, lo de Savic y Giménez, de lejos. A Simeone le quedan Galán, con el que empieza a contar pero sin hacerlo del todo, y sus fijos: Witsel, Azpilicueta y Hermoso. De los tres solo el último es central de verdad. Juntos suman 96 años.

El doble de minutos de los que juegan con respecto a los de ‘la enfermería’

Witsel, 34. Azpilicueta, ibidem. Hermoso, 28. A los tres deberían pedírsele las medidas para ir tallándoles en bronce. Aunque haya partidos (Mestalla) en los que se les noten las costuras. Lentos, con errores, pero ahí, en ese lugar que otros observan desde la tele en la enfermería. Lentos, con errores, pero ahí, aunque el primero pareciera irse tocado de la 1ª jornada de la fase de grupos de la Champions, ante la Lazio, aunque el segundo abandonara el juego ante el Cádiz con hielos en los músculos en el banquillo. Juntos suman 96 años. Y también 1.665 minutos en la temporada (691′ de Hermoso, primer jugador de campo más usado por el Cholo en lo que va de curso; 569′, de Witsel, tercero; 405′, de Azpilicueta, noveno). Entre los cuatro defensas de la enfermería suman la mitad: 818′. El drama. El maldito drama que se suma a otro: que no son los únicos, que hay tres más. Que también faltan Barrios, Lemar y Memphis. Que cuando Simeone mire atrás ante el Feyenoord, del primer equipo en su banquillo solo verá a cuatro jugadores del primer equipo (Galán, Riquelme, Llorente y Correa) entre chavales.