El Madrid pierde la vista de lejos
El equipo blanco, que solo había recibido cinco goles desde fuera del área en todo el curso, encajó tres más ante el City. Un empate que señala a Lunin.
El Real Madrid empezó la ida de cuartos de final de Champions ante el City perdiendo, luego remontó, fue a su vez remontado y al final empató con un voleón de Valverde que deja todo abierto para el partido de vuelta en el Etihad, aunque con la evidente preocupación de un Ancelotti que sabe que en sus dos últimas visitas a Mánchester recibió ocho goles, cuatro por encuentro. Fue, en cualquier caso, un partido que ensalzó a los ataques por encima de las defensas y del que el Madrid tiene una lectura clara que sacar: no puede ser tan permisivo en los disparos lejanos, o lo puede pagar caro.
Los blancos sólo habían recibido cinco goles desde fuera del área en los 42 partidos anteriores de la presente temporada: dos en Liga (Betis y Almería), dos en la Supercopa de España (Atlético y Barcelona) y otro en Champions (Union Berlin). Sólo en la ida de cuartos frente al City, se llevó tres más para elevar la cifra a ocho. Fueron, en cualquier caso, goles de distinto pelaje: el primero, una falta directa rasa de Bernardo Silva con la evidente colaboración de Lunin; el segundo, un zapatazo inapelable de Foden, imposible de detener; y el tercero, un inesperado chut con rosca de Gvuardiol, un central zurdo, con la diestra.
Tras el partido, Rodrygo fue preguntado por una evidencia que se ve bastante mejor tras el partido que antes del mismo: ¿fue un error fatal no tapar los tiros lejanos del City, por improbable que pareciese que acabasen en gol? “Sí. Y lo sabíamos; que tocaba cerrar antes. Ahora no queda mucho que decir, ya no se puede hacer nada. Corregir y a seguir la semana que viene”. En la retransmisión de Carrusel Deportivo de la Cadena SER, el Presidente de Honor de AS, Alfredo Relaño, se sorprendía con desagrado tras el 0-1, en el que el Madrid dejó a un solo hombre como barrera dando por imposible el tiro directo de Bernardo Silva: “Este gol no se ve en un partido de alto nivel, es un fallo de juveniles. Es una catástrofe”. Ancelotti, en rueda de prensa, mostraba incredulidad: “Me pareció falta. Lo que no esperábamos era que marcasen desde ahí... Al City le puedes conceder tiros desde la frontal, pero han buscado la escuadra dos veces”.
Ese tanto, el 0-1, señaló de forma especial a Lunin. El ucranio vio interrumpido su momento dulce de forma abrupta cuando se tragó ese chut de Bernardo Silva, perfectamente parable. En el segundo, nada que reprochar, y en el tercera prácticamente tampoco, aunque el Bernabéu recuerde escenas en las que Courtois sacó balones así. Acaba de firmar por la agencia del súper agente Jorge Mendes y ya se trabaja en su renovación, pues finaliza contrato en 2025, pero este partido crea una pequeña grieta en la confianza que se había ganado en los meses anteriores. Por lo pronto, en Mánchester ya sabe que, le tiren desde donde le tiren, debe tener los cinco sentidos puestos en ello. Y Ancelotti también.
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