El Madrid-Leipzig, con el techo cerrado

Hay un Bernabéu en Liga y otro en Champions. Mismo termómetro, pero diferentes temperaturas. Y esta noche vuelve el segundo, el caliente. Lo saben en el cuerpo técnico, en los despachos y en el vestuario. Tanto, que deslizan con ilusión que hoy esperan un ambiente “de las grandes noches”. Esas en las que la afición se aglutina en los aledaños varias horas antes, aprieta desde el recibimiento y juega un papel trascendental. La Champions pulsa en el madridismo un botón que la Liga, salvo batallas puntuales, no consigue. Es el ‘efecto Tony Britten’: su música, en vez de amansar a la fiera, la enciende.

El lleno está garantizado: ayer por la tarde apenas quedaban 50 entradas libres, un retal común en los grandes eventos (tras las ventas en masa, suelen quedar algunas butacas individuales que cuesta más adjudicar). Pero a lo largo de este miércoles serán vendidas. El Bernabéu tendrá a 76.000 madridistas... y 4.250 alemanes. La cifra que manejan club y UEFA de aficionados que viajarán procedente de Leipzig con entrada para el partido. Fuentes de la Policía confirman a AS que se espera, como es habitual, que también viajen algunos sin entrada, pero no hay excesiva preocupación por los posibles altercados.

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Techo cerrado

Es una de las preguntas que rodeaba al partido y ya está confirmado que el Madrid techará el estadio, tras la autorización de la UEFA. Cabe recordar que en Liga es el Madrid quien decide si cierra la cubierta o no, con una única condición: no se pueden cambiar las condiciones en mitad del partido. Es decir, si empieza descubierto, no se puede cerrar en el descanso. Pero en Champions no manda el Madrid: es el delegado de la UEFA, en consonancia con el árbitro, quien debe tomar esa decisión. Ayer por la tarde el club trasladó a la UEFA su voluntad de cerrarlo y la UEFA lo ha autorizado. Hay un detalle curioso: en Champions sí está permitido abrir o cerrar en mitad del partido (podría empezarse descubierto y taparse en el descanso, por ejemplo).

¿Y videomarcador?

He aquí la otra gran incógnita. Según ha podido saber AS, la construcción del videomarcador 360º ya está terminada y, tras varias semanas de ensayos, ha superado todas las pruebas. Está apto, totalmente listo. Desde el club no se confirma que se vaya a estrenar esta noche, tal vez con el objetivo de que sea una sorpresa para el aficionado pero, desde luego, tampoco se descarta. Es una incógnita. Tiene un peso de 330 toneladas y ha acabado siendo más grande de lo previsto en los planos iniciales: se estipuló que tendría siete metro de altura pero, al haber espacio, finalmente se ha construido uno de once. El club sabe que esta noche debe ser una de las grandes de Champions y sopesa activarlo. El Bernabéu se engalana para uno de esos partidos que son ‘marca Bernabéu’. En juego, un billete a cuartos.