El Madrid cayó en la trampa del Dortmund

“Un primera parte mala, muy mala...”. Ese fue el sentir de los jugadores del Real Madrid una vez ya relajados tras conquistar la Decimoquinta. Se expresaban ante los medios sobre el césped del estadio de Wembley con la satisfacción de la victoria, pero con la espinita de que “salieron vivos” de la primera parte fabulosa del Borussia Dortmund. “No merecimos acabar empate”, afirmó el capitán Nacho.

El Borussia Dortmund pasó por encima del Real Madrid. El equipo de Carlo Ancelotti cayó en la red enmarañada que el conjunto borusser le había planteado. Le dejó el control de la pelota, se replegó y espero con un bloque bajo a que llegara su momento. Luego intentó matar al Madrid a base de transiciones. Las transiciones que casi acaban con la imbatibilidad de Courtois desde que volviera de lesión. Brandt, Adeyemi, Füllkrug, Sabitzer, Maatsen... perdonaron y a este nivel quién perdona lo paga.

El tridente que forman Edin Terzic (41 años), como entrenador en jefe, junto a Nuri Sahin (35 años) y Sven Bender (35 años) ha sido un acierto absoluto en el Dortmund. Los dos últimos han inculcado aire fresco al conjunto alemán desde su llegada el 1 de enero de este año. Antes, Terzic estaba al borde del despido por su irregular temporada en Bundesliga, y no encontraba la manera de hacer productivo a su plantilla. El exjugador del Real Madrid se concentra en la faceta ofensiva, mientras, Bender aporta en la defensiva. Como si de una franquicia de la NFL se tratara. “Los dos están totalmente involucrados con Sebastian Geppert y conmigo. Compartimos cada idea, cada decisión. Tienen mucho tiempo para hablar. Nuri se concentra en el aspecto ofensivo, Sven en el defensivo. Es realmente divertido. Pero sólo es realmente divertido cuando los resultados son correctos”, afirmó Terzic del gran trabajo que tiene el Dortmund detrás. No es una formalidad ya que durante los 90 minutos de la final de Londres se les vio comentar casi cada jugada. Especialmente a Terzic con Sahin.

Ampliar

El brainstorming de los tres entrenadores ha ayudado a cambiar la filosofía, a jugar con un esquema más definido (4-2-3-1) y casi hacen doblar la rodilla al campeón de Europa, al todopoderoso Real Madrid. Las transiciones; la velocidad de Adeyemi sobre Carvajal; el dos contra uno de Sancho y Ryerson sobre Mendy en la otra banda; los pases en largo de Scholotterbeck, la posición pendulante de Maatsen, jugando por dentro desde la izquierda para hacer superioridad en el centro y que Brandt y Emre Can tuvieran mas espacios y la presión sovocante a la salida de balón de Mendy fue una trampa que al Madrid le costó leer. Que al Madrid casi le cuesta la victoria. El mapa de calor del equipo blanco durante la primera parte es desolador. No pisa apenas el área de Kobel, mero espectador de la final.

El Madrid supo encajarlo y Carlo Ancelotti junto a su staff, con su hijo Davide a la cabeza, movieron el árbol y tras pasar por los vestuarios se dibujó otro Madrid. Un 4-3-3 con Valverde por derecha, con Kroos y con Camavinga en esa línea de centrocampistas. Sin el brío de la primera de los primeros 45 minutos, el equipo alemán fue cayendo y el Madrid fue encontrando su momento. Ese momento tan del Madrid. El Dortmund cayó de pie, el Madrid hizo historia de nuevo.

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