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CHAMPIONS (SEMIS, VUELTA) | M. CITY - REAL MADRID

El Madrid altera a Guardiola

En el Bernabéu fue más conservador que nunca y su City careció de su habitual intención ofensiva. Los datos e imágenes demuestran la prevención de su plan.

El Madrid altera a Guardiola

Si hay un equipo de autor, reconocible en cualquier instancia, acostumbra a ser el Manchester City. Las expectativas futbolísticas que genera se alinean con una idea muy característica al poner el acento ofensivo en cada una de las decisiones que se toman. Sin embargo, el respeto al Real Madrid, que el propio técnico skyblue ha verbalizado en cada una de sus comparecencias públicas, se escenificó también en el plan de juego que puso en práctica en el Bernabéu. Hasta el propio Guardiola lo reconoció ayer antes de afrontar el partido de vuelta: “Nosotros tenemos que mejorar el partido de la ida, intentar llevar más balones al ataque. Tengo la idea de hacer algo diferente, simplemente para poder ser más fluidos en ataque”.

El 'momentum' del Madri-City del Bernabéu.
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El 'momentum' del Madri-City del Bernabéu.
La cronología de xg (goles esperados) de la ida.
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La cronología de xg (goles esperados) de la ida.

A la espera de lo que resuelva a hacer en el Etihad, en la ida no fue el City nunca, pese a una posesión abrumadora en algunas fases del partido (68% en el primer tiempo) y un once aparentemente al ataque. Guardiola cayó en la tentación de priorizar la precaución y el orden sobre la vocación ofensiva por el temor conocido de sufrir las transiciones del Madrid. Alrededor de ese recelo, concibió un planteamiento reservón, con posiciones fijas de sus jugadores para estar preparado para la pérdida y sin asumir riesgos en la construcción de las jugadas. Fue un equipo convencional, sin un gramo de rebeldía, alejado de la altura de las innovaciones tácticas que Guardiola siempre maneja en grandes escenarios. El balón siempre fue de dentro a fuera. Casi nadie, a excepción de Rodri y de forma aislada Gündogan, buscó pases interiores a los lados o la espalda de los centrocampistas del Madrid. Si había una opción dentro que conllevara cierto peligro en caso de error, siempre se miraba a los lados.

Gündogan está solo entre líneas, pero Rodri prefiera asociarse fuera con Grealish.
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Gündogan está solo entre líneas, pero Rodri prefiera asociarse fuera con Grealish.

La estadística constata el poco filo de la posesión tan plana del City en el Bernabéu. El equipo skyblue firmó un 90,6% de acierto en el pase, cifras superiores a su media de la temporada. Pero además solo 41 de sus entregas acabaron en el último tercio del campo y lo hicieron con una precisión altísima (83,3%) para este tipo de acciones, lo que indica el exceso de pulcritud y el defecto de verticalidad.

Bernardo Silva y Grealish permanecieron abiertos en todo momento, sin interiorizar su ubicación salvo en ocasiones puntuales. El portugués apenas produjo, aunque el inglés sí llevó a la incertidumbre al Madrid en acciones de uno contra uno contra Carvajal o simplemente fijando al lateral blanco para después descargar al borde del área. Un dato destaca de su participación: creó seis ocasiones de gol.

En el otro perfil, Bernardo apenas dejó sitio para las incursiones de Walker. Se supone que fue una orden más de Guardiola para reforzar la vigilancia sobre Vinicius que por la propia voluntad del jugador portugués. Cuando Walker tuvo espacio para aparecer, el City se proyectó con peligro por esa banda derecha.

Bernardo Silva aparece dentro y Walker llega a línea de fondo. Se vio muy poco esta jugada.
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Bernardo Silva aparece dentro y Walker llega a línea de fondo. Se vio muy poco esta jugada.

Aun así, la propuesta general de Guardiola estuvo condicionada por la prevención. Las posiciones de Gündogan y De Bruyne distaron de su altura habitual, más en la base que entre líneas. Estuvieron muy tapados y recibieron en lugares que no les convenía. Solo hay que analizar los datos del belga, que dejó su sello en el gol, para ver que no pudo ser realmente decisivo en las cercanías del área blanca. De Bruyne ejecutó 19 pases al último tercio, una de sus cifras más elevadas, hecho que refleja su posición más retrasada. Lo mismo pasó con Haaland, desconectado en la zona de finalización. Su caso no resultó alarmante por su número de intervenciones, que alcanzó las 21, parámetro dentro de sus medias normales, sino en la poca amenaza que supuso para la defensa del Madrid. El City solo pudo entrar en contacto con el balón en el área de Courtois en 20 ocasiones, 14 menos que sus registros del curso.

Gündogan y De Bruyne están entre líneas, pero nadie arriesga con ese pase.
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Gündogan y De Bruyne están entre líneas, pero nadie arriesga con ese pase.

Cuando más daño hizo el City al Madrid, fue cuando logró recuperar en zonas avanzadas. Ahí sí que no hubo matiz alguno, con una presión aplicada tras la pérdida y en los reinicios que provocó algunos desarreglos en la salida de los de Ancelotti, pero menos de los que le hubiera gustado a Guardiola. El City robó once balones en los últimos 40 metros del campo tras 15 secuencias de presión. Con todo, en parte también por la extraordinaria calidad técnica del Madrid, su baremo de PPDA (pases permitidos al rival por acción defensiva propia) estuvo tres puntos por debajo de su media en Champions (16,4 por 13,4) y comenzó las jugadas cinco metros más atrás que de costumbre.

Mapa de recuperaciones avanzadas del City en el Bernabéu.
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Mapa de recuperaciones avanzadas del City en el Bernabéu.

La cautela de Guardiola en su estrategia también se palpó en su resolución de no hacer ningún cambio. No quiso tocar nada, ponderando la gestión del resultado sobre otro tipo de decisiones que se le pudieran volver en contra. Todo pese al desatino final de Gündogan y Bernardo Silva. Ambos acumularon pérdidas evitables entrada la segunda parte que arrinconaron al City en su propio terreno de juego, pero Guardiola se quedó inmóvil y se conformó con las tablas. Ahora promete una intención renovada de ser más ofensivo en la batalla final del Etihad. Lo que está claro es que la presencia del Madrid le cambia el paso y altera su guion.