“El Bernabéu será mágico ante el City”

Hay futbolistas que en un club dejan un legado. Ese es el caso de Casemiro (32 años), un mediocentro que hizo de su posición un oficio de alta especialización. Dejó 80 millones de euros en la caja del Bernabéu, estadio en el que conquistó un torrente de títulos, entre ellos cinco Champions. Recibió a AS en su domicilio de Mánchester y se ‘puso’ la camiseta del Madrid para la vuelta con el City de este miércoles. “El Bernabéu hará el resto”, confiesa.

—¿Vio el partido del Etihad? Encima el City es ahora su rival directo de la ciudad.

—Por supuesto. Estos son los partidos bonitos que gusta ver a los que amamos el fútbol. Y más ganando el Madrid.

—Estamos en la guarida de Pep. Minuto 80. El City gana 2-1. ¿Cómo vio esa enésima remontada del Madrid?

—No fue una sorpresa para mí. El Madrid lo hace casi siempre y todo el mundo conoce la historia de este equipo y lo que es capaz de hacer. El Madrid siempre se crece hasta el final y nunca se rinde. Aún perdiendo 2-1, sabía que había mucho por decidir. Y eso que es el City y un gran entrenador como Guardiola. Pero lo hicieron. Encima, la vuelta será en el Bernabéu con un gran resultado tras el 2-3. No va a ser fácil, pero el Bernabéu, en esas noches de Champions, es muy especial. Les deseo toda la suerte del mundo a mis excompañeros y no solo por mi rivalidad con el City, sino más por el Madrid. Ojalá pasen a octavos.

—Se le juntó que el City es rival directo de su United y encima contra su amado Madrid.

—Aunque no hubiese sido contra el City, yo siempre querré que gane el Madrid. Salvo que un día nos crucemos, claro...

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—En el Madrid ganó cinco Champions. Pero se han ido varias leyendas y siguen cayendo Champions. ¿Qué tiene de especial esta camiseta para seguir siendo casi invencible en esta competición?

—Cuando estás dentro y luego sales del club, como me ha pasado a mí, buscas la respuesta más completa a lo vivido. La gran clave es que el Madrid prepara a los jugadores. El Madrid siempre tiene una columna que son los valores que te inculcan. Cuando yo llegué ya estaban Cristiano, Sergio Ramos, Casillas… Jugadores que tenían una identidad del club. Luego pasaron a Casemiro, Modric, Toni… Y luego fueron llegando Vini, Fede Valverde, Rodrygo… La columna y los valores del club están hechos. El propio presidente te transmite esos valores. Cuando llegas al Madrid lo ves y te empapas de ellos. Sabes a quien seguir. Vinicius tardó en asentarse cinco años hasta consagrarse como el gran jugador que es. Pero el Real Madrid supo prepararle y ahora es un top mundial.

—A Mbappé le ha costado.

—Sí, pero ya está consolidado y te va a dar 40 goles al año. Los jóvenes, como Rodrygo, Militao o Fede, al que admiro mucho por cómo juega y se entrega, saben esperar su momento. Y siempre acaba llegando. La adaptación de los jóvenes es más sencilla con los veteranos explicándoles cómo es todo aquí.

—Vini, Rodrygo, Valverde… y usted. Todos pasaron primero por la escuela del Castilla.

—Para mí fue una escuela de enseñanza. El Castilla es cantera aunque tú vengas de fuera. Entramos por la puerta de Valdebebas, no del Bernabéu. Estar con los jóvenes te enseña a valorar lo que puede venir. Fue una de las decisiones más bonitas en mi vida aceptar jugar en el Castilla, incluso compartir con los chavales del Real Madrid C. Insisto, fue una etapa muy bonita para mí.

—Hablemos de nuevo de la vuelta de este miércoles en el Bernabéu. ¿Qué demonios tiene este estadio para que sucedan siempre cosas tan mágicas e increíbles?

—Es todo, no solo el campo. También la ciudad. Cuando tú entras en Madrid ya sabes que vas a aterrizar en el mejor equipo del mundo. Y cuando te pones la camiseta por primera vez ya sabes que perteneces a él. Te lo crees porque ves tu sueño cumplido. La afición del Bernabéu es la más exigente del mundo. Tú vas líder y vas ganando el partido... y te piden que sigas para arriba y que busques más, que no toques para atrás. La clave de todo es que el Madrid está hecho para ganar. Me da igual cómo sea. 1-0 ó 5-0. El Madrid es ganar. Gana, siguiente partido. Gana y de nuevo a por otra victoria. Tú no hablas del anterior. Te acostumbran a ganar. El Madrid está hecho para eso. El valor principal y más exigente de este club se resume en una palabra: ganar.

—¿Por eso el Madrid lleva 15 Champions y muchos ya hablan de la 16?

—Le voy a contar una cosa que hasta hoy no había explicado en ninguna entrevista. Estábamos en el vestuario tras la Champions de Milán contra el Atleti, la que ganamos por penaltis. Estábamos celebrando la Undécima y se acerca Luka Modric y nos dice sin alterarse y con su español tan peculiar: “Amigos, tenemos que ganar dos Champions más ahora”. Le dijimos, “venga Luka, que llevamos dos casi seguidas desde Lisboa”. Nos replicó: “No, no. Con este equipazo que tenemos hay que aprovecharlo y hacer historia ganando dos más seguidas, como mínimo”. Y ganamos la 12 en Cardiff y la 13 en Kiev. Seguidas. Luka lo sabía. En el Madrid ganas la Champions y al día siguiente te dicen: “A ver el año que viene”. Tú ganas solo la Liga y bueno, nada especial y te dirán que faltó la Copa de Europa. Ganas la Copa solo y te dirán que la temporada fue un desastre. Eso es el Madrid, exigencia máxima.

—Pues si se pierde un partido arde Troya…

—Pues sí. Si el Madrid pierde un partido, aunque venga de diez victorias seguidas, se habla de crisis. Esa es la clave del éxito eterno del Madrid.

—Levantó cinco Champions. Titular desde la Undécima, pero en la Décima fue importante por aquella media hora salvadora en Dortmund. Ahí el madridismo le tomó la matrícula y vio que iba a ser un jugador con ADN Real Madrid. Luego fue al Oporto con Lopetegui y tuvo una noche tremenda ante el Bayern Múnich. Regresó por la puerta grande al Madrid en 2015. ¿Valora que la que iba a ser la era dorada de Messi en el Barça se frustró por esas cuatro Champions en cinco años?

—Es algo difícil de explicar. Messi ha sido uno de los mejores jugadores de la historia, pero teníamos a otro, como es Cristiano Ronaldo. Lo que hicieron los dos es irrepetible. En mi generación los mejores han sido Cristiano, Messi… y añadiría a Neymar un poco por detrás de ellos. Lo meto en el podio. Pero Cristiano y Messi hicieron mucho por el fútbol y lo cambiaron. Igual que Guardiola cambió el fútbol con el tiquitaca, estos dos lo modificaron también. 50 goles por temporada y parecía algo normal. Esos dos jugadores se quedarán en la memoria. Y ganamos esas Champions también con Zidane, que marcó una época.

—¡¡Tres Champions seguidas!!

—Vaya equipazo teníamos. Cristiano, Marcelo, Sergio Ramos, Pepe, Varane, Carvajal, Toni, Luka, Karim, que luego fue Balón de Oro, como ya había logrado Modric... Era un equipo de hombres que imponía mucho respeto a los rivales. Por eso escribimos la historia.

—Cristiano se fue del Madrid en 2018 y fue doloroso para muchos madridistas. Pero han pasado siete años y ahí sigue, con 40 cumplidos, metiendo goles y más goles. Va camino de los 1.000. ¿Lo logrará?

—Seguro. Pelé se dice que los alcanzó, pero Cristiano va a lograr seguro mil goles en partidos oficiales. Es uno de los retos que lo mantiene ahí a tope. Hay que seguir disfrutando de Cristiano. O de Messi y Neymar. Están en otro mundo superior. Hasta que lo dejen, hay que seguir disfrutándolos. Yo jugué muchas veces contra Messi y yo solo no conseguía pararle. Tenía que tener ayudas de Modric, Toni o Ramos. Imparable. Como Cristiano.

—¿Mbappé está en ese nivel?

—Le digo una cosa. Mbappé es un jugador imparable. Mi primer enfrentamiento con él fue en Champions en París, en el Parque de los Príncipes. Nos hizo de todo. Perdimos 1-0 con un gol suyo, pero fue una locura. Es el tipo de futbolista que quedará para la historia del fútbol. No podemos pedirle que saque siempre un 9. Pero jamás baja de 7,5 u 8. Nos tiene mal acostumbrados.

—Me ha dicho un pajarito que tras ese partido de París, usted llamó a un agente y le dijo: “Traedlo al Madrid como sea”.

—¿Un pajarito te lo dijo? Ja, ja. Sí. Después hablé con el presidente y le dije: “Fíchalo. Es imposible pararle”. Es de esos jugadores que al medirte a ellos no sabes cómo frenarle. No está aún en el podio, pero llegará. Es el heredero de los tres grandes, junto a Vinicius, que sigue creciendo y mejorando en cada partido, a Rodrygo, y a Fede Valverde, que es un jugador que lidera al equipo y que puede marcar una era. Lo da todo en el campo. De los nuevos centrocampistas, es el mejor. En mi época mandaba el 4-3-3 y yo daba el equilibrio. Pero ahora el fútbol está cambiando y hay mayor despliegue por todo el campo. Valverde es el 8 perfecto. Un box to box espectacular, tremendo.

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—Seguimos con Mbappé. Un servidor era uno de esos madridistas que estaba dolido con él por sus negativas en varias ocasiones a venir al Madrid. Un despecho amoroso…

—(Casemiro me interrumpe). Tomás. Tomás… Kylian ya lleva 25 goles y pasará de 40 en su primer año.

—No, si la afición ya le ha perdonado. El vídeo de cómo celebró el gol de Bellingham desde el banquillo en el Etihad demuestra su integración absoluta. ¿Triunfará y estará a la altura de las expectativas?

—Mbappé puede marcar una época en el Madrid. Por supuesto. Encima, el chico tiene una humildad que hay que valorar. Está jugando en una posición que no es suya. Lo está haciendo bien porque es muy bueno. Pero bueno, a la izquierda está Vini. No es fácil quitarle de ahí (sonríe). Esto es fútbol. No es su posición y sin ser 9 lo está haciendo bien. Mérito de Ancelotti, que lo ha convencido para rendir ahí. Sabe que Kylian también puede ser un gran delantero centro.

—¿Le sorprendió que Vinicius no ganase el Balón de Oro?

—Por supuesto que me sorprendió. No digo que Rodri no lo mereciera porque eso es la decisión de cada uno de los que votaron, pero es indiscutible la importancia de Vini la temporada pasada para ganar todos los títulos con el Madrid, ser decisivo con goles en las finales, sobre todo en la de Wembley, ser el más desequilibrante de la Liga que ganó… Fue una sorpresa. Pero no puedo faltar el respeto a Rodri, que es un jugadorazo y fue la decisión del fútbol. Pero si yo votase, lo hubiera hecho por Vini.

—Hablemos de Vini. Usted coincidió con él cuatro años en el Madrid y también con Brasil. Muchos piensan que ese carácter que tiene le perjudica, dado que tras las provocaciones se sale de los partidos. ¿Qué consejo le daría si fuera aún su compañero?

—Le diría, como ya le dije cuando coincidíamos con Brasil, que “solo hay una forma de pararte: sacándote del partido”. Solo así le puedes parar. Si Vini está centrado en el partido, centrado en su fútbol, es el mejor del mundo. Si es así, es el mejor. Pero no es fácil, porque lo buscan continuamente. Con los problemas que ha sufrido me quedo muy triste. Mis hijos son españoles y me quedé triste. Pese a todo eso, debe centrarse en jugar al fútbol. Cuando se centra solo en eso es el mejor de lejos. Lleva marcando la diferencia desde hace muchos años. Yo le decía con Brasil: “No pierdas nunca la sonrisa ni esa alegría que tienes jugando. Sé tú mismo y serás imparable”.

—Pues sigamos con los consejos a Vini. Llega la amenaza de las ofertas multimillonarias de Arabia. Se habla de cantidades que hacen difícil imaginar que un joven pueda ignorarlas. ¿Qué le diría?

—Si yo le hablara como aficionado le diría que mire lo importante que es hacer historia en el fútbol, en su carrera. Ya la ha hecho hasta ahora, pero tiene a su edad mucho recorrido para seguir haciéndola. Pero es una decisión muy personal. Como aficionado, lo bonito es seguir viéndole con el Real Madrid.

—Volvamos con usted. Junto a Kroos y Modric ha formado lo que para muchos es el mejor centro del campo de la historia del Real Madrid… incluso del fútbol mundial. Cómo mezclaron de bien un brasileño, un alemán y un croata.

—Fue una etapa muy linda. Se me ponen los pelos de punta. Los tres disfrutamos jugando al fútbol. Dentro del campo no hablábamos mucho. Éramos más de entendernos con una simple mirada. Según iban pasando los años nuestros movimientos eran más naturales. Luka y Toni tenían una calidad increíble, jugar con ellos era un gustazo y muy fácil.

—Junto a ellos ganó tres Champions seguidas, incluso con un protagonismo goleador suyo en la final de Cardiff ante la Juventus. Pero en 2018 se fue Cristiano y parecía que ya no llegarían más Champions. Hasta que en 2022 hicieron ustedes una Copa de Europa para la historia con remontadas increíbles. PSG, Chelsea, City… Tres remontadas para la memoria. La 14.

—Hicimos historia, sí. Es difícil explicar lo que ocurrió en esas tres noches. Esto solo pasa en el Bernabéu, que es mágico, y con la camiseta del Madrid. En la noche del City íbamos 0-1 en el minuto 88 y ellos mejor en el partido, fallando goles claros. Pues todo el mundo en el estadio, los jugadores que estaban en el campo y los que ya estábamos en el banquillo, seguíamos animando. Todos decíamos: “Sí, se puede”. Y llegaron los dos goles de Rodry y la locura en la grada. No le busque una explicación. Simplemente hay que vivirlo y disfrutarlo.

—Pues trasladémoslo al partido de este miércoles ante el City. El Madrid puso la primera piedra con el 2-3 del Etihad. ¿El resto lo hará el Bernabéu?

—Sí, esto es el Bernabéu. Pero ojo, que va a ser difícil. El City no está en su mejor momento, pero es el City. Tienen a Haaland, De Bruyne, un porterazo como Ederson. El Madrid, junto con el Bernabéu, se lo va a poner muy difícil al City. Ojalá que pase el Madrid a octavos.

—¿Qué tiene Ancelotti que siendo el entrenador más laureado de la historia, sobre todo en la Champions, sigue hablando como sin darse importancia? Algunos le hacen de menos diciendo que solo es un gestor de grupos y que simplemente es “majo”.

—Nadie gana tantos títulos solo por ser majo, aunque efectivamente lo es. A Ancelotti le tengo un cariño espectacular. Para mí está en el top-3 de entrenadores que he tenido, junto a Zidane, por supuesto, y a Tite, el que fue seleccionador de Brasil. He tenido otros que me marcaron como Mourinho o como Lopetegui. Pero es que Ancelotti es un entrenador de los antiguos que no se quedó anclado en la vieja escuela. Carlo se modernizó como el fútbol. Táctica, preparación física... Ancelotti no se quedó en lo antiguo. Tiene la inteligencia y la tranquilidad de un entrenador antiguo, pero con la inteligencia de los nuevos. Una mezcla ideal. Un técnico increíble por él y su staff. Con su hijo, con Francesco… Gente muy válida. Carlo es diferente a otros y ha sabido marcar una era. En el fútbol existen varias formas de ganar. El tiquitaca de Guardiola, la intensidad y vivir la pasión del fútbol como Klopp, el poder defensivo de Simeone, por el que tengo mucho respeto… Yo llegué en 2013 y en esa época los derbis eran fáciles para el Madrid. El Cholo ha hecho historia en el Atleti.

—Bueno, usted empezó a ser titular indiscutible gracias a una derrota del Madrid en un derbi en el Bernabéu en el que usted era suplente. Desde ahí Zidane le puso de titular y después ganaron la Champions.

—Sí, lo recuerdo bien. Pero ojo, que el Cholo ha cambiado al Atleti, que ahora pelea por la Champions y por la Liga.

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—‘Case’, usted fue leyenda con el ‘14′ a la espalda, como otros ilustres con ese dorsal como fueron Guti y Xabi Alonso. Ahora lo lleva Tchouameni, que está sufriendo y fue justo el jugador por el que apostó el Madrid para suplirle a usted. ¿Tanto pesa esta camiseta? El Bernabéu ya le ha criticado en varias ocasiones.

—Le diría, como consejo por lo que yo hice en mi carrera con el Madrid, que si quiere tener protagonismo lo mejor es no tener el protagonismo. El Madrid siempre fue un equipo muy ofensivo. Los medios suben al ataque, los laterales suben arriba, los tres delanteros no paran de ir al área… El Madrid siempre es un equipo partido por eso. Bandas muy rápidas y un nueve arriba de referencia. Alguien tiene que sufrir, alguien se tiene que sacrificar. Los centrales no pueden ir para arriba, por eso la clave está en el seis del equipo. No digo que Fede, o Modric o Toni no me ayudasen. Claro que lo hicieron. Pero el Madrid es muy ofensivo y yo sabía que tenía que sacrificarme, hacer las coberturas a los laterales, a los mediocentros… El seis del Madrid tiene que ser posicional. Ahí sí va a tener protagonismo. El Bernabéu es un estadio muy justo. Si lo das todo dentro del campo, el estadio no necesita más. Haz todo lo posible para ganar y ahí estará contigo el aficionado del Madrid. El Barcelona busca jugar bonito y de pronto empieza desde el portero a trazar otra vez la jugada de ataque. En el Madrid, no. Vamos, vamos, vamos… Todos para arriba. Ese es el Madrid. El seis es el que debe sacrificarse para los demás. Eso le aconsejaría a Tchouameni.

—Usted daba ese sacrificio pero también personalidad y liderazgo. Recuerdo una jugada en Anfield, con una entrada tremenda de Milner a Benzema nada más empezar. A la media hora le hizo una entrada fuerte a Milner en la banda y ya no volvió a aparecer. Desde ahí le apodaron ‘Casemito’.

—Claro, esas jugadas marcan al equipo para hacerse respetar. Pasó lo que pasó (risas). Ojo que tengo mucho respeto por él. Jugamos el otro día contra él, que está en el Brighton. Hablé con él, aunque la jugada no la recordamos. Pero sí de nuestro pasado futbolístico. Yo siempre tuve claro que hay que defender al compañero. Hay que ayudarse todos para hacer que un equipo sea fuerte física y mentalmente.

—Viajemos hasta su última recta con el Madrid. Ganó la 14 con Ancelotti en París y en agosto fue el MVP de la Supercopa de Europa ante el Eintracht. Quizás su partido más completo de blanco. Por eso fue más duro asumir su adiós al United.

—Era el momento perfecto, Tomás. Había ganado todo con el Madrid y había que asumir otros retos. Analizando mi carrera, individualmente, mi mejor temporada como futbolista profesional fue la primera con el United. No digo colectiva a nivel de títulos. Las Champions del Madrid son el máximo, pero como jugador creo que Old Trafford vio en mi primer año al mejor Casemiro.

—Y asumió su adiós al equipo de su vida.

—No fue fácil. La familia, los compañeros, los amigos. Di todo por el Madrid mientras jugué allí. No podré olvidarlo.

—¿Qué le puedo decir a Amorim para que le dé los minutos que merece y no verle relegado al banquillo?

—Debo seguir haciendo lo que estoy haciendo, con mucho respeto y educación. Claro que me gustaría jugar más, por supuesto (ayer sí fue titular ante el Tottenham). No conozco a ningún futbolista que no quiera jugar y ayudar. Además, querría ayudar al club en este momento. Yo encaro las cosas con respeto a los compañeros y a la comisión técnica. Y sobre todo respeto al United, un club al que estoy muy agradecido. Tengo un año y medio más de contrato y me gustaría cumplirlo aquí en Mánchester. Yo estoy cómodo aquí y mi familia también. Se han adaptado, hablamos inglés. Estoy muy agradecido a la afición de Old Trafford y al club. Estoy feliz a nivel de club. ¿Feliz en el banquillo? Claro que eso no. Eso es otra cosa.

—Decía el otro día Cristiano a Edu Aguirre en una entrevista que sería “chulo” que al retirarse del fútbol, cuando llegue, tuviese un homenaje en el Bernabéu con 80.000 aficionados. ¿También será con Casemiro?

—Yo no soy Cristiano (sonríe). Quizás antes de un partido oficial, como Marcelo el otro día. Cristiano se merece un gran homenaje porque marcó una época y por todo lo que hizo por el Madrid. Me gustaría volver a abrazarme a la afición. Mis hijos no estaban aún en mi época de jugador del Madrid, pero observan los vídeos de mis tiempos allí. Un acto como lo de Marcelo sería bueno. El Madrid cuida muy bien a sus leyendas. Pero vamos, que soy joven y me queda mucha mecha. Cumplo ahora 33 años y en esta época son los 28 de antes. La nutrición, la preparación física, todo alarga la carrera del futbolista si te cuidas. Por eso Cristiano con 40 años sigue marcando 50 goles por temporada.

—Pues que siga disfrutando del fútbol. El madridismo le sigue con mucho cariño.

—Es recíproco. Lo más importante para mí es haber dejado un legado. Los títulos siempre llegan en clubes grandes, pero creo que dejé un legado.

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