El Atlético se deshace en Eindhoven y se complica el Top-6

Del cielo al infierno. El Atlético pasó de verse con el Top-6 asegurado (comenzaba la última jornada cuarto) y colíder momentáneo de la Youth League a una debacle que complica mucho ese sorteo favorable de dieciseisavos. Y eso que el guion comenzó como buscaba Ángel Donato. Con ese once joven y tremendamente ofensivo que muy pronto demostró que llegaba con peligro. Y la combinación entre Tamargo y Sergio Esteban daba con el nueve volviendo a embotar la red. Su quinto gol en Europa en seis partidos y la muestra de voracidad de killer. El objetivo estaba cumplido.

Contundencia nada más llamar a la puerta. Lo más difícil estaba hecho, adelantarse a los siete minutos ante un PSV que se veía directamente fuera de los 22 primeros y por ende de esa ronda eliminatoria. Sin Miguel Cubo, convocado por Torres para el partido que disputará mañana el Madrileño en Marbella, el técnico había apostado por un poblado frente de ataque: Jesús Barrios en la izquierda, Vinatea por detrás de Sergio Esteban y Rubén Gómez en la derecha. Obligando a Tamargo a un gran esfuerzo en campo propio.

Pero un equipo tan preparado para el ataque se vio muy pronto obligado a jugar en campo propio. Y fue una sentencia de muerte. Aunque al PSV le costó romper el muro. Con Adrián Martínez muy fino en el lateral derecho y las ayudas de los extremos, los holandeses empezaron a encontrar a Bouhamdi, Sidibe y sus jugadores de banda tras encajar la diana colchonera. La gota iba haciendo mella en la roca. “Se acaba aquí”, se escuchaba a Donato en el minuto 44. Llegar al descanso en ventaja y ordenar al equipo.

Pero la premisa murió a la orilla. Una pérdida de esas que no se pueden cometer y menos en momentos así acabó con Bouhamdi pisando área, recortando y rematando al primer palo. Tremendo talento del 10 local, que continuó siendo una pesadilla durante toda la segunda mitad. El golpe, que hacía justicia, era una losa para el Atlético. Vinatea no se encontraba entre líneas, Barrios no encaraba en ventaja, Rubén Gómez se enfrentaba a dos contra uno y a Esteban no le llegaban balones en ventaja. El PSV había olido la sangre y no dejaría escapar a su presa.

Sería de córner, un balón al primer palo ganado por Merién, cuando se pondría en ventaja y de nuevo con un pie en dieciseisavos. Donato movía su banquillo, pero no era la tarde rojiblanca... o sí, pero del color de la camiseta de los locales. Le salían mejor los planes al técnico holandés. Bizoza saltaba al verde para poner músculo y a los dos minutos aparecía por sorpresa en el área para acabar haciendo el tercero. Con fortuna y tras tocar en Miguel Gil se coló con suavidad y dramatismo en la meta de Olarieta.

Era el momento de ir a pecho descubierto. 25 minutos en busca de acortar distancias ante un PSV que no se cerraba y buscaba el cuarto con espacios. Ida y vuelta constante y la figura de Kuijsten, portero local, para evitar la épica rojiblanca. El Atlético lo intentó, pero siempre se encontró con su guante o con el palo. Paradones a Sergio Esteban y Obama, rematazo a la madera de Barrios... No era el día. En el peor momento. Para complicarse mucho ese Top-6. Depende de otros. De muchos pinchazos entre los destacados. Cruzar los dedos y esperar si su rival sale entre los peores de la fase de grupos o si queda fuera del Top-6 y toca mirar la ruta de campeones. La posibilidad que se quería evitar pero que tampoco aseguraba nada. Mal sabor para cerrar una gran fase de grupos del Atlético, que espera cruce en la siguiente fase. Todavía mucha tela por cortar, la Academia volverá a resonar en Europa.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp.

¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí