LIVERPOOL - REAL MADRID | DUDEK
Dudek: “Vinicius encuentra a Benzema con los ojos cerrados”
Jerzy Dudek, ex de Liverpool y Real Madrid, analiza en AS el duelo entre los dos equipos que marcaron su carrera y da un paseo por sus recuerdos.
Jerzy Dudek (Rybnik, 23 de marzo de 1973) pasó a la historia del Liverpool. Su actuación en la final de Champions contra el Milán permanece imborrable en el baúl de grandes recuerdos de la competición. Su danza en la tanda al más puro estilo Bruce Grobbelaar y sus ‘espaguetti legs’, imagen icónica que desarticuló a Shevchenko y Pirlo. Luego se uniría al Madrid, donde, a pesar de tener a Casillas por delante, se ganó el cariño de todos. Vivió de cerca la rivalidad entre Guardiola y Mourinho y tuvo una despedida que jamás olvidará. Cortesía del técnico portugués, que le entregó la titularidad en un 8-1 al Almería en el que Jerzy fue sustituido en el 77′ para recibir una atronadora ovación. Con el Liverpool-Real Madrid en el horizonte, atiende a AS para analizar a sus exequipos y dar un pequeño paseo por su pasado en los dos clubes que marcaron su carrera.
¿Cómo le trata la vida después de su retirada?
La vida después del fútbol me trata bien, paso mucho tiempo con la familia. Tenemos una escuela de fútbol muy grande aquí en Polonia. Casi 500 chicos. He trabajado también para la televisión como analista y de embajador para varias compañías y el Liverpool. He jugado con las leyendas... De hecho, en marzo vamos a jugar en Anfield. En esta ocasión contra el Celtic, como ya hemos hecho ante las leyendas de Real Madrid, Bayern Múnich, Barcelona... Es genial verse de nuevo. Y bueno, también paso la mayor parte del tiempo como taxista, llevando a mis hijos de acá para allá.
Es una voz autorizada para analizar el Liverpool-Real Madrid. ¿Qué análisis hace?
Son dos grandes equipos y esa pregunta siempre aparece. El Madrid ha ganado muchas veces la Champions, dos de ellas al Liverpool. Estuve en las dos finales, Kiev y París. La calidad de los jugadores del Madrid siempre es decisiva. El Liverpool no logra encontrar la forma de ganar al Madrid y siempre está presente el sentimiento de revancha. La batalla en el centro del campo será la clave para vencer. Los centrocampistas blancos son de clase mundial. Ambos equipos tienen problemas en la zona defensiva y no tienen ahora mismo un jugador como (Cristiano) Ronaldo, o como el Salah del año pasado, cuando marcó junto a Mané muchísimos goles. No es el mismo jugador esta temporada. Por eso pienso que el centro del campo decidirá el partido.
El Liverpool ha sufrido con las lesiones, pero, ¿cuál será el jugador que más añoren?
Tantos años jugando al máximo nivel, en tantas competiciones, y siempre van hasta el final. Puede pasar. Obviamente echarán de menos a todos, pero creo que Thiago será el más añorado. Cuando está al 100% siempre conecta la defensa con el ataque, siempre aparece entre líneas. Pero gracias a estas lesiones tienes a jugadores como Bajcetic, a quien Klopp le ha dado la oportunidad de jugar con solamente 18 años. Y tiene muchísimo talento. Sería importante ver a Thiago y Konaté de vuelta para el Liverpool.
Y habrá un duelo de porteros de élite. Alison vs Courtois...
Son dos porteros top. La temporada pasada de Courtois fue impresionante. Y bueno, esta también. Mantuvo al Madrid con vida contra el PSG, el Chelsea y el City. Siempre está involucrado en los momentos importantes. Merece ser considerado el número 1 de Europa. No quiero decir que el resultado depende de él, pero necesitas porteros como Thibaut o Alison para triunfar.
Y toneladas de talento en el campo, ¿quién cree que será más decisivo?
El Madrid es el club donde más talento hay. Jóvenes, artistas del balón. Es fantástico ver a Vinicius, Darwin, Bajcetic, Salah... Valverde creo que fue la clave del Madrid el año pasado. Conectaba la defensa con el ataque, estaba por todas partes. Mantenía el ritmo del partido a un nivel muy alto. Es increíble la cantidad de grandes jugadores que veremos en el partido al mismo tiempo. Benzema está en otro nivel. Su último curso fue fantástico. Este está teniendo problemas de lesiones, pero puede decidir el partido para el Madrid. Vinicius..., tienen una conexión increíble. Vini puede encontrar a Benzema con los ojos cerrados para entregarle el balón. Hay magia entre ellos. Y Modric, porque puede acelerar el juego, poner pausa, jugar profundo... Tiene mucha influencia en el Madrid.
Rebobinando un poco pero sin salir de la Champions, ¿cómo recuerda aquella final de 2005? ¿Qué les dijo Benítez en el descanso?
El partido de 2005 fue histórico. Siempre digo que es el partido de nuestra vida. No siempre consigues lo que quieres o esperas. Soñamos esta final muchas veces. El Milán en la final, pero antes batimos a la Juve, Chelsea, Leverkusen... Mostramos nuestro carácter. El Real Madrid es igual. Siempre luchan hasta el final. ¿Qué haces cuando pierdes 3-0? Limpias tu mente. A Rafa no le entró el pánico. Pensó en cambios tácticos, qué jugadores eran los mejores para la segunda parte. Pusimos a Hamman en el centro y Rafa le pidió mantener el control, no jugar en largo. Ir hacia delante. En la primera parte tuvimos problemas en ese respecto. Cambiamos la línea defensiva. Empezamos a empujar con los laterales. Riise jugó prácticamente como extremo y Gerrard parecía lateral derecho por momentos. La gente empezó a cantar ‘you will never walk alone’ y al verlo, nos dijimos, “creen aún en nosotros, tenemos que devolverles la confianza”. Hubo muchos momentos mágicos. Al marcar el segundo sabíamos que algo grande iba a pasar. Y digamos que yo tuve mis cinco minutos, con la parada a Sheva y en la tanda. Fue un momento increíble. Demuestra que en el fútbol, en la vida, hay que trabajar al 100% con pasión. Las cosas buenas ocurren.
Llegó a la tanda con la confianza por las nubes... ¿Cómo se le ocurrió el baile de las piernas?
En la prórroga hice esa doble parada a Sheva. No podíamos perder ese partido. Era nuestro el momentum. Había visto cientos de penaltis del Milán. De los últimos dos años. De la final contra la Juventus. Vi el último penalti de Sheva cuando batió a Buffon. Al final, tienes que usar todas tus armas al más alto nivel para ganar esa batalla mental. (Sobre el baile) Quería poner más presión sobre ellos. La responsabilidad es enorme en esos momentos. Hay más presión sobre los jugadores que sobre los porteros y utilicé eso a mi favor. El penalti fallado de Serginho ayudó a tener más confianza. Pero la clave es estar tranquilo, aunque no es fácil en la final. Fue una noche inolvidable.
Aunque su etapa final en Liverpool no fue como esperaba, con la llegada de Pepe Reina. ¿Entendió su fichaje?
Antes de firmar por el Madrid, Rafa era el técnico y es habitual que cuando un nuevo entrenador llega, quiera cambiar cosas. Y quiera traer a sus, digamos, propios jugadores. Es normal. 2005 fue muy duro porque tenía que afrontar las noticias que decían que Rafa quería fichar un nuevo portero. Lo bueno es que ello me hizo centrarme en el día a día, olvidar lo que se publicaba. Cuando ganamos la Champions, Rafa trajo a Pepe Reina y debo decir que nos hicimos grandes amigos inmediatamente. Me gusta la mentalidad de los jugadores españoles. Teníamos muchos: Xabi, Luis García, Pepe... Me lesioné por tres meses y Pepe se hizo con la titularidad. Y la mantuvo. Al volver sabía que él seguiría siendo el número 1. Mi personalidad me hace sacrificar mi ambición personal en favor del equipo. Lo hice todo para ayudar. Aunque claro, no estaba contento con la situación. Quería marcharme para jugar el Mundial de 2006. Pero Rafa no lo pensaba así. Creía que el equipo me necesitaba si algo pasaba. Me lo explicó. Tuvimos alguna discusión, pero entiendo su forma de pensar.
Pero usted quiso salir y Benítez no lo permitió, ¿no es así?
Dos días antes del cierre de mercado tuve una oferta de la Bundesliga y le pregunté por qué no me dejaba salir cedido seis meses. Luego volvería y me quedaría para siempre. Me dijo que no podía: “Puedo recibir un millón de euros por tu cesión, pero si algo pasa a Pepe, no puedo poner el maletín con el dinero en la portería. Tienes experiencia, eres un gran portero en situaciones difíciles, puedes reemplazarlo sin problemas, sin que baje la calidad”. Y yo estaba... En ese momento, no lo aceptaba. Digamos que estaba... enfadado. A las dos semanas, Pepe se lesionó contra el Chelsea y tuve que jugar durante tres semanas (risas). Rafa me dijo: “¿Recuerdas la reunión donde te dije que no podía correr ese riesgo porque eras muy importante para mí? Ahora tienes la ocasión de jugar”. A veces hay que sacrificarse. Mi contrato terminó, Rafa quería que renovase, pero yo hablé con Ochotorena, el entrenador de porteros del Madrid, tras la final de Champions de 2007 y me preguntó si quería ir al Madrid. Pensé que era una broma, pero luego me llamó Mijatovic. Me explicó el rol. Lo que esperan de mí. Sería el segundo detrás de Casillas. Al Madrid no le puedes decir que no. Firmé por dos años y creo que fue la mejor decisión de mi vida.
Y de repente, al Real Madrid.
Mi tiempo en el Madrid fue más largo del esperado. Pasé cuatro preciosos años allí. Incluso sin jugar tanto como quería, pero estaba Casillas. España fue campeona de Europa, del Mundo con él. Yo creo que hice bien mi trabajo. Iker de pudo enfocar en mejorar. Teníamos muy buena relación y el equipo que construimos creo que ayudó a Iker a subir su nivel. Desde 2007 creo que fueron sus mejores años. Era el mejor de Europa. Fue una satisfacción trabajar con él.
Vivió de cerca la rivalidad extrema entre Madrid y Barça, entre Guardiola y Mourinho. ¿Cómo era desde dentro?
La rivalidad Madrid-Barça era otro nivel. Cuando llegaron Guardiola y Mourinho era una pasada ver la batalla. Se puede aprender mucho de ellos. Hay que fijarse en todos los pequeños detalles. Hay que saber cómo presionar el árbitro. Aprendimos eso del Barcelona. Mourinho nos preparó: “Chicos, están presionando al árbitro todo el tiempo, tenéis que hacer lo mismo. No podéis rendiros. Tenéis que controlar ese factor también”. Había que parar a Messi, aunque eso era imposible (risas). Tenían una gran personalidad. Ahora se echa de menos eso, esa batalla entre Guardiola y Mourinho. Fue una gran experiencia.
Y también la de Messi vs Cristiano, ¿con quién se queda?
Messi o Ronaldo es como preguntar si prefieres un Lamborghini o un Ferrari. Son diferentes, pero clase mundial. Messi marcaba la forma en la que jugaba el Barcelona. Entendió el tiki-taka. Era el ejecutor del sistema. Cristiano era diferente. Era mucho más completo. Nunca se rendía. Siempre el primero y el último en los entrenamientos. Fue sensacional verles medirse en el campo. Difícil decir cuál era mejor para el equipo. Quizá Messi para el Barca, pero Cristiano puede jugar en cualquier parte, en cualquier liga, y no estoy seguro que Messi pudiera hacerlo. Eso te dice lo fuerte que es. Deberíamos estar felices de haber vivido esa rivalidad.
Tengo entendido que Mourinho fue clave para su última renovación.
Después de tres años había decidido volver a casa, a Polonia. Pero el Madrid me llamó y me dijeron que Mourinho podía venir como nuevo técnico. Pero no podían decidir por él. Me preguntaron si me gustaría seguir si Mourinho venía y dije que sí, quería trabajar con un entrenador tan grande como él. Con el Liverpool tuvimos grandes partidos contra Mourinho. Cuando estaba en el Chelsea. Pero siempre respetó al rival. Y quería ver cómo trabajaba con grandes jugadores. El vestuario del Madrid es difícil comparado con Chelsea, Liverpool, United... No se puede comparar. Cuando lo anunciaron, Mourinho me llamó para preguntarme si quería seguir y dije sí. Por eso me quedé y lo disfruté mucho. Es un gran entrenador y una gran persona.
¿Qué momento recuerda con más cariño de su etapa en el Madrid?
Antes del partido contra el Almería, Mourinho me pidió venir al Bernabéu, a su oficina. Me preguntó si quería seguir. “Si quieres, te firmamos otro contrato, pero si te quieres marchar a casa, me lo tienes que decir porque tenemos que darte el partido en tu honor. Tienes que jugar tu último partido para decir adiós a la afición y a los jugadores”. Fue un gesto muy bonito. Una experiencia increíble. Jamás esperé ese tipo de comportamiento, esa ovación... Confirmó que mi decisión de ir al Madrid fue una gran decisión. Lo di todo aunque la situación no fue la idea. Siempre trabajé para empujar al equipo. Nunca olvidaré ese partido. En el vestuario, estuve casi dos horas pensado que sería mi último partido como profesional. Me quedé en calma. Solo puedo dar las gracias. A los jugadores, a la afición. Tras el partido, Guti me dijo: “Lo que recibes es lo que mereces”. Me fui de la mejor manera posible, sin pelear con nadie, con una relación sensacional con todos.