Di María, el sueño imposible de Messi para el Barça

El currículo de Ángel Di María (14-2-1988, Rosario) contiene dos partidos inolvidables en su carrera en los que ‘dañó’ seriamente al Barça. El primero, la final de Copa de 2011 con su centro a Cristiano Ronaldo en la prórroga de la caliente final de Mestalla que significó el título del Madrid. Y el segundo, el 4-0 del PSG al Barça en la ida de los octavos de la temporada 2016-17 que, pese a la épica remontada posterior (6-1), empezó a anunciar el adiós de Luis Enrique, cuyo planteamiento ese día fue censurado por el mismo Busquets porque el argentino, como falso ‘10′, mató a los azulgrana en las transiciones. Paradójicamente, en cambio, Di María quiso compensar aquellos ‘daños’ fichando por el Barça, pero no fue posible.

Los caminos de ‘El Fideo’ y el Barça estuvieron muy cerca de juntarse en el verano de 2017. Insospechadamente hasta que se confirmó que aquello iba muy en serio, el Barça se quedó sin Neymar, que emprendió viaje a París en agosto después de depositar religiosamente su cláusula de 222 millones de euros en la sede de LaLiga. El Barça, desesperado, acudió rápidamente al mercado. Su primera reacción fue el fichaje de Ousmane Dembélé por 105 millones de euros más variables. Al Barça, nervioso por aquella marcha y loco por gastarse lo que había ingresado, todavía le sobraba dinero. En la cabeza de Robert Fernández, entonces, estaba ya Coutinho. Sin embargo, por un momento se abrió la opción Di María. El PSG, que debía aparentar ante el fairplay financiero de la UEFA, le colgó el cartel de transferibles a Lucas Moura y Di María, al que tasó en unos 60 millones de euros.

Messi, hasta donde podía, apretó a Bartomeu. Sabía del valor futbolístico de Di María, un futbolista constante que garantizaba números y que podía, en parte, rearmar un tridente que se había quedado huérfano sin Neymar. Hubo esperanzas, pero el paso del tiempo dejó entrever que todo, como aquella posible vuelta de Neymar en 2019, era ficticio. Desde la entonces directiva de Bartomeu se transmitió la versión de que no pagarían más de los 25 millones de euros que el PSG tenía que amortizar aún de su fichaje procedente del Manchester United. La realidad, como se comprobó con tantos casos durante los años (Thiago Silva, Marquinhos, Verratti), es que los franceses no querían ningún negocio con el Barça y que, al contrario intentarían debilitarlo más en el futuro, como pasó años después con Dembélé.

Di María nunca pudo juntarse con Messi en el Barça. Agotó su contrato con el PSG, donde sí se juntó con Leo, y luego se marchó a la Juventus. Y en 2023, después de ser campeón del mundo en Qatar con Argentina y cuando todo el mundo daba por hecho su regreso a Rosario Central, anunció su regreso a Lisboa trece años después. Su presentación, el 6 de julio de aquel año, fue una locura. Más de dos mil benfiquistas se reunieron en la plaza del Centenario, al lado de la estatua del legendario Eusebio, para recibirlo a las 19:04 horas, en un guiño al año de la fundación del club. El Fideo, que a sus casi 37 años sigue haciendo de las suyas, lleva trece goles y siete asistencias en 27 partidos de esta temporada. Este martes se medirá a un Barça en el que ya no está su amigo Messi. “Tenía miedo de que lesionaran al enano”, dijo recientemente cuando le preguntaron por aquellos años de rivalidad casi de plomo entre el Madrid de Mourinho y el Barça de Guardiola. “La única manera de ganarles era pegando, metiendo, y corriendo más que ellos…”.

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