Descansado, es otro Bellingham
Fresco tras las vacaciones y con menos dolor en el hombro, el británico lidera al Madrid. Sin Kroos, asume otro rol: “Ancelotti confía en mí para muchas posiciones...”.
Al Real Madrid campeón de Liga y de Champions han llegado una estrella consolidada, como Mbappé, y otra en ciernes, como Endrick. El primero no estuvo en la gira por Estados Unidos, el segundo sí, pero no logró dejar huella, la que sí dejó Vinicius en los dos ratos que pudo jugar en Nueva Jersey y Charlotte. Pero arrancó la temporada oficial, con la disputa de la Supercopa de Europa en Varsovia ante el Atalanta, y los focos volvieron a ser para el jugador más determinante (con permiso de Vinicius) del pasado curso en el Madrid: Jude Bellingham. El inglés, sin marcar, fue el mejor del equipo de Ancelotti, el que desentrañó el partido en la segunda parte tras una primera en la que el Madrid andaba muy corto de ideas y el británico, a la espera de acompañamiento, no hizo otra cosa que afanarse en el cuerpo a cuerpo para no permitir que los italianos se hiciesen con el control.
Tras el descanso le llegó su momento y lo aprovechó. Arrancó la jugada que terminó en el 1-0, de Valverde a pase de Vinicius tras espectacular jugada del brasileño. Y luego le sirvió en bandeja de plata a Mbappé el 2-0, poniendo el balón no donde estaba el francés, sino donde debía estar. Las estadísticas del partido reflejan su supremacía: fue el jugador del Madrid que más remató (4), que más lo hizo entre palos (2), que más ocasiones creó (3), que más pases completó en el último tercio del campo (16), que más regates completó (5) y el que intervino más veces en el juego (75).
Sin embargo, con el británico es muy probable que se viva una paradoja esta temporada, la cual dicta que muchos considerarán que hace peor campaña que la pasada por el hecho de que es muy difícil que iguale sus estadísticas de entonces. Unos números, es cierto, impresionantes: 23 goles y 13 asistencias, inusuales en un centrocampista. Sin Benzema, Ancelotti ideó un esquema en que Bellingham fue en muchos momentos el finalizador, y así rascó muchos puntos el Madrid. Pero esta temporada todo indica que regresará a un rol muy similar al que desarrollaba en el Dortmund, el de un interior más, de larguísimo recorrido.
Carletto dijo en Estados Unidos que pretendía mantener a Bellingham cerca del área contraria, pero esta claro que en el 4-3-3 con el que jugó el Madrid en Varsovia no hay lugar para mediapuntas, o corren los blancos el riesgo de partirse en un 4-2-4 que haga del medio campo una estación sin viajeros.
En Polonia, Jude reconoció que Ancelotti ya le ha hablado de un rol diferente: “El entrenador confía en mí para diferentes posiciones. Cuando hace falta, puedo ir más arriba y, cuando lo necesito, venir y ayudar en la elaboración. Afortunadamente siempre estaré involucrado en ayudar al equipo a ganar y eso es lo más importante para mí”, dijo sobre el césped a las televisiones con derechos. Luego, en la rueda de prensa (al ser nombrado MVP del encuentro, compareció ante los medios), profundizó en la idea: “No me importa dónde jugar. Tampoco era realmente un delantero (el año pasado). He caído un poco a la izquierda y me he movido sobre esa demarcación. El fútbol fluye y depende del equipo al que te enfrentes. Sé que es más fácil marcar goles si estás más cerca, pero lo que me hace feliz es ayudar al equipo”.
“Confío en Pintus y en el club”
Queda claro que Ancelotti no espera tanto gol de Bellingham este curso, como es natural; ha firmado a un devorador como Mbappé para darle a él esa tarea. Pero sí quiere implicación en el medio y que haga en muchos momentos el rol que hacía y que ya no hará más Kroos, el de dar engrase al juego blanco. Le costó en la primera parte, pero en la segunda se desencadenó. Y lo hizo, sobre todo, con un despliegue físico que muestra que tras unas buenas vacaciones, es otro futbolista.
El curso pasado sucedió lo mismo, arrancó exuberante en la primera vuelta y en la segunda le costó mucho más destacar, también influido por un problema en el hombro del que decidió no operarse, algo que tampoco ha sucedido este verano, pues la idea es seguir los consejos de los cuerpos técnico y médico del Real Madrid en ese asunto: “Durante la pretemporada llevaba una prevención. Al final de la campaña pasada me había molestado y la protección me ayudaba. Pero debo confiar en el trabajo que estoy haciendo con Antonio Pintus y el resto de profesionales del club. En el fútbol puede pasar cualquier cosa. Yo lo que quiero es centrarme en jugar lo mejor posible y no pensar en el hombro”. Ante el Atalanta, no pensó en el hombro. Y el Atalanta no podrá dejar de pensar en Bellingham durante una buena temporada.
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