El Bayern castiga a Mané

A la cúpula del Bayern de Múnich se le acumulan los problemas después de unas semanas poco agradables tanto en lo deportivo como en lo personal. Después de despedir a Julian Nagelsmann, caer eliminado en la Pokal y estar con pie y medio fuera de la Champions League tras encajar un durísimo 3-0 ante el City, la junta directiva ha tenido que lidiar con la agresión de Sadio Mané a su compañero Leroy Sané después del pitido final en el Etihad y ha emitido un comunicado en el que confirma una sanción temporal para el jugador senegalés: “No irá convocado ante el Hoffenheim por mala conducta y recibirá una sanción económica”. El castigo ya se conoce. Según informó Bild en la tarde de este jueves, el club bávaro le impone una multa cuya cuantía asciende a 500.000 euros. El carácter histórico de la misma demuestra el enfado latente en el Bayern por el comportamiento del delantero senegalés.

Cabe recordar que Mané, enfadado por cómo el internacional alemán se había dirigido a él tras una jugada en el minuto 83 de partido, le propició un golpe a Sané que le hizo sangre en el labio. El CEO Oliver Kahn y el director deportivo Hasan Salihamidzic ya se reunieron durante la tarde del miércoles para debatir sobre las posibles consecuencias y mantuvieron otra charla al día siguiente en la que estuvieron presentes ambos futbolistas y Mané pidió disculpas. Según Sport1, también ha pedido perdón al vestuario y así ha evitado el posible despido, resolución que el Bayern se llegó a plantear.

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Durante esta mañana, Sky especuló con la posibilidad de que fuera despedido si no pedía perdón a Sané y sus compañeros. El mismo medio dice que, el ex del Liverpool, a pesar de tener contrato hasta 2025, no tiene futuro en Múnich más allá de verano dado que hay varios jugadores que no están de acuerdo con su comportamiento. A primera hora de la tarde, Pape Mahmoud Gueye, periodista del medio francés, Brut FR y Taggat, y quien mantiene una estrecha relación con el delantero senegalés al ser su primo, reveló el insulto que le habría proferido el alemán, cuyo padre, Souleyman Sané es originario, precisamente, de Nigeria. “Negro de mierda” (”black shit”, en inglés), fueron las palabras que habrían supuesto el detonante de los hechos, provocando que el exjugador del Liverpool reaccionara con “rabia”. Mané se encontraba de luto por el reciente fallecimiento de su tía en su Senegal natal, lo que influyó en su reacción. Algo que ha tenido en consideración la directiva bávara a la hora de establecer las consecuencias de los actos del ‘17′ del Bayern.

Ribèry-Robben, el precedente

En 2012 hubo un episodio parecido en el Bayern, Franck Ribéry dejó el ojo morado a Arjen Robben tras un calentón parecido que, eso sí, provocó que las dos estrellas se hicieran mejores amigos y se convirtieran en una de las mejores parejas de extremos del mundo.

Sané evitó el despido

Según adelanta el diario alemán Bild, en la cúpula del Bayern llegaron a pensar en acabar su vinculación con el africano, pero el propio Sané fue quien habló con los dirigentes y les pidió que no echasen a Mané, a pesar del altercado que tuvieron. El jugador alemán quiere pasar página lo antes posible y después del perdón del africano a él y al vestuario da el tema por zanjado y no tiene ningún problema en seguir compartiendo vestuario con él.